Traidores no, agro si

No es que tengan parecido, pero los traidores han perjudicado al agro venezolano, no obstante que la carta de presentación de los que saltan la talanquera, casi siempre, viene avalada con el sello revolucionario y no de la contra porque chocaría contra la vigilancia del pueblo. Aunque tratándose de la tierra, los hay quienes la trabajan con la anuencia del gobierno revolucionario a pesar de ser retardatarios conocidos. Es que la paz en el campo lo impone así.

Lo que uno no sabe es si en los momentos difíciles, estos últimos se nos van por los vericuetos, con todo y vianda, a venderle la comida al mejor acaparador, lo que justificarían ellos con aquello de “en lo mío mando yo”. Además, los individualistas con sus intereses, son como los loteros de envite y azar: siempre tienen las fichas del sorteo bajo la manga. Un ejemplo: ¿de dónde provienen los insumos de una reconocida y mil millonaria empresa que produce, ella sola, casi toda la comida que los venezolanos consumimos? Y si la gente de esa empresa se sumara definitivamente a la conjura (hasta ahora tiran la guaratara y esconden la mano) y pasan los cerrojos, de manera que no los abra ni un Samán, ¿cuáles serían las consecuencias?...

Ahora mismo los pájaros de mal agüero están vaticinando un estremecimiento económico en Venezuela, ocasionado por el coletazo de la moribunda caja chica del gran capital en que, de ex-profeso, han convertido el otrora poderoso Wall Street. Y por su parte, el hijo de Pilarica Romero arrogante por inmune a la cana y a las esposas, amenaza con enrostrarnos su retahíla de acecho. “Se van a tener que comer el petróleo”. Y los sempiternos de la puja golpista, que manejaron el país a su antojo por medio siglo; que dejaron las fértiles tierras en manos de los cobardes asesinos, sus aliados de entonces y de hoy, bailan en una pata porque según ellos en el país se nos agotó la comida y bajó de precio el petróleo.

Claro que antojos no “empreñan”. Y nosotros a la expectativa y sin descuidar la unidad de todos los verdaderos revolucionarios, no les dejaremos ningún flanco. Son zancadilleros astutos. Esos si son los que quieren de nuevo ponerle la mano a los recursos del pueblo para venderlos a precio de gallina flaca. Para ello sabotean los logros y proyectos del presidente Chávez en el campo venezolano, para después decir que este gobierno no ha hecho nada. Y uno acá se duele. Ya basta. ¿Es que más de doscientos campesinos muertos por defender la tierra no bastan? ¿Es que acaso la traición de unos cuantos gobernadores no merece el castigo de la vindicta pública por haber contribuido al saboteo contra la suficiencia de la producción agroalimentaria? Con razón el presidente Chávez exclamó últimamente: ¡Ya basta de traidores!

Por nuestra parte, con la sencillez característica del hombre del campo, luego del “jamaqueo” de 2002, sugerimos a nuestro gobierno la factibilidad de solucionar el problema de la falta de producción agroalimentaria, con una masificación de los trabajos del campo. A los efectos, tuvimos la percepción de que el Presidente nos escuchó cuando, conjuntamente con el ministro Ramírez, le puso el visto bueno a la constitución de PDV-agraria. Pero, al parecer, la indiferencia de gobernadores y alcaldes impidió la ejecución práctica. De ahí, quizá, surgió la necesidad de la reforma de nuestra Constitución Bolivariana.

De todas maneras, no es mucho el tiempo perdido. Pero debemos evitar más diferimientos pues, otra vez, los golpistas de la nostalgia andan pregonando otro descalabro por la falta de comida de producción propia. Es que ya sienten llegar el décimo martirio para ellos. Es decir, el décimo proceso electoral (23N) en el que, ahora sí, van a perder lo poco que aún tienen. Y en cuanto a la revolución socialista, una recomendación a los camaradas candidatos en las 24 circunscripciones: ¡A ganar!. Pero no volver a caer en la dejadez hacia el campo venezolano. Y desde ahora, si es que no lo han pre anotado, incluyan en agenda como punto prioritario, lo de la masificación de los trabajos para la producción agroalimentaria. Ayuden al Presidente Chávez. Y borren de una vez por todas el prurito en cuanto a que quien labora en la tierra tiene que esperar el producto para comer. Un salario digno es lo justo. No olvidemos que la tierra sí paga.

Patria, socialismo o barbarie. Venceremos!

*pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez*


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