En septiembre de 2001 el Movimiento 27 de Junio presentó a los afiliados del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa la Plancha 7 como una opción electoral. Quien suscribe junto a un grupo de colegas periodistas y trabajadores de los medios en general, asumimos el reto de plantearle al sector laboral en cuestión la necesidad de "revivir al SNTP", pero el esfuerzo no cuajó.

Habíamos conocido a principio de los años 80 un SNTP combativo y vigilante de las relaciones laborales en los medios de comunicación impresos, el cual había devenido en un SNTP con fuertes carencias:

Un SNTP de oídos sordos ante la censura interna de los medios y al maltrato de que eran víctimas los delegados sindicales, práctica recurrente en los medios.

Un SNTP carente de una posición firme ante las debilidades de las Inspectorías del Trabajo a la hora de ventilar los impasses laborales.

Un SNTP reducido, en lo que respecta a la actividad gremial, a una simple firma jurídica a la hora de cerrar una convención colectiva (e incluso muchas veces sin contar con la aprobación de los respectivos delegados sindicales).

Un SNTP que no rendía ni rinde cuentas de sus ingresos ni siquiera a sus afiliados, a quienes por lo general se les descuenta (previa autorización, eso sí) directamente de las nóminas de los medios los aportes correspondientes al sindicato. No en balde, nuestro principal lema de campaña fue: "Cuentas Claras Conservan al Gremio Unido", lo cual generó una gran resistencia por parte del aún Secretario General, Gregorio "Goyo" Salazar, y su equipo de entonces.

Un SNTP que retomaba la asesoría jurídica de León Arismendí, quien se había ausentado de las luchas gremiales para conformar parte del andamiaje que Teodoro Petkoff y Armando León montaron en Cordiplan para darle un toque liberal al tema de los pasivos laborales. O lo que se popularizó como el "saqueo de las prestaciones sociales". El mismo Arismendi que Carmona designó Ministro de Cordiplan, ¿sería la cuota de poder de Petkoff en ese efímero gabinete?; bueno, esa es otra historia.

Paradójicamente, habíamos conocido y apoyado a Gregorio Salazar en épocas de funcionamiento realmente difíciles para el SNTP. Cuando no existía una sede decente desde dónde operar. Cuando las autoridades que lo antecedieron habían ido abandonando el trabajo gremial sin percatarse de las ruinas que dejaban.

No obstante, jamás comulgamos con su concepción socialdemócrata. Nunca comprendimos porque fue un opositor beligerante a las operaciones de la FIP (Federación Interamericana de Prensa) en Venezuela en los tiempos que Katia Gil representaba esa organización; y como de la noche a la mañana cambió de opinión cuando la FIP lo designó a él delegado en el país. No lo comprendimos, pero sí supimos el porqué: La FIP desembolsa jugosos recursos en dólares para proyectos de investigación, alquiler y gastos de oficina, viajes y viáticos alrededor del mundo y un nada despreciable salario en divisas para su representante. Pero además, al ser Gregorio Salazar también el secretario General del SNTP y el representante de la FIP, todos esos beneficios quedan en casa. Es decir, ambas organizaciones funcionan en la sede de la avenida Andrés Bello de Caracas.

Sin embargo, lo señalado apenas son aspectos anecdóticos de cuyos ejemplos está plagado el mundo de la política y la actividad gremial. Ahora bien, debemos reconocer que con todos estos antecedentes, en septiembre de 2001 nuestra propuesta electoral no encontró aceptación en las mayorías que llevaron a la reelección a Salazar, quien incluso logró sumar a su causa a una buena parte de "chavistas" que ahora disfrutan de buenos cargos en el Gobierno, izan las banderas de la Revolución, se rajan las vestiduras y hasta denigran de Salazar y del SNTP cuando les tocan el tema. ¡Cómodos o hipócritas!

Como resultado de aquel proceso electoral, para el periodo 2001-2003, logramos obtener las secretarias de Cultura y Propaganda, Deportes y Festivales y un vocal en el Tribunal Disciplinario. Trabajar fue casi imposible, 2 cargos contra 5 en la directiva y ni hablar de la segunda instancia nos ataban de manos y pies y
casi nos empujaban para que pisaramos conchas de mango con la firma de comunicados infames y manipuladadores, como esos que ocasionalmente siguen apareciendo en todos los medios.

Llegaron los tiempos difíciles. El ambiente se calentó. En febrero de 2002, Luis Rafael Martínez, Alcides Castillo, Alexis González Marichés y el artículista, los tres periodistas egresados de la UCV y en pleno ejercicio profesional, decidimos que los periodistas progresistas necesitábamos una trinchera con más posibilidades de lucha para defender el verdadero sentir y quehacer del gremio.

Abandonamos el trabajo en el SNTP e iniciamos "La Opinión de los Periodistas", un programa radial que se trasmitía todas las tardes a la 6 por YVKE Mundial, dirigido a desenmascarar la manipulación y la doble moral de los medios y de algunos comunicadores; así como también a rescatar la ética y el ejercicio bien entendido de la profesión. Allí nos mantuvimos, incluso, durante los crueles días del Golpe del 11 de Abril. Hasta que meses después las autoridades de la emisora para ese entonces (Nora Uribe y Lil Rodríguez, específicamente) presionaron la salida del programa, lo que dio al traste con nuestro trabajo gremial.

Este breve relato, y seguramente poco importante para muchos, viene a colación a propósito de la colecta que hace unos días realizó Gregorio Salazar a nombre del SNTP para que Teodoro Petkoff cancele la multa impuesta por permitir en la páginas de su diario el abuso e irrespeto para con la hija menor del Presidente. Pues, no es la primera vez que "Goyo" reacciona de manera solidaria con las empresas editoriales. Mucho podrían contar al respecto los periodistas del extinto Diario de Caracas, de Granier; los del Nuevo País, de Poleo; los de Economía Hoy, de Di Mase; los corresponsales de El Carabobeño, etc.


El problema, Goyo, es que no se puede estar de lado de los patrones cuando se representa a los trabajadores. Esa historia de que están pelando y que si el sindicato no los ayuda van a quebrar y cerrar puestos de trabajo es pura paja. No dudes, Goyo, que Petkoff está rumbo a dejar el pelero con su Tal Cual. Los únicos que saldrán con las tablas en la cabeza serán en última instancias los trabajadores. Como siempre ocurre. Tú lo sabes, experiencia e esa materia te sobra. Y que al final de cuentas esa colecta es una raya más para el SNTP. Bueno y en definitiva: ¿qué es una raya más para un tigre? ¿Verdad Goyo?

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