A 143 años de La Comuna de París (I)

Hoy 28 de mayo de 2014 se conmemoran 143 años de la caída de La Comuna de París, hecho histórico por cuanto significó la primera derrota sufrida por el poder oligárquico burgués por parte de la clase trabajadora y primer gobierno socialista de la historia, cuando el poder lo ejerció el proletariado por 70 días. Las condiciones en la que fue formada, sus controvertidos decretos y su cruel final la hacen uno de los más importantes episodios políticos de la historia de Francia. Los hechos, narrados por numerosos historiadores, ocurrieron más o menos de la siguiente manera:

Antecedentes

En 1848, en plena vigencia de la República, Francia eligió Presidente a Luis Bonaparte, quien por la fuerza y de manera fraudulenta, apoyado por la burguesía y el ejército, se hizo nombrar Emperador con la denominación de Napoleón III. Sus delirios de grandeza lo impulsaron a reeditar las conquistas de su tío Napoleón Bonaparte y emprendió, a partir de 1851, una serie de conflictos declarándole la guerra, entre otros, a países como Austria, Rusia, Italia, México…

En 1870 declaró la guerra a la Prusia de Guillermo I y Bismarck, cuyo ejército gozaba de una gran reputación por su organización, disciplina y poderío. La guerra fue un desastre para los franceses. En la Batalla de Sedán, prácticamente todo el ejército francés cayó prisionero de los Prusianos, incluido el Emperador. Francia estaba ocupada en parte por los prusianos que se quedaron a las puertas de París, declarando la creación del Imperio Alemán en el propio Versalles. Francia se quedó sin gobierno, lo que provocó los acontecimientos de la Comuna de París.

Es así como en octubre de 1870 se empezaron a producir en París manifestaciones para seguir la guerra contra los prusianos. Ante el temor de nuevas revueltas proletarias, las clases dirigentes (tanto monárquicas como republicanos burgueses) formaron un gobierno que pactó un armisticio con los prusianos, trasladándose además a Versalles para evitar al pueblo parisino. Así mismo se debían organizar unas elecciones para la creación de una nueva Asamblea Nacional.

En el París sitiado, la rendición del gobierno francés se vio como una traición por el proletariado, por lo que empezó a pedir la Comuna, la que se constituye con las armas de los arsenales y organiza la resistencia. En el resto de Francia, sin embargo, estos acontecimientos provocados por los proletarios y la pequeña burguesía parisina se vieron como otro intento de revolución, como en 1848.

El temor reinante entre los monárquicos y conservadores provocó que en las elecciones de febrero de 1871, de los 768 escaños electos, un gran número de representantes de izquierda fueron hechos prisioneros y/o perseguidos, por lo que la derecha hizo mayoría con 396 escaños con la presencia de 675 asambleístas, ya que 93 no se presentaron. La nueva asamblea no reconoció la nueva República proclamada en septiembre y eligió a Adolphe Thiers, político conservador, como jefe de Gobierno para desencadenar la contrarrevolución ante el descontento creciente de la Comuna.

La primera acción de Thiers fue intentar desarmar a la población de París, para lo cual pacta con Bismark la devolución de prisioneros de guerra para realizar la represión. Ante este intento el pueblo de París, junto a la Guardia Nacional –el pueblo en armas- sublevada del gobierno, les hace frente hasta incluso tener la posibilidad de tomar Versalles.

Ante los acontecimientos narrados, la Comuna de París fue constituida el 28 de marzo de 1871. Los 92 miembros del «Consejo Comunal», instituido por el pueblo, incluía obreros, artesanos, pequeños comerciantes, profesionales (tales como médicos y periodistas), y un gran número de políticos. Abarcaban todas las tendencias republicanas: desde republicanos reformistas y moderados, socialistas, anarquistas, proudhonianos, blanquistas (por el socialista Auguste Blanqui quien había sido elegido Presidente de la Asamblea de Comuneros) e independientes, hasta jacobinos que tendían a mirar con nostalgia la Revolución Francesa.

Se reconoce como la “I Revolución Socialista” por la iniciativa de creación de una organización político-administrativa, establecida casi de forma espontánea, con la unión de todas las ideologías representadas.

Como se organizó la Comuna

Los principales líderes vieron muy pronto que era imposible avanzar con el antiguo aparato administrativo heredado del Imperio de Napoleón III que, unido a la presión del sitio a la ciudad y la destrucción de gran parte de la industria en la guerra contra los prusianos, los obligó a tomar medidas de carácter revolucionario

El principal organismo creado fue el “Consejo de la Comuna”, coordinado por una “Comisión Ejecutiva”, con poderes legislativos y ejecutivos. También se crearon las “Comisiones” para el Ejército, la Salud Pública, el Trabajo, la Justicia, y muchos otros con la misión de aplicar la política correspondiente a su actividad, aunque siempre respondían ante el Consejo.

Consejeros municipales elegidos por sufragio universal constituían La Comuna, formada en su mayoría por obreros que podían ser removidos de sus cargos en cualquier momento, al igual que los jueces y todos los funcionarios, que ganaban lo mismo que un obrero. También se reorganizó la Justicia que pasó a ser gratuita, mientras que los magistrados se elegirían por votación.

Una de las primeras medidas de la Comuna fue disolver al Ejército regular (resabio del orden aristocrático), sustituyéndolo por la Guardia Nacional democrática, es decir por el “pueblo en armas”.

La Comuna de París respetó la propiedad privada de los grandes propietarios que se quedaron, expropiándose sólo a los que huyeron, y se entregó a las asociaciones obreras las fábricas que habían sido abandonadas.

Lo que fue considerado su mayor error fue que nunca llegaron a utilizar los depósitos del Banco de Francia, cuyo posible uso político hubiera obligado a la burguesía a conminar a Thiers a pactar con los comuneros.

Aún con la presión del cerco militar, la Comuna invirtió con diligencia en la ejecución de trabajos públicos, con la creación de correos y de un sistema sanitario, que garantizara la salud del pueblo y de las tropas de la Guardia Nacional en lucha.

Los pequeños industriales fueron respetados aunque en un nuevo marco de relaciones laborales, en la que el trabajador tenía sus derechos. Se prohibió el trabajo nocturno y la rebaja de los salarios, y se adoptaron políticas de higiene. Los alquileres empezaron a estar controlados por la municipalidad, fijándose un tope máximo. Como ejemplo, los miembros del gobierno se pusieron un sueldo igual al sueldo medio de los trabajadores, teniendo prohibido la acumulación y aprovechamiento propio de sus cargos.

La educación pasó a ser laica, gratuita y obligatoria. Los programas de estudios pasaban a ser realizados por los propios profesores, los cuales garantizaban el carácter científico de las disciplinas. También se creó una Formación Profesional en donde los obreros daban gratis las prácticas a los alumnos. Se crearon guarderías para cuidar a los hijos de las trabajadoras. También en el plano educativo destacó la Asociación Republicana de Escuelas con el propósito de crear en las universidades un estímulo basado en el conocimiento científico.

En el mundo del arte y cultural aparecen gran cantidad de asociaciones para la promoción del teatro y las bibliotecas.

La Iglesia, que durante la monarquía ejerció una influencia determinante, fue separada del Estado, avanzándose en la constitución de una sociedad laica.

Otros acontecimientos serán descritos en próxima entrega.

*Tesorero de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia

Economista


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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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