El nuevo gabinete económico de Maduro

Se inicia un nuevo periodo de gobierno en medio de esta espantosa crisis económica generada por factores endógenos y exógenos cuyo fin es pulverizar la economía nacional y con ello provocar un estallido social que liquide el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Si bien, el gobierno nacional tiene como justificar tal situación lavándose las manos y de no asumir toda la responsabilidad de la crisis, no es menos cierto que ha sido por decir lo mínimo torpe en el manejo de las dificultades generadas como consecuencia de las acciones emprendidas por los enemigos del proceso bolivariano a escala planetaria. Sin embargo y a pesar de todos los errores cometidos, llegamos finalmente al veinte de Mayo de 2018, fecha fijada para las elecciones presidenciales por parte de la Asamblea Nacional Constituyente. El presidente electo y ya proclamado por el CNE es Nicolás Maduro Moros muy a pesar de amplios sectores descontentos opositores o no que se abstuvieron. No voy a analizar lo de la abstención por cuanto quien se abstuvo no cuenta y solo constituye una estadística. Cuenta el que ejerció su derecho al voto y eligió un presidente. Es un principio tan elemental la participación y la elección. Desde una junta de condominio hasta la elección presidencial se gana con los votos de quienes participan del proceso y el resto para la cola y ha calársela. La abstención en política no es una opción y eso lo saben quiénes la promovieron, pero sus planes son otros. Ellos apuestan a un estallido social, a una intervención extranjera velada o no (la tan cacareada ayuda humanitaria no es más que eso). En Venezuela no se ha desatado un desastre natural de grandes proporciones, no hay una guerra civil y no hay un conflicto armado. Sí hay una diáspora, pero quien se va lo hace de forma voluntaria. Lo anterior lo menciono porque sería lo único que justificaría una ayuda humanitaria. Un ejemplo brillante de esto que se dice en estas líneas lo dio el Comandante Chávez cuando rechazo cualquier tipo de ayuda por parte de los EE.UU. en medio de la tragedia de Vargas. Es hora de aprender.

Ahora bien a partir de aquí se inicia un nuevo periodo y que debe ser valorado en su exacta dimensión por el Gobierno Nacional. La gente voto por Maduro y tiene expectativas de vida en el futuro con este Gobierno. Lo peor que le puede pasar a un ser humano es precisamente perder esas expectativas. Allí que la función primaria, urgente e imperante del Gobierno es comenzar a trabajar en función de ese objetivo. Nicolás Maduro prometió en su breve campaña recomponer la economía y resolver la crisis, palabras más, palabras menos. La gente está en la calle esperando acciones concretas por parte del gobierno por cuanto desde hace ya bastante tiempo se percibe en la calle un clima de impunidad en lo económico y comercial que está matando literalmente a la gente, esa misma que voto por Maduro. (Solo el pasaje en el área urbana lo están cobrando ya a ocho mil bolívares). Sin embargo hay una oportunidad de oro de reivindicación del Gobierno y del proyecto original del comandante Chávez.

El gabinete económico del presidente Maduro estará conformado por Pascualina Cursio como ministra de economía, Tony Boza presidente del Banco Central de Venezuela, y Juan Valdez presidente del Seniat y María Alendra Díaz ministra de Comercio. Considero que Pascualina Cursio tiene un diagnostico bien preciso del problema y tiene soluciones para el problema lo cual ha sido público y notorio. Más recientemente hizo una serie de recomendaciones de carácter económico las cuales todas fueron y son muy acertadas. Toda la información, incluyendo análisis y gráficos está disponibles en Aporrea.org. Pero precisamos de la máxima colaboración del resto de los integrantes del gabinete económico y de los actores económicos así como también del pueblo organizado y de las Fuerzas Armadas Nacionales. Lo que el gobierno llama guerra económica yo lo denomino lucha de clases porque la lucha que se libra en la calle es entre el pueblo trabajador, la clase obrera profesional o no, y los sectores empresariales y comerciales, más el bachaquerismo corporativo y el de la calle donde se evidencia la lucha a otro nivel. De pueblo contra pueblo, o sea un canibalismo. Una acción macroeconómica bien llevada y ejecutada con precisión de mecanismo de reloj suizo más una acción de contundencia contra la impunidad en las calles es un binomio perfecto para empezar a enderezar el rumbo económico. Pascualina Cursio tiene lo más importante: preparación, trabajo, diagnóstico y ganas de hacerlo. No podemos equivocarnos esta vez porque el tiempo se agota y cada día que pase el nuevo gobierno sufrirá una erosión acelerada que compromete la viabilidad del nuevo gobierno de Nicolás Maduro. No queda sino desearle suerte al nuevo equipo económico y decirle al presidente Nicolás Maduro : "CABALLO VIEJO NO PUEDE PERDER LA FLOR QUE LE DAN PORQUE DESPUES DE ESTA VIDA NO HAY OTRA OPORTUNIDAD".

Profesor Universitario

Directivo Gremial



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