Estimadas(os) camaradas, bolivarianas(os), revolucionarias(os),
socialistas y chavistas:

Noto con tristeza y preocupación que algunos(as) camaradas están dejando
filtrar la desidia, el desdén, el guabineo, el blandenguismo, en sus
actuales posiciones en relación al camino, rumbo a la presidencia, de
Nicolás Maduro.

No camaradas, no hay espacio EN ESTE MOMENTO para ser blandengues ante esa
sucia, mentirosa, cobarde, miserable, fascista, asquerosa, apátrida y
mezquina derecha que quiere hacerse con la presidencia de nuestra Patria.

Me cuesta creer, camaradas, que hayan olvidado tan rápido ese fatídico 08
de diciembre del año pasado (fue el peor regalo de cumpleaños que he
recibido en toda mi vida), día en que nuestro camarada, hermano de vida,
hermano de lucha, el padre de nuestra revolución, nos hizo entender que su
estado de salud era delicado, por lo que había venido a su Patria a darnos
esa mala noticia y regresar a Cuba, pero no sin antes pedirnos que NOS
MANTUVIÉRAMOS UNIDOS. Coño!, no se puede andar diciendo, por un lado, que
amamos a Chávez, pero otro lado, cotorreando como persona chismosa, que
Maduro esto, que Maduro aquello, que Maduro no es profesional, que Maduro
es de la derecha, etc.

Compañeras y compañeros, yo he sido, directa e indirectamente perjudicado
por esas malas praxis de algunos dizque camaradas que han logrado cargos
importantes o al menos decisorios, en nuestra revolución. Por apenas citar
un ejemplo, en 2006, mi madre no sólo se quedó sin trabajo por causa de
una mala acción del dizque camarada merideño Hugo Peña (cito su nombre
porque este dizque camarada mantuvo a mi madre engañada por espacio de 2 ó
3 años haciéndole creer que le iba a resolver su problema), sino que
perdió sus prestaciones laborales, por esa misma causa.

Si, compañeras y compañeros, han sido varias las veces que me arrechado
con praxis como esas, no sólo las que me han perjudicado, sino también las
que han perjudicado a nuestros connacionales. Pero este NO ES EL MOMENTO
de hacer aflorar nuestra percepciones como individuos. ESTE ES EL MOMENTO
de cerra filas contra el principal enemigo de la revolución: esa derecha
que dirige a la oposición venezolana.

¿Recuerdan a Henri Falcón? ¿Recuerdan cuando Chávez, sabio visionario,
intento apartarlo de la candidatura de cara a las regionales de 2008? ¿Que
hizo en ese entonces, el pueblo larense, que al igual que muchos(as) de
nosotros(as) para ese entonces estábamos convencido que ese traidor era
Patria o Muerte con el proceso? ¿No salió ese pueblo larense a defender
esa candidatura? ¿Y qué resultó ser ese miserable? ¿Acaso Henri Falcón no
es in traidor del proceso y de la Patria?

¿Qué también tenemos enemigos dentro de la revolución? Si, claro que los
hay, pero ninguno de ellos peor que esa derecha que dirige a la oposición
venezolana.

Para finalizar: ¿vamos a traicionar a nuestro hermano Chávez dejando de
respaldar a quien el mismo seleccionó como su sucesor, al menos por ahora?
Yo no, independientemente de que Maduro me guste o no como candidato.

Ah, por cierto, obviamente que Maduro no es Chávez. Maduro es Maduro.

*Profesor de la Universidad de Los Andes
Área de Telecomunicaciones.


perezn@ula.ve