Detengamos la guerra antes de que empiece

Este sábado, 6 de diciembre del 2025, ciudadanos norteamericanos en al menos cinco ciudades se movilizarán bajo el lema "¡Detengamos la guerra antes de que empiece!", en rechazo a los planes de intervención militar anunciados por el presidente Donald Trump y su gabinete.

La convocatoria, impulsada por organizaciones sociales y portales alternativos como Answer, busca frenar una escalada bélica en el Caribe que amenaza con repetir los errores históricos de Vietnam e Irak.

Una amenaza que se cierne sobre el Caribe

Las declaraciones ofrecidas por Trump el pasado martes, acompañado de su equipo de gobierno, han encendido las alarmas en la región. El mandatario anunció la preparación de ataques terrestres, la exigencia del cierre del espacio aéreo y la orden del secretario de Guerra, Pete Heseth, de "matar a todos los supervivientes de las embarcaciones inutilizadas" en aguas caribeñas. Estas palabras, cargadas de violencia y desprecio por la vida humana, han generado un rechazo inmediato tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

La región del Caribe, históricamente marcada por la presencia militar estadounidense, vuelve a convertirse en escenario de tensiones geopolíticas. Venezuela, país soberano y con una tradición de resistencia frente a las imposiciones externas, aparece nuevamente en el centro de la disputa. La amenaza de intervención no solo vulnera el derecho internacional, sino que revive el fantasma de las invasiones que han dejado huellas imborrables en la memoria colectiva.

El rechazo popular en Estados Unidos

Lejos de ser unánime, la postura belicista del gobierno estadounidense enfrenta una oposición creciente en su propio territorio. Según datos difundidos por Answer, el 70% de la población se opone a los ataques y rechaza cualquier intervención militar contra Venezuela. Este dato refleja un cambio significativo en la conciencia ciudadana: los estadounidenses no olvidan las consecuencias de las guerras emprendidas en nombre de la "seguridad nacional".

Las movilizaciones previstas para este sábado en ciudades como Nueva York, Chicago, San Francisco, Miami y Washington buscan visibilizar ese rechazo. Con pancartas, consignas y actos culturales, los manifestantes exigirán que se detenga la maquinaria bélica antes de que se desate una nueva tragedia. El lema "Detengamos la guerra antes de que empiece" sintetiza la urgencia de frenar un conflicto que, de materializarse, tendría consecuencias devastadoras para toda la región.

Lecciones de Vietnam e Irak

La historia reciente ofrece lecciones que no pueden ser ignoradas. En Vietnam, la promesa de una victoria rápida se convirtió en una guerra prolongada que dejó millones de muertos y un país devastado. En Irak, la invasión de 2003, justificada bajo argumentos falsos sobre armas de destrucción masiva, generó un caos que aún persiste, con consecuencias regionales y globales. En ambos casos, la intervención militar no trajo estabilidad ni democracia, sino destrucción, desplazamiento y pérdida de legitimidad internacional para Estados Unidos.

Hoy, cuando se habla de ataques en el Caribe, esas experiencias resuenan como advertencias. La lógica imperial de imponer la fuerza militar sobre pueblos soberanos ha demostrado ser un fracaso, tanto en términos humanos como políticos. Repetir ese camino sería condenar a nuevas generaciones a cargar con las heridas de una guerra injusta.

Venezuela y la defensa de la soberanía

Para Venezuela, la amenaza de intervención representa un desafío directo a su soberanía nacional. El país ha sido objeto de sanciones, bloqueos y campañas mediáticas que buscan debilitar su capacidad de decisión autónoma. Sin embargo, la resistencia del pueblo venezolano y el respaldo de movimientos internacionales solidarios han impedido que esas políticas logren sus objetivos.

La defensa de la soberanía no es solo un asunto interno: es también un principio fundamental del derecho internacional. Ningún Estado tiene el derecho de imponer su voluntad mediante la fuerza. La amenaza de ataques terrestres y asesinatos extrajudiciales en el Caribe constituye una violación flagrante de ese principio, y debe ser denunciada en todos los foros internacionales.

Una voz colectiva contra la guerra

El llamado de los ciudadanos norteamericanos a detener la guerra antes de que empiece es un gesto de esperanza. Demuestra que, incluso en el corazón del imperio, existen voces que se levantan contra la violencia y la injusticia. La solidaridad entre pueblos, la memoria de las guerras pasadas y la defensa de la vida son los pilares de esta movilización.

Hoy más que nunca, resulta necesario recordar que la paz no se construye con bombas ni con órdenes de exterminio. La paz se construye con respeto, diálogo y reconocimiento de la soberanía de los pueblos. Detener la guerra antes de que empiece es un deber ético, político y humano.



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Oscar Bravo

Un venezolano antiimperialista. Politólogo.

 bravisimo929@gmail.com      @bravisimo929

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