Entrevistando imaginariamente a Marx sobre lo tratado en: El capítulo XII de “El Capital” (II)

¿Qué puntos esenciales es necesario retener para comprender acertadamente la división del trabajo en la manufactura?

Para comprender acertadamente la división del trabajo en la manufactura es esencial retener los siguientes puntos: en primer término, el análisis del proceso de producción en sus fases particulares coincide aquí por entero con la disgregación de una actividad artesanal en sus diversas operaciones parciales. Compuesta o simple, la operación sigue siendo artesanal, y por tanto dependiente del vigor, habilidad, rapidez y seguridad del obrero individual en el manejo de su instrumento. El artesanado continúa siendo la base, base técnica estrecha que excluye, en realidad, el análisis científico del proceso de producción, ya que todo proceso parcial recorrido por el producto debe ser ejecutable como trabajo parcial de índole artesanal. Precisamente porque, de esta manera, la destreza artesanal continúa siendo la base del proceso de producción, cada obrero queda ligado exclusivamente a una función parcial y su fuerza de trabajo se transforma en órgano vitalicio de dicha función. Por último, esa división del trabajo constituye un tipo particular de la cooperación, y varias de sus ventajas derivan de la esencia general de la cooperación, y no de esa forma particular de la misma.

Si enfocamos más de cerca y en detalle nuestro objeto, comprobaremos en primer término que un obrero dedicado de por vida a ejecutar la misma operación simple convierte su cuerpo entero en órgano automático y unilateral de dicha operación, y que por eso emplea en ella menos tiempo que el artesano que efectúa alternativamente toda una serie de operaciones. Pero el obrero colectivo, combinado, que constituye el mecanismo vivo de la manufactura, se compone tan sólo de esos obreros parciales y unilaterales. En comparación con la artesanía independiente, pues, se produce más en menos tiempo, esto es, se acrecienta la fuerza productiva del trabajo. Asimismo, una vez que el trabajo parcial se ha vuelto autónomo convirtiéndose en función exclusiva de una persona, su método se perfecciona. La repetición continua de la misma actividad limitada y la concentración de la atención en dicha actividad enseñan empíricamente a alcanzar el efecto útil propuesto con el empleo mínimo de fuerzas. Pero como las diversas generaciones de trabajadores conviven siempre y cooperan al mismo tiempo en las mismas manufacturas, los secretos técnicos del oficio, adquiridos de esa suerte, pronto se afianzan, acumulan y trasmiten. En realidad, la manufactura promueve el virtuosismo del obrero detallista, puesto que reproduce en el interior del taller y lleva sistemáticamente hasta sus extremos, la segregación natural de los oficios, segregación a la que ya encontró, preexistente, en la sociedad. Su transformación del trabajo parcial en ocupación vitalicia de un hombre, por otra parte, corresponde a la tendencia de sociedades anteriores a hacer hereditarios los oficios, a petrificarlos en castas o, caso que determinadas condiciones históricas suscitaran una variabilidad del individuo incompatible con el régimen de castas, a osificarlos en gremios. Castas y gremios surgen de la misma ley natural que regula la diferenciación de plantas y animales en especies y variedades; sólo que cuando se alcanza cierto grado de desarrollo el carácter hereditario de las castas o el exclusivismo de los gremios son establecidos por decreto, como ley social. "La muselina de Dacca jamás ha sido superada en finura, ni los calicós y otros géneros de Coromandel en el brillo y duración de los colores. Y sin embargo se los produce sin capital ni maquinaria, sin división del trabajo o cualquier otro de esos medios que ofrecen tantas ventajas al sistema fabril en Europa. El tejedor es un individuo aislado que produce la tela, por encargo de un cliente, con un telar de construcción simplísima compuesto a veces de unos pocos palos malamente ensamblados. Ni siquiera dispone de un aparato para enrollar la urdimbre, por lo cual es necesario que el telar permanezca extendido a su longitud máxima; se vuelve así tan informe y ancho que no cabe en la choza del productor, el cual debe efectuar su trabajo al aire libre, donde todo cambio atmosférico lo interrumpe". Es sólo esa destreza especial, acumulada de generación en generación y trasmitida de padres a hijos, la que confiere al hindú, como a la araña, ese virtuosismo. Y sin embargo uno de esos tejedores indios, si se lo compara con la mayor parte de los obreros de las manufacturas, efectúa un trabajo muy complejo.

Un artesano que ejecuta sucesivamente los diversos procesos parciales en la producción de una obra, debe cambiar ora de lugar, ora de instrumento. El paso de una operación a otra interrumpe el curso de su trabajo y genera poros, por así decirlo, en su jornada laboral. Cuando el artesano ejecuta continuamente y durante todo el día la misma operación, esos poros se cierran, o bien desaparecen en la medida en que decrece el cambio de una operación por otra. La productividad acrecentada obedece aquí a un gasto creciente de fuerza de trabajo en un espacio dado de tiempo o intensidad creciente del trabajo o a una disminución del consumo improductivo de fuerza de trabajo. Ese excedente en la aplicación de fuerzas exigida por todo tránsito del reposo al movimiento, en efecto, se compensa por la duración mayor de la velocidad normal, una vez alcanzada. Por otra parte, la continuidad de un trabajo uniforme destruye la tensión y el impulso de los espíritus vitales, que encuentran su esparcimiento y su estímulo en el cambio mismo de actividades.

La productividad del trabajo no sólo depende del virtuosismo del trabajador, sino además de la perfección de sus herramientas. En procesos de trabajo diferentes se emplean herramientas de la misma clase como instrumentos cortantes, perforantes, punzantes, de percusión, etc. , y en el mismo proceso de trabajo un mismo instrumento sirve para diversas operaciones. Sin embargo, no bien las distintas operaciones de un proceso de trabajo quedan recíprocamente disociadas y cada operación parcial adquiere, en manos de un obrero parcial, la forma más adecuada y por ende la más exclusiva posible, se vuelven necesarios cambios en las herramientas que antes servían para distintas finalidades. La orientación de su cambio de forma resulta de la experiencia acerca de las dificultades especiales que se oponen a la forma no modificada. La diferenciación de los instrumentos de trabajo, en virtud de la cual instrumentos de la misma clase adquieren formas fijas especiales para cada aplicación útil particular, y su especialización, merced a la cual cada uno de tales instrumentos especiales sólo opera con toda eficacia en las manos de un obrero parcial específico, son rasgos característicos de la manufactura. En la ciudad de Birmingham sola se producen unas 500 variedades de martillos, y no sólo cada una de ellas sirve únicamente para un proceso de producción, sino que cierto número de variedades a menudo no sirven más que para tal o cual operación en el mismo proceso. El período manufacturero simplifica, mejora y multiplica las herramientas de trabajo, adaptándolas a las funciones especiales y exclusivas de los obreros parciales. Crea con ello, a la vez, una de las condiciones materiales para la existencia de la maquinaria, que consiste en una combinación de instrumentos simples.


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Nicolás Urdaneta Núñez


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