(VIDEO) El Caracazo: Hace 34 años un pueblo en rebelión fue reprimido a sangre y fuego

El Caracazo es considerado el Día de la Rebelión Popular en Venezuela.

El Caracazo es considerado el Día de la Rebelión Popular en Venezuela.

El 27 y 28 de febrero de 1989, recién estrenado el Gobierno de Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato, Venezuela se vio sacudida por violentas protestas populares espontáneas y sin liderazgo alguno, detonadas por el alza del pasaje en el transporte público que comenzaron en Guarenas y rápidamente se propagaron en Caracas y otras ciudades del país, eventos que conocemos como «El Caracazo».

Ese día el pueblo «bajó de los cerros», un día que quedó grabado en la historia de Venezuela, el día en que el pueblo del país quinta reserva mundial de petróleo se levantó contra el sistema y las políticas neoliberales que lo habían sumido en la pobreza y la desesperanza.

Una ola de saqueos se desató, de manera particular en abastos, supermercados, carnicerías, establecimientos de artículos electrónicos y línea blanca, acción que fue objeto de una represión brutal por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, en especial la Fuerza Armada Nacional (FAN), quien bajo la excusa de «restablecer el orden» arremetió contra la población enardecida.

Caracazo: el 27 y 27 F un pueblo sin liderazgo se lanzó a la calle

Para explorar otra óptica de las causas del Caracazo conversamos con el economista y catedrático Vladimir Adrianza Salas quien destacó que el 27, 28 de febrero de1989 el pueblo venezolano sin liderazgo visible alguno se lanzó a la calle para protestar ante la aplicación de medidas económicas impuestas por el Fondo Monetario Nacional (FMI), durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez.

Adrianza señala que varios hechos se observan como antecedentes socio-económicos y políticos de los sucesos de el Caracazo, siendo el primero el llamado «Viernes negro» que ocurrió debido al alto endeudamiento del país acaecido durante el primer mandato de Carlos Andrés Pérez y el gobierno de Luis Herrera Campins.

Asimismo, resalta en segundo lugar la ausencia de medidas de ajustes para compensar la devaluación y su incidencias en la economía popular venezolana, entre estas el no haber ajustado el salario por más de ocho años.

«El país navegaba en un solo sentido, orientado a los intereses y privilegios de la clase dominante local que seguía las órdenes de sus pares en Estados Unidos en la conducción de la nación», asevera Adrianza.

Igualmente, indica que los partidos políticos Acción Democrática (AD) y Copei que eran sus intermediarios de clase, perdieron en esas fechas toda representatividad política y liderazgo ante la masa enardecida, la cual tomó las calles por su propia iniciativa para reclamar algo que se les había negado durante mucho tiempo.

El también analista político detalla que el gobierno de Pérez para aplacar el alzamiento popular hizo uso de métodos de guerra, lo que trajo como consecuencia miles de muertos entre la población pobre del país y particularmente de las barriadas populares «no contabilizándose con exactitud la cantidad de muertos para los cuales no hubo reclamo alguno por parte de organismos de derechos humanos internacionales», precisa.

El Caracazo impulsó cambios políticos en el país

Adrianza puntualiza que la insurrección popular del 27 y 28 de febrero del 92 impulsó los cambios políticos que sucedieron posteriormente.

A su juicio, fue una heroica advertencia para quienes gobernaban entonces y entregaban el país, la industria petrolera parcialmente nacionalizada o «chucuta» según Juan Pablo Pérez Alfonzo y a las empresas del Estado venezolano como las cementeras, cadenas hoteleras, bancos, telefónicas, líneas aéreas entre otras, como parte de pago de una deuda contraída con la banca internacional.

Subraya que estas advertencias no fueron escuchadas al tiempo que asevera que para 1989 las recetas neoliberales hundían a Venezuela en una profunda recesión económica y social.

«El pueblo estaba decepcionado en principio por la falta de democracia, una democracia de y para las élites donde el pueblo y sus legítimos intereses fueron totalmente invisibilizados», dijo.

Al respecto, el economista precisa que para el primer año del gobierno de Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato la inflación se ubicó por encima del 80%, superando el «nivel de asilo» expresión atribuida a CAP cuando los periodistas le advirtieron que según expertos, la inflación llegaría a esos niveles.

Por otra parte los escasos salarios, la inflación acumulada, la escasez de productos al alcance del pueblo, la pobreza crítica que rondaba el 40% de la población nacional según estadísticas de Fundacredesa, el estado de indefensión de la población pobre ante estos fenómenos económicos.

Al mismo tiempo considera que la carencia de todo tipo de insumos en los hospitales, el deterioro de la educación, pública, la entrega de las empresas del Estado y la ausencia de liderazgo que realmente representaran los intereses de un pueblo abandonado a su suerte llevó a la implosión que se inició en Guarenas el 27 de febrero de 1989.

El Caracazo y la rebelión del 4 de febrero de 1992: relación indisoluble

«Existe una relación indisoluble entre los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989 y el 4 de febrero de 1992, pues es indiscutible que lo segundo no hubiese sucedido sin lo primero, a la par de los sucesos del 27 de noviembre del mismo año», añade Adrianza.

Enfatiza que la adopción de las medidas del Fondo Monetario Internacional le costó la vida a muchos venezolanos en una nación en que sus mandatarios carecían en lo más mínimo del sentido de soberanía.

Adrianza hace referencia al inicio de la desnacionalización del país producto del irresponsable endeudamiento externo, lo que a su juicio, da origen a movimientos de reflexión dentro de las bases de los estamentos militares de ese momento, los cuales conllevaron a las rebeliones de 1992.

Igualmente destaca la deuda externa contraída por los gobiernos de AD y Copei (US$ 30 mil millones de deuda pública más US$ 5 mil millones de deuda privada), el fracaso del plan Brady en el primer intento de refinanciamiento de la deuda durante el gobierno de Jaime Lusinchi llamado por el entonces ministro de Relaciones Interiores Octavio Lepage como «el mejor refinanciamiento de la deuda».

También resalta, la aplicación de las medidas del FMI sin medidas compensatorias y la invisibilización de los legítimos intereses del pueblo venezolano en función de las élites nacionales e internacionales, «fueron los disparadores de la expresión de un pueblo que sin duda constituye la esencia de la nacionalidad venezolana».

Para culminar el profesor Adrianza puntualiza que aún falta mucho por decir de la Venezuela de los años 1970 y 1980 que dio origen a los sucesos de El Caracazo.

El Caracazo: los hechos

En horas de la mañana del 27 de febrero de 1989, la revuelta popular -iniciada en Guarenas- había llegado a la ciudad capital Caracas. En la tarde todos los comercios cerraron sus puertas.

Durante la noche iniciaron los saqueos en supermercados, abastos, licorerías, carnicerías, líneas blancas, mueblerías, de computación, agencias bancarias, entre otros. Los protagonistas: por hombres, mujeres, ancianos y niños, así como algunos grupos violentos.

Las fuerzas militares y policiales ya desplegadas se limitaban a acciones preventivas. Sin embargo, ese 27 de febrero se generó la primera víctima, Yulimar Reyes, estudiante de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien fue asesinada en los pasillos de Parque Central, por un policía que le disparó perdigones en la cara y cuello.

El 28 de febrero, el Gobierno de Carlos Andrés Pérez para controlar los saqueos aplicó el plan "Ávila", dando órdenes a la Guardia Nacional y al Ejército de acabar con la revuelta permitiéndoles el uso de armas de fuego. Como consecuencia, se emprendió una brutal represión contra la población.

El Gobierno decretó el estado de emergencia -Artículo 240 de la Constitución de 1961- así suspendió las garantías constitucionales dejando sin efecto por 10 días el derecho a la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad del hogar doméstico, el libre tránsito, la libertad de expresión, las reuniones en público y el derecho a manifestar.

Comienza la represión y caen los primeros muertos

El Ejecutivo envió cuatro mil soldados con tanquetas a las calles de Caracas para "restablecer" el orden, ubicando a los primeros grupos de militares en las faldas de los cerros para evitar que las personas continuaran bajando y se unieran a los saqueos. Los primeros disparos fueron como advertencia, pero después empezaron a asesinar gente.

Aún cuando ya habían cesado los saqueos, los militares continuaron disparando indiscriminadamente contra las casas y los habitantes de las zonas populares de Caracas. Allanaron casas en los barrios, supuestamente en busca de la mercadería, y para arrestar a los sospechosos.

Testigos relatan que durante esos fatídicos 27 y 28 de febrero, Caracas se llenó del eco de disparos de rifles y ametralladoras y cuando finalmente cesó el tiroteo la morgue se llenó de cadáveres y los hospitales eran insuficientes para atender a los heridos.

De acuerdo a las cifras oficiales los hechos de finales de febrero y principios de marzo de 1989 dejaron unos 300 muertos y más de mil heridos, pero reportes extraoficiales señalan que hubo unas dos mil personas fallecidas, miles de heridos e innumerables desaparecidos. También se registraron enormes pérdidas económicas y materiales.

El Caracazo | En Profundidad | teleSUR

Justicia por los caídos durante el Caracazo

En 1998, un fallo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, a 10 años de la masacre, ordenó al Estado venezolano indemnizar solamente a los familiares de 45 personas asesinadas durante la revuelta social.

Aún no se conoce el número exacto de muertos, heridos y desaparecidos en esos días de febrero y marzo de 1989. Aunque los hechos ocurrieron mucho antes de su mandato, el Gobierno del presidente Hugo Chávez reconoció la responsabilidad del Estado venezolano y en el año 2006 a través del Ministerio de Interior y Justicia, anunció mecanismos para indemnizar también a las víctimas que no tuvieron acceso a la Corte Interamericana.

El 30 de abril de 2007, el Comandante Chávez, ordenó el retiro de Venezuela del FMI, al cancelar totalmente la deuda externa, y destacó: «Cerramos un ciclo histórico de endeudamiento con el FMI y el BM que comenzó en 1989 el ex presidente Carlos Andrés Pérez, al firmar un acuerdo (…) causante del Caracazo».

El líder de la Revolución Bolivariana señaló que el Fondo Monetario Internacional debía ser clausurado. «Que desaparezca, se lo va a llevar la historia, ese es un mecanismo imperialista para saquear los pueblos», denunció entonces.

Han pasado 34 años desde que el pueblo se alzó contra el plan de recolonización a través de la imposición de medidas antipopulares dictadas por el Fondo Monetario Internacional. Hoy los venezolanos y venezolanas estamos constituidos de una poderosa conciencia histórica del pasado, presente y futuro lo que nos permite batallar contra las sanciones y bloqueos impuestos que pretenden acabar con el estado de bienestar del pueblo.

¡Prohibido olvidar El Caracazo!



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