Arias Cárdenas, la ultra derecha y la ratificación de Hugo Chávez

La ultra derecha venezolana no ha habido libro, manual y consejas que no haya dejado de leer y de escuchar, tanto las autóctonas como las foráneas, TODO para salir del Comandante Chávez de una buena vez.

Para lograr la ultraderecha este propósito, todo es bueno, apetecible, paladean tan sólo de imaginar cualquier menú antidemocrático para lograr tan perverso fin, para que ese desenlace este a su favor y al servicio de sus intereses de clase oligarca pro imperialista se han valido de guarimbas, golpe de estado, paro petrolero con el añadido del control informático de PDVSA, infiltración hacia el Estado, el partido y el Gobierno, hacia las mismas filas de la Fuerza Armada Bolivariana y Chavista, planear el magnicidio con la Finca Daktari, sostenidas campañas en medios de comunicación privados, han importado experiencias luctuosas de Europa y hasta las aplicadas en los países europeos, africanos, centroamericanos, todo, pero todo! lo que este cerca del Presidente Chávez lo quieren contaminar, permear, fermentar, absolutamente todo!

Entre las disímiles variables por las que se pasearon los y las ultraderechistas con el apoyo del imperialismo mundial está la de minar espiritualmente al Comandante Chávez, erosionar su entorno afectivo social, destruirlo en su esencia humana, destruirlo en la calle, destruirlo en su ascendencia político social e institucional, tanto en la arena política, nacional e internacional y hasta en el seno de la propia Fuerza Armada Bolivariana. La Ultraderecha y sus acólitos han llegado al extremo de brindarle salutación al cáncer por su existencia para destruir vidas y más aún la vida del Comandante Chávez.

La Ultra derecha estudió el flujo y reflujo del movimiento de masa, los liderazgos nacionales y regionales, estudió la personalidad del líder Chávez, fabuló e inventó un menú a la carta para ir minando e implosionando desde afuera y desde adentro, véase el caso de Luis Miquilena, Alfredo Peña y otros personajes tanto como ayer, así como hoy, simularon estar con el Comandante para ganar espacio al interior de las fuerzas y de las tendencias revolucionarias y llevar a cabo su tarea, pero en la mayoría de los casos se la “chispoteado” la encomienda imperial .

Pero la joya de la corona para la ultra derecha fue atraer para sus filas al también simbólico Comandante del 4 de febrero, Francisco Arias Cárdenas, para así neutralizar, sonsacar, conflictuar la hermandad, la fraternidad de los líderes del movimiento insurrecto cívico militar y que quedara en la historia como una página oscura y simple, tropical, luego pasara al olvido colectivo nacional; allí se frotaban las manos los y las ultras derechistas, ahora si! se susurraban gozosos entre ellas y ellos, se jodió Chávez!.

Esa estrategia de los círculos reducidos de la ultraderecha pro imperialista develaba la gran debilidad que internamente les afectaba su supremacía en la lucha de clases en Venezuela, se trasnochaban por recomponer sus fuerzas partidistas, institucionales, sociales, buscaban desesperadamente liderazgos alternos al presidente Chávez y líder de la Revolución Socialista Bolivariana, los innumerables viajes al norte, golpes en la mesa por la desesperación y no es para menos, la ultra derecha no podía detener ese derrumbamiento de sus estructuras de poder oligarca pro imperialista, el avance popular revolucionario y el proceso constituyente les desarticuló develando que el auge de masa y de la aceptación cada vez más creciente del Bolivarianismo le reflejó a la oligarquía que la situación y reverberación político constituyente se les pasó a ser una crisis estructural del capitalismo como modelo para Venezuela.

Cuando el Comandante Chávez en sus soledades, quizás crueles, quizás luminosas; y en los desiertos áridos, arenosos y hasta espinosos de vida del Comandante Arias Cárdenas estos se rencontraron en el camino, la oligarquía los maldijo a ambos hasta más no poder y es probable que las asperezas y sutilezas entre los comandantes se vaya limando al calor del pueblo, cuando se recomponga el plantel de cuadros militares –que ha venido ocurriendo- cuando veamos como un continuo, el Caracazo, las insurrecciones del 4 de febrero y 27 de noviembre, el proceso constituyente y más aún cuando la extendida organización social popular en sus disímiles formas de lucha y organización, la ubicación de los distintos partidos sea vista por sus cuadros dirigentes más allá de estructura orgánica, sea vista más allá de simples aparatos para la puja institucional, cuando además impulsemos todo el andamiaje para una nueva y fiel correspondencia al texto constitucional, al plan nacional socialista con peso en lo popular, en lo comunal y el pueblo ejerza su poder para la mayor suma de felicidad, allí está germinando ese camino del No Retorno.

En el Zulia, viene siendo cada día menos la resistencia a la aceptación de nuevo del Comandante Arias Cárdenas, paulatinamente se vienen abriendo puertas; las concentraciones de la Cabimas siempre Rebelde, las concentraciones en el Sur del Lago y en el propio Maracaibo y San Francisco, la misma efervescencia social con las Misiones, la renovación de cuadros políticos en las distintas comunidades y en los espacios institucionales es muestra fehaciente que en el Zulia y en el resto de los estado del país como Carabobo, Amazonas, Táchira y Miranda, así como Nueva Esparta está llameando la insurrecta fogata de la patria, está llama también está muy presente en los estados y Alcaldías que están en manos de los y las revolucionarias y que el pueblo está planteando profundizar el proceso revolucionario.

En cuanto a la institucionalidad, vale decir, PDVSA, ministerios, gobernaciones, alcaldías y demás instituciones aún perviven funcionarios y funcionarias con viejas prácticas de la ultraderecha e inclusive personas con el diversionismo ideológico, con el oportunismo en pasta, alentadas exclusivamente con hacer rendir fruto a su proyecto personal con sus mezquindades y miserias humanas. Estas personas no pueden dirigir el proceso, no están facultadas ni ética ni moralmente para estar al frente del No Retorno, no se trata de desatar desenlaces mezquinos, ni luchas fratricidas, muy por el contrario, abrir espacios porque el proceso constituyente no ha llegado a su fin.

En el punto del No Retorno hay que profundizar la lucha política ideológica en filas revolucionarias, impulsar el Programa que es el texto constitucional, acentuar la lucha de clase, reconocer y valorar si surge una derecha como alternativa al proyecto bolivariano, pero que surja esta derecha en buena lid, ganándose a pulso sus espacios con el sudor de su frente, que respete en serio y de verdad, verdad, el texto constitucional, que tenga consciencia de lo que significa la lucha política, que posea una pizca, una dosis –aunque sea mínima- en sus postulados de lo que el nacionalismo y la soberanía implican.

En resumen: está planteado un rencuentro de las filas genuinamente revolucionarias, más allá de lo electoral, deponiendo intereses particulares; con el triunfo del Comandante Chávez, las fuerzas imperiales, la ultraderecha y sus reductos no aceptaran de buena gana su derrota y no cuesta pensar que en su desespero tendrán una contraofensiva a pesar de que tengan sus fuerzas sociales disminuidas. ¿Echarán el resto?

En el ámbito revolucionario hay que incorporar a valiosas mujeres y hombres que como cuadros revolucionarios y revolucionarias están por allí consecuentes, tanto civiles como militares, que están en distintos ámbitos de la geografía nacional haciendo revolución, apoyando al líder y al proceso, que tienen formación, que tienen experiencia, que tienen fidelidad y trayectoria revolucionaria a toda prueba y contra todos los avatares de la lucha de clases, que acumulan acervo y legado para ir a la verdadera transformación del Estado, del gobierno y de todas sus instituciones con el propósito, eso si, del No Retorno.

Es la sumatoria pues, de las inteligencias populares, de las inteligencias revolucionarias contra la inteligencia de las clases oligarcas y de su ideología y la dominación mental que impregnan como proponentes del Capitalismo.

Estos y así como otros muchos, son los retos del Punto de No Retorno.

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Gaspar Velásquez Morillo

Perfil de Gaspar Velásquez Morillo. Venezolano. Lic. en Periodismo egresado de la Universidad de la Habana Cuba. Master en Periodismo por la UNESCO. Candidato a Doctor en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Línea de Investigación: Gestión Pública Bolivariana. Especialista en Políticas Públicas. Especialista en Ciencia Política. Profesor Universitario en Pre y Postgrado. Facilitador de Procesos Socio-Políticos y Educativo. Asesor Político Comunicacional. Consultor de la Asamblea Nacional 2001 2005 en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y Ley de la Defensoría. 1er Secretario del Consejo Legislativo del estado Trujillo en la República Bolivariana de Venezuela, año 2000.

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