La OMM valida un nuevo récord mundial para el rayo más largo, que alcanzó los 829 km
Se extendió desde el este de Texas hasta las cercanías de Kansas City, en Estados Unidos.
El organismo advierte que, si bien son una fuente de asombro, los rayos también constituyen un gran peligro, por lo que son una de las prioridades de la iniciativa Alertas Tempranas para Todos.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) validó este jueves un récord mundial para el rayo más largo, que alcanzó una increíble extensión de 829 km y ocurrió en los Estados Unidos, en las Grandes Llanuras, una zona conocida por ser especialmente sensible a estos fenómenos.
Este rayo, que se produjo en octubre de 2017 durante un gran conjunto de tormentas, se extendió desde el este de Texas hasta las cercanías de Kansas City, lo que equivale a la distancia que separa París de Venecia en Europa.
Un automóvil tardaría aproximadamente entre ocho y nueve horas en recorrer esa distancia, y un avión comercial, unos 90 minutos.
Curiosamente, ese rayo en concreto no fue detectado en el análisis original de la tormenta, sino que fue descubierto al volver a revisar los datos relacionados con ese episodio.
La distancia recorrida por este rayo es 61 km superior al anterior, y también se produjo en las Grandes Llanuras.
"Los rayos, si bien son una fuente de asombro, también constituyen un gran peligro que se cobra numerosas vidas cada año en todo el mundo, lo que convierte a estos fenómenos en una de las prioridades de la iniciativa internacional Alertas Tempranas para Todos",
Celeste Saulo enfatizó que el récord pone de relieve cuestiones de importancia para la seguridad pública respecto a las nubes electrificadas, en las cuales se pueden producir rayos que recorren distancias enormes y que pueden tener graves repercusiones en el sector de la aviación, así como provocar incendios forestales.
La OMM también ha verificado previamente otros fenómenos extremos relacionados con los rayos:
Según los registros, la descarga del rayo individual de mayor duración se produjo de forma continuada durante 17,102 ± 0,002 segundos en el marco de una tormenta que se formó sobre Uruguay y el norte de Argentina el 18 de junio de 2020.
El impacto directo de mayor envergadura tuvo lugar en 1975, en Zimbabwe, donde 21 personas murieron cuando un rayo cayó sobre ellas mientras se refugiaban en una choza.
El mayor impacto indirecto tuvo lugar en 1994, en Dronka,Egipto, donde 469 personas murieron cuando un rayo impactó unos depósitos de petróleo y provocó que el líquido en llamas derramado inundara la ciudad.
Según Walt Lyons, experto en rayos y miembro del comité de la OMM encargado de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, los únicos lugares donde los rayos no constituyen una amenaza son los edificios sólidos que cuentan con redes de cableado y de tuberías, no estructuras como las instaladas en la playa ni tampoco las paradas de autobús.
Otro de los lugares considerados seguros es el interior de los vehículos con techo metálico completamente cerrado, no las motocicletas.
Si se dispone de datos fiables que indiquen la presencia de rayos en un radio de diez kilómetros, deberá buscarse refugio en un edificio o vehículo que brinde protección frente a los rayos.
"Cabe recordar que, como demuestran estos casos extremos, los rayos no solo pueden recorrer distancias descomunales en cuestión de segundos, sino que además forman parte de tormentas más grandes, así que hay que estar atentos", añadió Lyons.-
El fenómeno fue registrado durante una tormenta eléctrica en Estados Unidos y superó por más de 60 kilómetros la marca anterior.
Su detección fue posible gracias a la mejora en los sistemas de detección satelital. Conocé más.
El rayo más largo del mundo jamás registrado en la historia recorrió 829 kilómetros durante una tormenta eléctrica en octubre de 2017 en Estados Unidos. El "megadestello", como lo calificaron los especialistas, se extendió desde el este de Texas hasta las cercanías de Kansas City y superó por 61 kilómetros el récord anterior. La magnitud del fenómeno equivale a volar de París a Venecia o manejar durante más de nueve horas seguidas.
El fenómeno fue confirmado este jueves por integrantes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), quienes lo destacaron no solo por su gran impacto visual, sino también por su importancia científica. Sin embargo, aclararon que los rayos de esta magnitud representan una amenaza, ya que generan problemas para la aviación, incendios forestales e incluso ponen en riesgo la vida humana.
"Los rayos son una fuente de asombro, pero también un peligro importante que se cobra muchas vidas en todo el mundo cada año y, por lo tanto, son una de las prioridades de la iniciativa internacional Alertas Tempranas para Todos", advirtió Celeste Saulo, la meteoróloga argentina que es Secretaria General de la OMM.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia.
Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca
La detección de este mega rayo fue posible gracias a los avances en tecnología satelital, que superaron las limitaciones de los sistemas terrestres para registrar fenómenos extremos. Aunque el relámpago ocurrió en 2017, no fue identificado en el análisis original de la tormenta.
Su magnitud se descubrió recientemente, a partir de un reexamen detallado con nuevas herramientas de observación.
¿Cómo fue el rayo más largo de la historia?
El "megadestello" de 829 kilómetros ocurrió el 22 de octubre de 2017 durante una intensa tormenta eléctrica en Estados Unidos.
A diferencia de los rayos verticales tradicionales, este se desplazó horizontalmente a través de la atmósfera, sin tocar el suelo, lo que lo convirtió en un fenómeno aún más sorprendente y difícil de rastrear.
Los rayos convencionales rara vez superan los 16 kilómetros de longitud. Sin embargo, cuando alcanzan más de 96 kilómetros se los clasifica como "megadestellos".
Son eventos raros, relacionados con tormentas de gran duración que se mantienen activas durante muchas horas y cubren áreas extensas del territorio.
El rayo recorrió desde el este de Texas hasta las cercanías de Kansas City.
"Los extremos de lo que son capaces los rayos son difíciles de estudiar porque amplían los límites de lo que podemos observar en la práctica", explicó Michael J. Peterson, investigador del Instituto de Tecnología de Georgia y uno de los autores del estudio.
La incorporación de herramientas de observación desde el espacio fue clave para registrar este caso.
Gracias a los avances tecnológicos, ahora la mayoría de las zonas donde se registran fenómenos extremos cuentan con cobertura de satélites geoestacionarios.
Además, las mejoras en el procesamiento de datos permiten interpretar con mayor precisión imágenes de tormentas eléctricas y detectar eventos que antes pasaban desapercibidos.
Con estas herramientas, el Comité de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la OMM, que mantiene registros oficiales de extremos globales, hemisféricos y regionales, analizó y validó el nuevo récord.
Los hallazgos se publicaron este jueves en el Boletín de la Sociedad Meteorológica de Estados Unidos.
El primer lugar antes pertenecía a un rayo detectado en abril de 2020 en el sur de Estados Unidos. Ese destello había alcanzado los 768 kilómetros, pero fue superado de forma considerable por el registrado en Texas.
"Este nuevo récord demuestra claramente el increíble poder del medioambiente", señaló el profesor Randall Cerveny, portavoz de la OMM en temas de clima extremo.
Rayos que batieron récords: uno fue en Argentina
Además del rayo más extenso de la historia, otros fenómenos eléctricos extremos también marcaron récords en los registros meteorológicos.
El de mayor duración jamás documentado se produjo el 18 de junio de 2020, cuando un relámpago iluminó el cielo durante 17,1 segundos durante una tormenta sobre el norte de Argentina y Uruguay.
Este tipo de rayos son muy difíciles de detectar sin las herramientas adecuadas. Durante años, las estaciones terrestres fueron la principal fuente de datos, pero la incorporación de sensores en satélites geoestacionarios permitió identificar estos episodios en tiempo real y con mayor precisión.
No obstante, también hubo casos trágicos. En 1975, un único rayo provocó la muerte de 21 personas en Zimbabue, convirtiéndose en uno de los impactos directos más letales.
Y en 1994, en la ciudad egipcia de Dronka, 469 personas murieron luego de que un rayo cayera sobre tanques de petróleo, generando una ola de fuego que arrasó la zona.
La naturaleza impredecible se cobra vidas sin que se pueda prevenir su ataque .
NO SE DEBE SER DÉBIL, SI SE QUIERE SER LIBRE