En búsqueda de la inhabilitación de un Caprich

El asunto por el que escribo se debe al artículo en Aporrea, La MUD, una solapada traición a Capriles, del ciudadano Neri La Cruz.

Considero cierto lo que dice su autor sobre el aprendizaje del rol presidencial de Maduro, y hasta pienso que sólo en situaciones como las que hemos vivido podemos ver el temple de las personas en todo cargo público y apreciar la fortaleza como la debilidad de su liderazgo. En este sentido tengo cifradas esperanzas en que Nicolás, hoy presidente de todos las habitantes del territorio nacional, pueda acelerar el ritmo socialista y sepa sostener las políticas del Comandante como líder que está llamado a ser.

Pero estas letras no son para el Presidente, son a propósito de conocer al enemigo de clase y su vinculación con el conglomerado que vota contra el gobierno y se hace parte silenciosa de eventos que provocaron luto y desdicha.

Considero que nos alejamos del fascismo y la casi totalidad de la población desaprueba la violencia física por razones políticas. Muchas personas que son antichavistas están contra la violencia en cualquier forma y de seguro se sienten asqueados de los eventos que impulsó con su verbo el Niño de los apellidos. El problema es que permanecen callados y por la línea editorial de sus medios de deformación serán acallados.

A mi modo de ver el papel de la irresponsabilidad amarilla, su carácter político, es impresentable... irreversible, irrecuperable para la sociedad. Pero no creo que se vea desaparecido de la escena política por los otros voceros de la MUD. Ellos son más que cómplices, más que parte, son organizadores de grupos de nuestro gentilicio hacia la derecha por más que se tongoneen por estos lados.

Dicho de otro modo, el silencio de los de la MUD o su acoplamiento mediático y de palabra a las líneas conductoras del Niño es innegable en Aveledo, Velásquez, Falcón, la dirigencia amarilla y me dificulta creer que un vivaracho como Ramos Allup lo vaya a lanzar al foso después de dos años aceptando a regañadientes, pero tullido al fin, las directrices de la burguesía amarilla. Mucho menos cuando aceptan el tutelaje de los gringos.

Si concedo algo de razón al texto referido en eso de la posible defenestración del Capricho es que, metafóricamente, lo pudieran poner en un congelador, ingrávido, pero sólo por unos días, porque no tienen otro irresponsable que aparezca al frente, ¿a quién pondrían como líder? ¿quién se responsabiliza delante de las cámaras? ¿Carita Lavada de Ocariz, el Vámpiro? No tienen otras máscaras.

En la hora actual soy del pensar que la lucha nos está despertando. Había comenzado pero el dolor de acompañar a nuestro Comandante Supremo nos obnubiló. Las tareas de Nicolás son inmensas en nuestra sociedad rentística. No podemos esperar que los sostenes de la oposición hagan el trabajo de sacar al mitómano profesional de Caprichito, puesto que lo conocen y han trabajado juntos desde el 2009, ¡sin parar!... y han cosechado.

El recurso de Jorge Rodríguez cuando señala al candidato de los apellidos como el único que ha perdido en 6 meses es una distracción, es un argumento para la televisión, un mensaje para la cantera de burlitas que se pueden esgrimir con una vecina o vecino. Porque en buena lógica, en estos seis meses Capriles de 3 peleas perdió 2. Sí, perdió las más importantes, pero sigue en el ring y no tiene cara de tirar la toalla. Está en la esquina que ganó y si en 4 años con su equipo mudista sembraron y cosecharon, ahora se va a poner a sembrar.

¿En qué tierra? En la buena franja de la población que se abstiene, los jóvenes y, en general, en todos los que poseen una inmadurez política como para botar ya 2 veces por la opción de la derecha, a quien le doy unos millones... no sé cuantos, pero no pocos.

Ninguno de los otros partidos mudos posee ese dominio sobre el "electorado". Los otros partidos no tienen la cobertura y esa ligazón, están soportando la humillación de ser unos cascarones medio vacíos, al aguante... quizás esperando un resbalón, pero más nada, al fin prefieren la sombra.

Quiero decir que existe una cultura sobre la que se ha montado el Capricho a la que es muy difícil transformar porque está muy enraizada en conductas, cosmovisión, códigos lingüísticos de todo tipo.

Les pregunto para que actúen ¿ustedes tienen una "radiografía" de esa clase social y el apoyo masivo que ha recibido? Más allá de las estadísticas electorales o etarias, más acá del decir que son de derechas, ahora urge un examen más preciso porque lo que está planteado es una lucha en todos los órdenes que requiere de nuestra mejor disposición, sin descanso y con mucha claridad, puesto que uno de los escenarios es la lucha en el patio de la oposición y en un campo muy difuso y complicado, el de la mentalidad. Visto de otra manera, ¿cómo puedes acercarte a conversar con un carajo que sólo al ver el color rojo se le altera la vesícula? Nuestra población ha sido enfermada por los medios de deformación y con apoyo de profesionales universitarios, mientras eso siga continuará la cantera de manitos blancas y paranoicos. Un psiquiatra (Angel Riera y que estuvo en La Limonera cuando los fascistas mataron a los camaradas Reyes y Ponce y ha escrito en Aporrea el siguiente texto: La guerra camaleónica de Capriles) me dijo que ese inmenso grupo está en "una paranoia psicótica colectiva", que con educación sobre política y ética se puede solventar la situación... no tenemos tanto tiempo y mucho menos si no actuamos.

Una buena ayuda al proceso es avanzar por el adversario, puesto que no basta fortalecer a los nuestros. Necesitamos audacia y por eso el camarada Maduro apela a la batalla de las ideas.

Entonces la idea es articular para sacar del juego político a ese irresponsable. Hacia allá sería bueno apuntar baterías implicando la organización de base y popular.

Como mirandino les pregunto: ¿Será posible un revocatorio, tienen fuerzas y mente para revocar al Capricho? ¿será plausible inhabilitarlo a ejercer cualquier cargo público?


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