Los que se autodenominan cuerdos tratan siempre con gran desprecio a quienes consideran locos, los primeros, los cuerdos, son aquellos que nada cuestionan, que cumplen las leyes a rajatabla aunque las leyes sean una mierda, que siempre se sitúan a favor del poder vigente y si en algún momento fueron arrastrados por una marea revolucionaria, se quedan ahí empantanados, y son incapaces de cuestionar las decisiones del nuevo poder porque piensan que sería traición, cuando en realidad traición es no atreverse a cuestionar, a decir que no. Los cuerdos viven, o mejor dicho sobreviven, arrinconados, evitando el menor riesgo, sin salir de su cueva, de la prisión que se han impuesto a si mismos. No se dan cuenta que el peor y mayor de todos los riesgos es no aceptar los riesgos que la vida tiene, pues este planeta no es un jardín del edén, plano y aburrido, sino un lugar de lucha, de esfuerzo y de lágrimas y risas. Los cuerdos padecen de una mentalidad autoritaria, respaldan a la fuerza represiva o forman parte de ella. A los cuerdos los aterrorizan los cambios, miran siempre con desconfianza cualquier novedad, salvo que ella provenga del aparato oficial dominante. Los cuerdos jamás han inventado algo, son ajenos a la creación, sólo disfrutan rutinariamente de la música, del poema, del cuadro, del aparato tecnológico, todos ellos inventados por los locos. Ellos prefieren ver el deporte que practicarlo, es más seguro y tal vez más barato. Los cuerdos son aburridos, creo que deben practicar el sexo bajo normas rígidas, la mayoría de las cuales fueron estampadas por sus padres. Los cuerdos viven pendientes de lo que pensarán y dirán los demás de su propia conducta y le tienen un miedo enorme al ridículo, por eso les es muy difícil dar un paso adelante.
Los locos en general son alegres, poco temerosos, les cuesta menos iniciar una amistad, no piensan que los congéneres los quieren joder. Los locos son creativos, ellos escriben, pintan y componen lo que los cuerdos leen, miran y escuchan. A diferencia de los cuerdos, que siempre están pendientes de la vida de los locos, a estos últimos les importa un carajo la vida cotidiana de los cuerdos, además ¿ Porque tendría que importarles siendo tan aburrida la vida de ellos? En una manifestación política los cuerdos se dedican a ver como la policía apalea a los locos, pero si un policía se equivoca y apalea a un cuerdo, los locos se apresuran a defenderlo. Los locos suelen leer noticias hasta de los países más remotos, mientras que a los cuerdos no les llama la atención porque no tienen que ver con ellos. Los cuerdos respetan todos los reglamentos y normas, a los locos las normas los tienen sin cuidado, sobre todo si se refieren a nimiedades. Los cuerdos se visten de modo formal, los locos como les da la gana. Si un cuerdo una noche se emborracha, al día siguiente se muestra arrepentido, en tanto el loco cuenta que lo pasó muy bien. Los locos sueñan todos los días con un mundo mejor, los cuerdos se conforman con el de ahora. El nosotros de los locos abarca a la mayor parte de la humanidad, mientras el nosotros de los cuerdos no pasa de su familia. Una de las mayores desgracias de la humanidad es que existen muchísimos más cuerdos que locos a pesar de que las tasas de reproducción son similares.
Tanto los locos que describo, o sea los locos lindos, como también los cuerdos ,pueden sufrir profundas depresiones y caer en el mundo repetitivo y sin sentido de muchos esquizofrénicos, entonces ambos dejan de ser cuerdos y locos lindos para convertirse en personas que sufren en extremo y que necesitan de tratamiento médico. Existe un último grupo que corresponde a los psicópatas, estos son asesinos, violadores, pedófilos y a menudo jefes de estado, banqueros y miembros de las fuerzas represivas, estos no se pueden definir como locos ni como cuerdos sino como hijos de p…. y son incurables.
