El reafirmatorio vs. la violencia de la Cuarta República

Para bien acomodarnos en el titulo del presente escrito; regresamos un poco al pasado, para rememorar lo vivido por el pueblo venezolano; por lo menos en los últimos 40 años antes de la Revolución Bolivariana. Más sin embargo, no los llevaré tan lejos, sino al lugar y momento histórico que resumió todas las frustraciones de un pueblo. Dependiendo ¡Claro está! Donde pretenda usted hoy, por conveniencia política ubicarse en una tragedia que enlutó a miles de venezolanos.



Y hablamos de ubicación, por que una minoría (Afortunadamente) Y de la oposición. Niega (Después que condenó) Que el caracazo, o más bien el venezolanazo de febrero 1989 haya sido el motor y trampolín hacía una tan deseada Revolución de cambios que hoy día disfrutamos. Ejecutora, ante todo y garante del respeto a los derechos humanos y a los elementales y más profundos derechos ciudadanos.



---- No es el pueblo, no es el revolucionario; el que ha inventado la violencia, sino el estado --- decía --- Federico Engels. Y con toda razón. Si el venezolano pecó de ingenuo y crédulo; cuando con su buena fe, reeligió al macro-corrupto Carlos A. Pérez. Que veinte días después de su ascenso; cayó en el regazo acogedor para complacer las solicitudes y caprichos hambreadoras de pueblos del FMI (Fondo Monetario Internacional) y decreta unas medidas económicas; que les colmaron la bondad y el vaso de la paciencia a los venezolanos.



Una vez más la «democracia» que se decía representativa, pero muy corrupta y represiva, mostró sus lacras y sus increíbles rasgos de ceguera social y moral. Donde el abuso de todo tipo y naturaleza era el pan cotidiano. He allí, por donde en mayor parte surge la violencia acumulada, que había muy bien cultivado la cuarta república. Violencia que le explotó en plena faz, que desató un dique de pasión y ardor acumulados en 32 años. Pero la atiborró y saturó el Presidente Rafael Caldera y su familia. Estos últimos dispusieron del poder por incapacidad senil y vetusta del elegido.



¡Ahh! Pero antes y peor que los dos anteriores, ¡Hay que reconocerlo! Tenemos que darle el «Crédito» a Jaime Lusínchi. 1984 - 1988 El antecesor de Pérez. Definitivamente el más grande irresponsable que haya conocido país alguno en tanto que Presidente. Si CAPérez, fue la mano ejecutora que mató; Lusínchi fue el actor y autor intelectual del laberinto al que nos condujo. Vicioso, depravado, soberbio, corrompido, inmoral, obsceno, lujurioso desenfrenado, autócrata, envilecido, etc. Culpable en general del resumen de las frustraciones venezolanas. Culpable de conducir la economía de un país rico a extremos de miseria dantesca. Culpable del periodo de más corrupción y hacerse el de la vista gorda; que dejaría como niño de pecho a Luís Herrera Campíns y su fatídico Viernes Negro. Tan extremada fueron sus acciones, que al antiguo Congreso Nacional solicitó su enjuiciamiento por su «Obra Global»



He allí nuevamente, un bosquejo. Del porqué la contienda del próximo 15 de agosto reafirmará al gobierno revolucionario, para darle continuidad a los servicios y programas sociales para todos y sin exclusión. Reafirmaremos a un gobierno democrático, participativo, protagónico, nacionalista, patriótico, bolivariano y respetuoso.



Basta con recordar y traer, el resumen de décadas de abuso, corruptelas y engaños en la que fue sumido todo un pueblo. Pequeños funcionarios rodeados de guardaespaldas para que Juan Pueblo, no se acercara a solicitar lo que por derecho le correspondía. El venezolano, solo se vio ofrecer en décadas elecciones tras elecciones; para que los corruptos, represores y ladrones; se dieran un viso de legalidad en sus acciones descaradas frente al pueblo. Si hubo tal violencia, fue una violencia sin planificaciones, donde el pueblo estaba dispuesto a sacrificar lo más querido con tal de poner un punto final, que corrigiera desigualdades. Una violencia para enmendar injusticias, es decir, la sacro violencia de los olvidados y oprimidos.



Una burla histórica fue el discurso de CApérez, mientras se desarrollaban los actos de un pueblo clamando justicia.

Decía en su burlesca alocución: --- Qué muy bien «comprendía» el porqué de tal violencia y prometió lo imprometible --- Mientras satírica, socarrona y cínicamente, le suspendía al pueblo las garantías Constitucionales para que los cuerpos de seguridad lo masacrara a mansalva. Luego como fiera salvaje con hambre. Cebado y acostumbrado desde los años sesenta; continuó haciendo de la represión y la muerte, una norma donde inocentes y más inocentes pagaron con sus vidas el haber osado desafiar la regla establecida por un sistema inhumano.



El venezolano; aquellos a los que no mató la represión y la desidia social y política. Aquellos que sobrevivimos a la demoníaca «democracia» cuarta-republicana; antes, durante y después y hasta 1998 cuando llegó la Revolución. Ese venezolano, el de este proceso Bolivariano, tiene otro tipo de violencia. La violencia emocional y de impaciencia de enamorado que le sembró la Quinta República. La violencia que se agita en el corazón cuando sabemos que algo muy bueno, reconfortante y reparador nos espera.



Y no se puede decir menos: Cuando los hombres y mujeres de ayer y hoy que tuvieron un sueño; lo ven convertirse en realidad palpable; al verse así mismo y a los suyos con atención constante y de calidad por parte del Estado Revolucionario. Donde ya no eres un voto, donde ya no soy una marioneta cada cinco años de sufragio electoral; para que los adeco-copeyanos y su protegida oligarquía; roben y regalen la soberanía venezolana arbitraria e impunemente.



La «Seudo-democracia» venezolana hasta febrero de 1989 y el periodo siguiente, mostraron su ceguera moral y su crisis social y política ¿Y cómo no iba a ser así? Si al pueblo nunca se le ofreció ni en fotocopia transparente, lo que hoy con la Quinta República, no sólo tiene, sino que dirige y controla para beneficio de toda la colectividad venezolana. Participación directa y el privilegio Constitucional de poder revocar con su voz de mando al dirigente elegido que esté haciendo mal.



¿Cómo y de que manera, no se iban a esperar aquellas convulsiones de violencia de un pueblo? Si a éste nunca se le ofreció algo eficaz, que le diera resultados concretos. Si ese mismo pueblo, es el mismo que insurge contra una «democracia» falaz y embaucadora. El mismo venezolano que espera todavía el regreso de su familiar y amigo que desapareció en cientos de miles de actos de violación de los derechos humanos a diestra y siniestra, y culminaron con miles de muertos del Caracazo-Venezolanazo ajusticiados sumariamente con un tiro en la nuca o con la aplicación de la ley de fuga.



Una violencia en ese momento justificada por la brecha abismal y vergonzosa entre clases y grupos sociales. Una violencia que hoy con la Quinta República, sardónica e irónicamente, esa clase oligárquica, Madre y padre; creadora y protagonista de la vergonzosa brecha. Una oligarquía, que no ha sido ni será tocada ni por el proceso bolivariano ni por el destino (pareciera ser) Fraguan, una contienda verdaderamente violenta e infernal, por la única manera que conocen, a través del dinero y su dictadura mediática, desinformativa, manipuladora e infame. Contrataron a mercenarios de guerra, cómo el ejemplo claro, inocultable y confesos de paramilitares colombianos en territorio venezolano, para crear caos y atentar contra la vida del Presidente Hugo Chávez. Una violencia que ni la historia ni la razón jamás hubiese justificado. Instigados por la rancia y gastada clase política cuarta-republicana. Cómplices, sostenedores y vividores protectores de esa oligarquía intolerante ante una realidad.



Aún cuando en casi seis años de revolución bolivariana. Ésta y su máximo líder; han demostrado largamente, que es una revolución cuyo único objetivo es llevar al pueblo a vivir a niveles dignos de ciudadanos de primera y sacarlos del infierno de miseria, desidia, apatía y olvido donde lo mantuvo una cuarta república indiferente e indolente. Hoy tenemos una revolución de amor, paz, inclusión y confraternidad.



Sin embargo, y en otro orden de ideas; debemos insistir sobre los riesgos inherentes y obvios a dificultades profundas sino corregimos con urgencia ciertos entuertos de la Quinta república, que parecieran ser para algunos importantes funcionarios; sujeto de segundo orden. La tolerancia de la Cancilleria, por ejemplo ante funcionarios diplomáticos, abierta y descaradamente anti revolución bolivariana. Gente que no dudará un sólo pestañar en declararse anti-Chávez y anti-proceso y por ende anti-venezolanos; tan pronto se les presente la oportunidad como el triste caso Alcay.



El pueblo venezolano en su gran mayoría está con el proceso bolivariano; eso está bien demostrado y comprobado muy a pesar de la desinformación mediática. Pero no debemos olvidar que tenemos un gran enemigo en el Norte. Que no piensa obsesionadamente en otra cosa y todos los días; cómo acabarnos en tanto que proceso revolucionario.



¿Qué estamos haciendo cómo bolivarianos para evitarlos de una manera efectiva? Ante todo, y de importancia capital, debemos colocar piezas claves en todas partes del mundo que defiendan, al menos llevando la verdad e informando para contrarrestar la desinformación mediática; que es uno de nuestros principales enemigos en el mundo; donde nuestras representaciones diplomáticas, salvo excepciones, no se molestan en contradecir.



En casi seis años de golpes bajos, de golpes de estado, de golpes petroleros y de golpes mediáticos. Las Embajadas y Consulados cunden de enemigos que tan solo esperan la oportunidad para darnos el último empujoncito. El Canciller en sus comienzos, habló de terminar con la diplomacia de cócteles. En ello entendimos, terminar con la vieja y viciosa diplomacia amparada en leyes de carrera administrativa entre otras cosas.



¿Que haremos después del quince para informar al mundo y llevarles la verdad? Para que apoyen sin reservas a una verdadera democracia jamás vista en Venezuela y pocas veces en el mundo. Si nuestros representantes de ello no se ocuparan. Por que sabemos que ni la Casa Blanca ni sus lacayos políticos-oligarcas venezolanos, aceptaran tranquilamente los resultados que obviamente les serán adversos. Gritaran falsamente al mundo y muy a pesar de los observadores internacionales que hubo fraude.



Mientras tanto es bueno hacer hincapié que los venezolanos mayoritariamente votaran por el NO. por qué de no ser así, estaríamos volviendo a la represión, a la violencia cotidiana, a la suspensión de garantías y más matanzas. Demás está decir que el venezolano defenderá como ya lo hemos dicho antes y cueste lo que cueste, los múltiples y extraordinarios logros de esta revolución.



Sabemos que el reafirmatorio no calmará el comportamiento excepcional de una minoría violenta e irracional, ni cambiará de la noche a la mañana las posiciones antipatrióticas de una diplomacia instalada por la cuarta república sólo por los meritos del amiguismo y el clientelismo político.



Los venezolanos patriotas y revolucionarios le sugerimos al Comandante que mueva las piezas que el juego es suyo. Y si se trata del que mejor domina, entonces, no deje que me lo pongan en tres y dos. Aunque sabemos que usted siempre la saca de jonrón.


*Círculo Bolivariano de Montreal


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Carlos Level *

Militante Bolivariano. Ex-coordinador del Círculo Bolivariano de Montreal, Canadá.

 level.carlos@gmail.com      @CarlosLevelGar

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