Apacuana, símbolo de resistencia indígena al Panteón Nacional

 El día 09 de junio del 2010 se realizó un conversatorio sobre la historia de Apacuana, aborigen heroica de los Quiriquires en territorio de Los Valles Tuy. Esta actividad de gran significación histórica realizada en la Plaza Zamora de la población de Cúa, promueve la pronta presencia simbólica de la líder indígena Apacuana en el Panteón Nacional, a través de la iniciativa del Ministerio del Poder Popular para la Mujer e Igualdad de Género, Instituto Nacional de la Mujer, Cámara Municipal del Municipio Urdaneta, cronistas, historiadores, cultores  y   pueblo cueño en general. 

Entre muchas intervenciones de referencia histórica, cabe destacar a los cronistas tuyeros, especialmente de Cúa; Profesores Adolfo Angulo Pérez y Manuel Vicente Monasterios (investigadores de Apacuana), a pesar del esfuerzo por rescatar y aclarar al máximo la historia de la indígena Apacuana y su posible derivado en cuanto al nombre de Cúa, es necesario comentar que todavía se perciben algunas dudas en la historia de Apacuana y el posible origen del nombre de Cúa mitificado durante muchos años por un “inexistente” y creado “indio Cué” que, cual herencia española tergiversada, permanece presente como historia en el colectivo de algunos cueños.    

A principios del siglo XVI cuando los conquistadores llegaban ante los indígenas, estaban en la obligación de leerles un Requerimiento: anunciaban que venían en nombre de un Rey todopoderoso para posesionarse de esos territorios y sus riquezas, y para inculcar a sus habitantes la religión católica. Los indígenas disponían de un tiempo prudencial para expresar su aceptación. A veces alguien lograba traducirles esa lectura y, si los indígenas aceptaban el vasallaje, los españoles tomaban posesión en un acto solemne, ceremonia que se efectuaba en presencia de un escribano y un veedor –incluidos en toda expedición- desplegando el estandarte de la Corona y clavando una cruz de palo en el suelo (1)

El relato histórico anterior lo destaco, porque la investigación del cronista Manuel Vicente Monasterios, deriva del libro “La Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela” del cronista José Oviedo y Baños y de algunos cálculos matemáticos de leguas descritas por los españoles y llevadas por Monasterios a posibles kilometrajes que acercan a Cúa según puntos de referencia expuestos en su investigación. Sin embargo, el poeta e historiador José Sáez (J. J. Berenguer), hace valer otra investigación derivada de los posibles pergaminos de escribanos españoles sobre las “indias occidentales” que hablaban de los Quiriquires y, según él, se encuentran en archivos históricos de Barcelona, España, al  tiempo que Sáez, parte del lenguaje Quiriquire que destaca al cangrejo en los nombres aborígenes. 

Tomando referencias de los cronistas, historiadores, pintores, mitos, leyendas y de la propia presencia científica animal; este narrador (Larry Márquez),  decidió escribir el ensayo “Cúa, tierra de cangrejos”, observando que en el presente, pueden conseguirse todavía estos pequeños animales que bajan desde la montaña de La Magdalena y llegan a los pozos ya contaminados en Quebrada de Cúa y otros espacios y adyacencias de Cúa (2).  Aquel ensayo fue desestimado por el comentario de un seudónimo llamado “Mongo” quien, en reiteradas oportunidades, solicita concluir y resultar al sacar consecuencia de una cosa, es decir “inferir”. Quien escribe, al escuchar el insistente “inferir” de Monasterios en su intervención de orador sobre Apacuana, siente la sospecha del hombre que ha dicho que José Sáez y Larry Márquez son unos poetas utópicos y soñadores que desvirtúan la historia de Cúa en esos simples relatos. Pienso que, al colocarse un seudónimo y evitar colocar su nombre, me hace pensar de  alguna duda o vacío en su investigación. 

El 14 de junio de 1579 se realiza la 1ra. Expedición contra los Cumanagotos comandada por Garci González de Silva. Enviado por el Gobernador Pimentel, González de Silva intentó establecer una población en el Morro de Barcelona; desistió de la idea por oposición indígena fundando entonces a Espíritu Santo de Querequerepe, en las márgenes de Unare. El poblado fue abandonado al año siguiente. El 1ro de diciembre de 1584 se funda San Juan de la Paz por Sebastián Díaz de Alfaro. El Gobernador Rojas quiso encargar a González de Silva para que continuara con la colonización, pero éste no aceptó por los contratiempos que había tenido. Se le encomendó entonces a Díaz de Alfaro, quien fundó San Juan de la Paz a Orillas del Tuy y a 4 leguas de la desembocadura del Guiare. Inicialmente floreció por el descubrimiento de las minas de oro de Apa y Carapa, pero después fue abandonada a causa de lo insalubre y desapareció totalmente (3)

El escrito de Monasterios basa el nombre de Apacuana según investigación etimológica de Arístides Rojas en lengua cumanagota;  “árbol de vera” (Bulnesia arbórea), Ku significa agua y Ana significa gente, es decir, “gente del agua”, destacando la posibilidad de la palabra Cúa proveniente de Apacuana. El poeta José Sáez relata que según el lenguaje Quiriquire en los pergaminos españoles, Apacuana significa “hermosa hembra cangrejo” y Cúa como tal, cangrejo. Aunque con la coincidencia de ambos respecto a una indígena Caribe de la tribu Quiriquire (hombres de agua). Los Quiriquires estuvieron asentados en los Valles del río Tuy denominado por los aborígenes como Tucuy (Monasterios) y que Sáez traduce en el lenguaje aborigen como “aguas turbulentas de yuca”.  

En el conversatorio, se expuso un hermoso afiche y  pendón con la indígena Apacuana retratada por el pintor cueño Pedro Pablo Muñoz, aunque en la Casa de Zamora se exhibe la obra Apacuana del escultor Escalante “presuntamente” bajo inspiración de la obra del pintor Muñoz,  quien dibujó los relatos del cronista Angulo Pérez.  Monasterios, rechazó la palabra “cacica” que le antecede a Apacuana en el afiche, (si bien es cierto, la  opinión es compartida por este autor, pues, cacica es la mujer del cacique, término machista español que además se orienta como la señora del vasallo, súbdito del rey). La vice-ministra de la mujer presente también corrigió la palabra “india” en el insistente uso que marcó Monasterios, destacándole la utilización de “indígenas” y “aborigenes” al igual que afrodescendientes por negros.  

En otras historias locales han dado la posibilidad que “Cúa” (nombre también de un río en España) derive de los “cumanagotos”, al igual que la fecha correcta de su “fundación”, un 18 de octubre, en vez de un 06 de octubre como se celebra en la actualidad. A pocos meses de llevar al Panteón Nacional (estimado para la primera semana de septiembre del 2010),  a la aborigen Apacuana, como símbolo de resistencia indígena en su liderazgo de aquellos tiempos, sería muy importante, terminar de aclarar algunas dudas posibles en esta historia que considero con vacíos. Debería constituirse una comisión que investigue verdaderamente la posibilidad de manuscritos españoles y otros textos documentados. Los testimonios coinciden en algunos aspectos, pero difieren abiertamente en otros puntos importantes, así el debate estaría abierto al pueblo participativo para opinar y reflexionar en una lógica sustentada.  

Recordemos que el propio Comandante Chávez expuso hace unas décadas junto a un grupo de militares, el árbol de las 3 raíces, el ensayo sobre las 4 Repúblicas y el nacimiento de una V República con nueva Carta Magna y visión de otros paradigmas de Patria en una Constituyente inédita en la historia de Venezuela, concreción aceptada hoy día por historiadores que diferían con 7, 8 o más repúblicas según análisis e intereses propios de una clase pudiente. 

  1. Cuadernos Historia de Venezuela (I), Cadena Capriles, año 2000
  2. “Cúa, tierra de cangrejos” (archivo 2009) – www.larrymarquezperalta.nireblog.com 
  3. Hechos y Fechas en la Historia de Venezuela, Ultimas Noticias, año 2000


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Larry Márquez Peralta


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