La ignorancia y el miedo

Ya lo decía el visionario y liberador de cinco naciones Simón Bolívar "Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad." Por cierto que un compatriota comentó en antiescuálido mi ultimo mensaje ¿Dónde encontrar a los beneméritos que dirigirán a la Patria? El opinaba que el camino era la anarquía y no seguir buscando quien nos representara. Cuando es innegable e indiscutible que cada quien tiene un talento distinto y un pensar y hacer diferente y que para llegar a lo sublime se necesita la dirección de los más aptos bolivarianos y revolucionarios en todos los frentes de lucha. Tampoco son seres superiores los que se busca, sino humanos, que quieran orientar con su sabiduría y ejemplo al nuevo hombre para que ame cuanto le rodea.

La ignorancia

"Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción" Simón Bolívar.

Frase que el pueblo no ha comprendido todavía, la mayoría liga la ignorancia con la falta de estudios formales sin percatarse que en la vida se aprenden lecciones que muy difícil que puedan encontrarse en los libros y esto se evidencia en la vida diaria donde sobran los ejemplos. Sin ir muy lejos, en este y otros foros revolucionarios donde participan voces y plumas de compatriotas que reflejan rasgos bolivarianos, socialistas y revolucionarios, podemos observar que continúa la dispersión del amor y el talento. Cada uno por su lado defiende lo que cree justo y necesario pero no es capaz de debatir con el que piensa diferente y no hablo de los escuálidos porque las neuronas del sentimiento las perdieron hace mucho tiempo, hablo de los que discrepando o proponiendo algo diferente, tienen como norte la búsqueda de la mayor suma de felicidad posible para la Patria y su Pueblo. Ignorar la realidad nos hace instrumento ciego del fracaso de la Revolución Bolivariana.

Comprendo que existen múltiples circunstancias que no permiten integrar físicamente una reunión de compatriotas que quieran verdaderamente la transformación de su gente; pero hay que seguir luchando para lograrlo; porque sin un debate verdadero, donde todas las cartas queden al descubierto, el desarrollo de Venezuela se quedará en la categoría de un país bananero (en nuestro caso petrolero) e ignorante por los cuatro costados y no estoy hablando paja, un articulo de Yosmary de Rausseo publicado en Aporrea el 05/09/07, titulado “Sin Corrientes pero con Tendencias, el 20% del PSUV elegirá voceros” nos muestra como los manejadores de gente siempre se salen con la suya dejando al pueblo afuera, aplicando la técnica del cansancio y el aburrimiento con expositores responsables de la ineficiencia del proceso o con una convocatoria sin alcance y sin ingenio.

Lo difícil es sentar a la gente a debatir pero después de que esto se logra, las propuestas e ideas fluyen como los grandes ríos que cruzan a Venezuela, fuertes y turbulentos, que no se detienen nunca, aunque siempre estén llegando hasta el imponente mar que nos circunda. Al final cada quien se lleva una esperanza de que los acuerdos alcanzados, las promesas y los compromisos dados continúen su curso, lamentablemente esto no ocurre y la decepción por los incumplimientos, las traiciones y la aplicación de la técnica de los mareos (ponerte a dar vueltas buscando el nuevo sitio de reunión o de los recursos), va matando aquella sensación de bienestar y emoción con la que te retiraste en aquel encuentro, que pensaste sería el punto de partida de un movimiento que colaboraría con la grandeza de la Patria y su Pueblo.

No hay duda que muchas organizaciones se han unido, pero en su mayoría, para ir en contra del chavismo o ha favor de él pero pocas o casi ninguna para defender a su gente de aquellos, que de un lado o del otro, los mancillan y le faltan el respeto con su comportamiento indigno. Más de una vez he puesto el ejemplo de cómo los artículos groseros o burlescos son más leídos y comentados que aquellos que buscan el mejoramiento del ciudadano y de Venezuela entera. Muchos son los que avalan programas, donde según, se habla en el idioma de la clase marginada sin percatarse que así no somos los venezolanos, que esa jerga y ese mal hablar fue injertado por culturas foráneas de las más depauperadas de nuestras fronteras y afianzadas en muchas mentes por los medios de comunicación masiva con la intención de abrir más la brecha entre pobres y ricos, entre intelectuales e ignorantes.

Si no se lucha incansablemente para sacar al Pueblo de su ignorancia política, la apatía será mayor y los ineptos junto a los aprovechadores de oficio, que siempre aparecen de la mano de cualquier gobierno, continuaran robándose y despilfarrando los recursos de la Patria; recursos que podrían convertirnos en el nuevo ser humano que se esta esperando con ansias; ese que respete a sus semejantes y sea solidario con las angustias y los reclamos de sus vecinos su comunidad o Venezuela en todo caso. Si desperdiciamos esta oportunidad tan inmensa de corregir los vicios y patrañas inoculadas desde afuera, partiendo de que cada nación debe ser responsable por las necesidades de sus habitantes, no tendremos perdón de Dios y lo que es peor la culpa nos martillará el alma cada vez que lo recordemos.

El miedo

Sin duda alguna el miedo es uno de los factores fundamentales que contiene el avance del Proceso Bolivariano. ¿Quién no siente miedo, de ser despedido por opinar contrariamente al jefe?; particularmente esto se solucionaría buscando otro trabajo antes de doblegar los principios, pero este no es el caso para la política, donde el verdadero jefe es la comunidad que con ley escrita o sin ella puede despedir al que no esta siendo eficiente en el cargo encomendado por ellos. Entonces el miedo es de los enquistados en los cargos, que le hacen ver a las comunidades que ellos son regidores y administradores autónomos a los que hay que rogarles o jalarles para que cumplan algo que esta dentro de sus obligaciones como Bolivariano y Revolucionario.

"Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto." Simón Bolívar.

Cuando la Asamblea Nacional, con una mayoría “socialista” aprueba una ley de casinos y de juegos de invite y azar esta rompiendo con uno de los principios socialistas, porque incentiva la esperanza por el dinero fácil y no con el sacrificio y el esfuerzo, del hacer y del ahorro. ¿A quién le tienen miedo?

"La enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales es tan esencial como la instrucción." Simón Bolívar

Cuando no hay una intelectualidad bolivariana y revolucionaria que logre orientar al pueblo para reclamar con justicia la reorganización del Poder Moral para tener un Fiscal General que logre con éxito y la bo-luntad bien puesta, llevar a la cárcel a los delincuentes de alta alcurnia o poder económico; tener un Contralor General que no declare, “que hoy hay menos corrupción que en la IV, pero más denuncias”; cuando lo que se espera es ver la lucha contra la misma inhabilitando políticamente a los que les gusta despilfarrar los recursos del Estado; un Defensor del Pueblo elegido verdaderamente por el pueblo que no permita la especulación y los abusos contra los ciudadanos con toda impunidad y complacencia. Mientras esto no suceda no habrá quien aplique el Poder Moral definido en nuestra Constitución Bolivariana Título V, Capítulo IV, del que casi nadie habla pero es el que necesita realmente una reforma.

Bueno después de tanta perorata vuelvo hacer un llamado para que los que realmente aman a la Patria se dejen de pendejadas, de falsa vanidad y vano egoísmo y formen un grupo físico o virtual algo como la Sociedad Patriótica integrada por Miranda, Bolívar, Miguel Peña, Antonio Muños Tébar, Francisco Espejo, y otros Fueron ellos los que actuaron contra las vacilaciones del congreso de 1811 y los que pedían a diario la inmediata declaración de independencia. La voz de Bolívar resonó en la asamblea para decir lo que sigue siendo cierto ya vamos por los quinientos:

… “Trescientos años de calma, ¿no bastan? ¿Se quieren otros trescientos todavía?”

Como se sentirán esos espíritus que desaparecieron en las batallas luchando por la Patria y su Pueblo, al ver que no hemos comprendido una relación tan sencilla; los empleados públicos son pagados con el recurso del Estado, que es de todos, para que realicen el trabajo encomendado y si no son capaces de cumplir con eficiencia ese mandato deben renunciar y abrir paso como haría cualquier revolucionario que se respete y buscar otro frente de lucha donde su esfuerzo contribuya al avance del Proceso Bolivariano y si se negara hacerlo, destituirlo públicamente ejerciendo la presión necesaria, protestando con rebeldía y dejando de ser un útil borrego.

"Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos." Simón Bolívar


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Luis Díaz


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