Las cifras miden con frialdad rasgos de individuos sin rostro, que homogeneizan, que reducen dramas personales muy diferentes... La muerte de una persona puede ser una tragedia, la muerte de miles o de millones de ciudadanos suele convertirse en una simple estadística. Con frecuencia necesitamos que un novelista, un poeta, un pintor, un fotógrafo o un director de cine nos describan los rostros que hay detrás de las estadísticas.

Joan Benach y Carles Muntaner.

29 muertes maternas se han registrado en el Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda de Barquisimeto en lo que va de este año 2015, hospital que depende de la Dirección General Sectorial Salud de la Gobernación del Estado. 29 larenses murieron, 29 madres fallecieron, es una cifra terrible que nos obliga a la reflexión y a la acción.

Quien mira por encima, quien mira hacia otro lado o quien cierra los ojos es, como mínimo, cómplice de lo que sucede. Y ante esta terrible situación no podemos mirar por encima ni mirar hacia los lados ni cerrar los ojos.

La mortalidad materna es la expresión más clara de desigualdad social. Pese a que el embarazo y el parto no son enfermedades, todavía nuestras mujeres mueren de las mismas causas que aquellas que morían a comienzos del siglo pasado, causas que en su mayoría son evitables. Pese a los avances científicos aún no se puede predecir con certeza cuáles serán las mujeres que experimentarán complicaciones obstétricas, por tanto asegurar una intervención eficaz e inversión en maternidad no solo reduce la mortalidad materna, sino que también contribuye a la mejor salud, calidad de vida y equidad para las mujeres.

Según la décima clasificación internacional de enfermedades de la OMS (CIE-10) la muerte materna se define, como la defunción de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del embarazo, debida a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por causas accidentales ni incidentales. Según la causa médica, las muertes maternas se subdividen en dos grupos: obstétricas y no clasificables. Las causas obstétricas se subdividen en directas e indirectas. La Muerte materna obstétrica directa: se refiere a las muertes maternas que resultan de complicaciones obstétricas del embarazo, parto y puerperio, de intervenciones, de omisiones, de tratamiento incorrecto o de una cadena de acontecimientos originada en cualquiera de las circunstancias mencionadas.

En gran medida las muertes maternas son evitables, se pueden prevenir con la aplicación de la tecnología disponible, calidad de la atención y el patrón de uso de los servicios. Es por ello que la Mortalidad Materna es un indicador de las condiciones y calidad de la atención de los servicios de salud y en el caso del Estado Lara es el indicador que refleja la deplorable gestión en salud del Gobernador Henri Falcón.

Bajo la administración de la gobernación se encuentran 10 hospitales, y más de 100 ambulatorios distribuidos en toda la geografía larense, el 90% de las salas de parto del estado Lara se encuentran bajo la administración del Gobernador Henri Falcón, y más del 50% de estas están inoperativas. En municipios foráneos como por ejemplo Urdaneta no se atiende un parto desde hace un buen tiempo, y en el resto de los municipios no se resuelve ninguna complicación obstétrica del parto y estos casos deben ser referidos a Barquisimeto, generando colapsos en el Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda.

El drama de las embarazadas de caseríos y poblaciones foráneas a Barquisimeto es dantesco cuando ocurre una complicación del parto, pues cuando llegan a los hospitales cabeceras de sus municipios (todos dependientes de la gobernación) estos no tienen los servicios necesarios para su atención, e inicia el drama de como trasladarse hasta Barquisimeto. Durante la gestión del Gobernador Falcón la operatividad del sistema de ambulancias públicas ha caído a más del 40%, generando un macabro aumento de servicios privados de ambulancia. Las embarazadas de caseríos y poblaciones foráneas al lograr llegar a Barquisimeto inician un nuevo drama ante la congestión de la sala de parto del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda, que imposibilita la atención inmediata de las pacientes.

Múltiples investigaciones científicas han demostrado que es en estos momentos en estos lapsos de tiempo que pueden ser incluso minutos, mientras se traslada una embarazada en ambulancia o mientras espera su ingreso a la sala de parto donde se originan las mayores complicaciones que hacen prácticamente irreversible la muerte de la parturienta.

Todos estos problemas desde la inoperatividad y la incapacidad de atención en las salas de parto de los hospitales foráneos, la deficiencia y falta de ambulancias para el traslado de pacientes embarazadas y el colapso del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda para la atención de las parturientas muestran dramáticamente como la deficiencia en la gestión de los servicios de salud pueden ser causa directa de indicadores tan terribles como los de la mortalidad materna. Y a estos problemas es importante sumar el deterioro de las consultas de control prenatal en toda la red ambulatoria y hospitalaria dependiente de la gobernación.

El fracaso de la gestión en salud se mide con muertes de nuestro pueblo, y nuestros muertos son evidencia del fracaso de las políticas de la descentralización de la salud. Pero paradójicamente pese a esta repudiable situación el Gobernador Falcón como burla a la dignidad del pueblo lanzo como candidata a la Asamblea Nacional a quien fuera su directora de salud Dra. María Teresa Pérez, quien usa la descentralización como bandera de campaña.

Es hora de parar este PROGRESISMO, es hora de acabar el desastre en la gestión de salud larense, es hora de trascender de la descentralización a un SISTEMA ÚNICO PÚBLICO NACIONAL DE SALUD que garantice salud gratuita y de calidad a nuestro pueblo.

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@dmonterocaon