La economía venezolana mantiene su proceso de recuperación, con lo cual evidencia su solidez y capacidad de adaptación. De acuerdo con cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), el producto interno bruto (PIB) creció 9,32 % en el primer trimestre de 2025, superior a 9,13 % registrado en igual período del año anterior. Con este resultado, el país suma 16 trimestres consecutivos de crecimiento económico. Entre los sectores más dinámicos destaca la actividad petrolera, que experimentó un crecimiento de 18,23 % en el período evaluado, seguido del sector minero, con un incremento de 13,46 %. Estos indicadores reflejan la capacidad de respuesta de la economía nacional frente a la imposición de medidas coercitivas unilaterales y otras medidas restrictivas o punitivas en contra del país. La economía venezolana crece la oposición se divide cada día más debido que es contraria a la Patria que construyeron nuestros fundadores
El Gobierno nacional ha destacado que la evolución favorable del entramado económico es producto de: La implementación de políticas económicas focalizadas en la reactivación productiva. El esfuerzo conjunto de los sectores público y privado. Durante la clausura del Primer Congreso Internacional de Emprendedores, celebrado a finales de abril en Caracas, el presidente Nicolás Maduro, anuncio que la economía venezolana, mantendría su tendencia de crecimiento en el primer trimestre de 2025. Asimismo, aseveró que, como consecuencia de las sanciones ilegales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, Venezuela, llegó a perder 99 % de sus ingresos en divisas, lo que supuso un duro golpe para la industria petrolera.
El jefe del Estado aseveró que “Venezuela, avanza en la dirección correcta, superando obstáculos y sentando las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo”, fortaleciendo el impulso al emprendimiento y al aparato productivo, lo mismo que la articulación de políticas públicas orientadas al desarrollo integral. El país, avanza hacia la consolidación de un modelo económico más eficaz y productivo, orientado a elevar los niveles de inversión, empleo y bienestar social.
A pesar del entorno global complejo, signado por tensiones geopolíticas y por una guerra comercial y financiera que afecta los precios de las materias primas, Venezuela, mantiene su compromiso con la diversificación económica y el fortalecimiento de su modelo propio.
El principal pilar de esta tendencia de crecimiento corresponde con las actividades de hidrocarburos. Como es sabido, este es un factor medular de la economía venezolana y acorde a la literatura económica del país, representa más o menos 15% del PIB. Estos datos son relevantes por su contexto. En marzo el gobierno del demente Donald Trump, derogó licencias petroleras favorables a la estadounidense Chevron y otras empresas extranjeras presentes en Venezuela. Esto suponía un declive acelerado en la producción de barriles de crudo y otros productos derivados. El Gobierno bolivariano reiteró su llamado a la unidad nacional y a la defensa de la soberanía económica, enfatizando que la estabilización alcanzada es fruto del trabajo planificado, junto con una estrategia concebida para garantizar un desarrollo equitativo.
Con estos avances, Venezuela consolida su recuperación y proyecta un año 2025 de crecimiento sostenido, gracias a lo cual incrementa sus capacidades para enfrentar con determinación los desafíos globales. La tendencia general que ilustran estos números es el despegue de una política efectiva de sustitución de importaciones y diversificación de exportaciones, las cuales se traducen en un incremento de las actividades económicas generales y del flujo de bienes y servicios. Esta es una de las estrategias motrices en el impulso a los 13 motores económicos, tal como ha sido contemplado en la política económica bolivariana. La economía venezolana crece, es una forma de derrotar el fascismo.