Es innegable que, a pesar de la muerte del Comandante Hugo Chávez y de la guerra económica dirigida por la Embajada de EEUU y liderada por Fedecámaras-Venamcham, Venezuela ha mantenido la paz, el equilibrio económico y se ha profundizado la revolución socialista y bolivariana, bajo el liderazgo del primer presidente chavista y obrero, Nicolás Maduro. También, es innegable, el casi millón de personas que no votaron por Nicolás Maduro, a pesar de que nos lo pidió el Cdte Chávez, porque ese grueso representa a los oportunistas, clientelares, corruptos vestidos de rojo y porque subestimaron, en todo sentido, a Nicolás Maduro, al hombre pensante y de sus circunstancia. Aún lo subestiman, muchos oposicionistas, como también, los divisionista de nuestras filas.
Dado lo anterior, nadie suponía el giro que el Presidente Maduro daría a la táctica, enfrentando en el mero corazón del capitalismo, al poder económico que determina al resto de la superestructura del Estado, lo que le ganó la confianza plena de su Pueblo, incluso, de racionales y escépticos opositores, que luego, han reconocido la determinación del Presidente en defensa del salario de los trabajadores y amparo de empresarios, comerciantes y proveedores de servicios, que trabajan honestamente. Se sintió, efectívamente, el espíritu libérrimo de Hugo Chávez, en toda Venezuela, en un renacer esperanzado y confiado en Nicolás Maduro.
Muchos supusieron, erróneamente, que el Plan de la Patria o II Plan Socialista de la Nación, quedaría solo para el recuerdo, sin percatarse que semejante testamento, no solo para los venezolanos, sino de emulación en el resto del mundo emancipado, se convertiría, con Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, en Ley de la República, lo que nos garantiza su aplicación, "en cualquier circunstancia, pase lo que pase", según palabras del Comandante Supremo, porque "Hoy, tenemos Patria".
Y, nada de lo planteado será posible, si no impulsamos el Estado Comunal, a partir del Municipio Comunal, es decir, si no se le entrega todo el poder real al Pueblo, desde los municipios, no desde un Ministerio de las Comunas, que bien puede impulsarlas o estimularlas, aunque sin efectividad real, como se percibe hasta ahora.
Afortunadamente, gracias al chavismo cohesionado y a la lealtad contra todo protagonismo y boicot (abierto y solapado), garantizamos el que la mayoría de las alcaldías estén en manos de patriotas y no de la derecha. Desafortunadamente, perdimos algunas, por culpa de la traición, en ciudades como Barinas, Maturín, El Vigía, etc., en donde la mayoría del Pueblo, cree en el proyecto socialista y bolivariano, liderado por el Cdte Chávez. Debemos, entonces, construir las Comunas, educarnos en nuevos valores, los del socialismo, formar en escuelas y universidades, para tener ciudadanos socialistas y no capitalistas, por lo que debemos liquidar, de tajo, sin negociación y sin concesiones, las emblemáticas universidades que controla la derecha y convertirlas en universidades con nuevos valores, porque mientras existan fascistas que las controlen, como hasta ahora, seguirá la fábrica de fascistas, neorricos y corruptos desclasados, con pena étnica, al servicio de EEUU.
Finalmente, debemos estar alertas con la nueva trampa "cazabobos", que dan en llamar "reconciliación", otra vez, suponiendo que el Presidente es poquito para ellos o su conserje. Aquí, no puede haber reconciliación, ni sumisión, ni convivencia con el robo, la usura, el crimen, el sectarismo, el fascismo, la opresión y la maldad de la derecha más odiosa y criminal, que está atornillada en universidades, centros urbanos, instituciones, comercios, servicios y en todo espacio posible, aunque huela a incienso. Vamos a profundizar la revolución. Feliz año 2014!
El autor es: profesor
sipango60@hotmail.com
