Erradicación del antisemitismo hacia Israel... ¿Y hacia Palestina?

Ambos pueblos tienen origen semita, ya que su lengua y cultura, dio origen a las lenguas semíticas incluidas en los dialectos antiguos y modernos del árabe, el hebreo, arameo, asírio, etc. Sin embargo, el origen semita que no tiene que ver exclusivamente con la etnia, se le ha dado una mala interpretación en estos tiempos relacionándolo con la raza, para defender los ataques al Pueblo Judío, sobre todo en el holocausto propinado por Adolfo Hitler durante la segunda guerra mundial; donde no solo padeció ese pueblo, sino también millones de civiles rusos y polacos.

Actualmente, el Estado de Israel ha pedido al Gobierno de nuestra República Bolivariana de Venezuela, apoyo para erradicar el antisemitismo, cuando la realidad es que Israel lo aplica a los Palestinos exterminándolos lentamente hasta adueñarse de toda Palestina así como del Líbano, antiguos territorios cananeos conquistados sangrientamente durante 50 años aproximadamente en el 1200 a. C.

El término semita, según las traducciones de la Santa Biblia, se refiere a los descendientes de Sem, hijo primogénito de Noé, que después del diluvio tuvo descendencia, al igual que su padre; dando origen a los antiguos pueblos fenicio, sirio y cananeo. Este último actualmente se extiende en los territorios de los pueblos de Israel, Franja de Gaza o Damasco y Cisjordania (actual Palestina) hasta el Río de Egipto, junto a Jordania, algunos puntos de Siria y el Líbano.

Los Palestinos tienen origen egipcio, hitita, hurritas, hebreo y amorreo; según los orígenes de los pueblos semitas en Canaán, este último fundado por Cam, hijo de Noé que se burló de su padre al embriagarse éste último de vino, maldijo sin querer en su ebriedad y su ira a su nieto Canaám y a todos sus descendientes, maldición que pareciera lamentablemente haberse cumplido hasta nuestros días.

Cuando los Pueblos del Mar derrotan a los hititas 1250 años a. C. (antes de Cristo), se levanta la Tribu Israelita pero no logra conquistar a Canaán. Pero después de 50 años logran conquistarla y muchos cananeos se mezclaron con israelitas pese a tener costumbres distintas, otros fueron desterrados junto a los que fueron descubiertos por cruzarse con los que ellos apodaban supuestos impuros o impuras (referidos a los de religión distinta a la hebrea)

Veo que Israel ha retomado la reconquista lenta de exterminio del territorio del antiguo Canaán que llega hasta el Río de Egipto, razón por la cual lo han considerado parte de la Tierra Prometida al pueblo de Moisés o pueblo hebreo liberado de Ramsés por la mano del Señor.

Desde que los judíos fueron reinsertados a su territorio de origen como Estado de Israel por la coalición aliada de occidente que venció a la alianza expansionista y sangrienta de Alemania y Japón en la segunda guerra mundial en compensación a la masacre a la que fueron sometidos, han querido volver a su antigua historia que comenzaron 1200 a. C.

Pero ese holocausto alemán pareciera ir quedándose pequeño en comparación al acumulado de muertes que el Estado de Israel le ha propinado al pueblo palestino desde que inició durante la guerra de los seis días en 1967 a pesar de replegarse de la Franja de Gaza a partir de agosto de 2005, así como las violaciones a los derechos humanos a los cuales han sido sometidos ancianos, mujeres y niños, tanto por tropas israelitas como por ciudadanos antisemitas palestinos. En fin, están haciendo una limpieza étnica para volverse adueñar de un territorio que antiguamente conquistaron por la fuerza durante 50 años sangrientos. A pesar del repliegue, le están aplicando un bloqueo unilateral, aprovechándose de su enorme fuerza y tecnología militar facilitada por los Estados Unidos de Norteamérica a cambio de la estabilidad económica judía a los mercados estadounidenses, lo que ha ocasionado enorme desempleo y hambruna provocando elevados índices de mortalidad, y desencadenando en consecuencia, el odio de ese pueblo árabe y a muchos árabes de otras naciones, hacia el Estado de Israel, lo que este último ha mal llamado antisemitismo hacia ellos como una medida de defensa mediática contra aquellos que los acusan de genocidas.

Esa impotencia de un pueblo compuesto por niños y jóvenes en su mayoría, que pareciera destinado a desaparecer porque sus costumbres religiosas son muy distintas a las judías, ha salido a las calles a lanzar piedras a los descomunales tanques de guerra israelitas para demostrar su impotencia y su dolor transformado en un llanto amargo ante el exterminio progresivo de su nación hasta ahora no reconocida internacionalmente como Estado de Palestina al igual que el reconocido de Israel.

Esas manifestaciones, han dejado más muertes y más incursiones brutales contra asentamientos palestinos (casa improvisadas debido a esa guerra interminable) en busca de supuestos activistas y donde al final mueren madres con cráneos hechos pedazos por poderosas armas automáticas ejecutadas delante de sus propios hijos. Y esto es verdad, porque ha salido por la prensa sin que el Estado de Israel haya indemnizado de forma alguna estas atrocidades, a veces solo se limitan con pedir una mera disculpa; o por el contrario como la mayoría de las veces, justifican la acción diciendo que albergaban a terroristas de Hamás o del mismo Hizbolá del Líbano que lanzan cohetes contra Israel.

Es una guerra entre primo hermanos que se tiene que acabar. Palestina nunca fue territorio legítimo de Israel ni lo será, salvo que el mundo permita que Israel la extermine gradualmente. Ambos pueblos con sus costumbres son amados por un ser misericordioso y bueno que los árabes llaman Alá, los hebreos Yahvé y los cristianos conocemos como Jehová.

Israel ha seguido el consejo de Barrabás menospreciando al de Jesús de Nazareth; en donde con amor y no con las armas y la violencia, se dominan imperios. Ejemplo tenemos a Mahatma Gandhi que logró liderar una revolución pacífica que venció al Imperio de Gran Bretaña en ese entonces que quería mantener invadida a India debido a su recurso de la sal. Algo muy parecido a lo que aplican los Estados Unidos por el petróleo de Irak.

Mi humilde opinión es que el Gobierno Venezolano ha hecho lo correcto pero parcialmente, al pronunciarse en contra del antisemitismo, pero en la prensa solo aparece el rechazo de este mal hacia el Estado de Israel, sin mencionar u olvidándose que el antisemitismo también debe ser erradicado de Israel hacia el Pueblo Heroico de Palestina y de las Repúblicas de Siria y el Líbano, éstas dos últimas agredidas militarmente no por casualidad, sino por la historia del antiguo territorio cananeo que Israel quiere volver a reconquistar por la fuerza gradualmente por considerarlo “la tierra prometida a Moisés”.

Y soy radical en esto que voy a continuación a decir, porque se trata de justicia y humanidad; Venezuela debería, no solo no nombrar embajador alguno en ese País por los momentos, sino expulsar el embajador de ellos de nuestra Nación sin dejar incluso a los encargados de negocios hasta que el Estado de Israel renuncie a estar invadiendo a la Franja de Gaza y Cisjordania para recuperarla por la fuerza como en la antigüedad, y reconozca de una vez por todas al Estado Palestino. Ya basta de muertes y de destrucción utilizando a ese humilde pueblo como zona de ensayo de armas de guerra con tecnología nueva, bajo el pretexto de que son atacados por los Palestinos por culpa del propio Israel que ha cultivado el odio en ese pueblo que lo que quiere es ser libre, autónomo y soberano como en la antigüedad lo fue en el antes del año 1200 a. C.

pradamiranda2004@yahoo.com


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Alberto Prada Miranda


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