Hace 79 años nació el Padre Cantor Alí Primera

Alí Primera en una de sus presentaciones en el Nuevo Circo de Caracas

Alí Primera en una de sus presentaciones en el Nuevo Circo de Caracas

Credito: Foto facilitada por Marco Sarmiento

Caracas, 31 de octubre de 2020.- Alí Primera fue un venezolano, un enamorado, un político, químico, padre y un luchador obstinado, pero sobre todo un poeta, un hombre con una sensibilidad única para arrastrar sentimientos con sus trovas, emociones de todo tipo, de amor, de odio a las injusticias políticas y sociales, y de admiración a quienes eran dignos de su respeto.

Ely Rafael Primera Rossell, nació en la ciudad de Coro, estado Falcón, hace 79 años, el 31 de octubre de 1941, pero en su entorno familiar era llamado Alí, porque sus abuelos eran árabes y fue seguidor del boxeador Mohamad Alí.

“Qué triste, se oye la lluvia en los techos de cartón, qué triste vive mi gente en las casas de cartón…”, “Ahora que el petróleo es nuestro no debe haber podioseros…”, “No basta luchar, hacen faltan muchos golpes para conseguir la paz…”, son parte de las canciones que nunca quiso que se calificaran de protesta por considerar esta definición para algo sin contenido político-ideológico, la prefirió llamar “Canción necesaria”.

Pero este poeta, también llamado “El Grande” no solo le cantó a las injusticias sociales, también a sus amigos y a la gente que admiraba: “Yo traté de enamorarla y ella me dijo que no… Qué sería de la tonada si no existiera Simón”, también a los niños, a sus hijos: “La piel de mi niña huele a caramelo” y al amor: “Cuando llegue el tiempo de soñarte cantaré una canción por la distancia y cuando quiera emborracharme en tu fragancia besaré una flor para besar tu cuerpo”.

El Cantor del Pueblo fue hijo de la unión del pescador y policía Rafael Primera y de Carmen Adela Rossell quienes lo bautizaron como Ely Rafael, pero años después, el nombre artístico que asumiría sería el de Alí Primera. Quedó huérfano de padre a los 3 años, luego de que Rafael muriera accidentalmente durante un tiroteo que se produjo en un intento de fuga de prisioneros en la ciudad de Coro.

A raíz de este acontecimiento, su madre se trasladó a su pueblo natal San José de Cocodite de la península de Paraguaná donde vivieron desde 1944 a 1947 en una parcela rural y dedicándose a la agricultura. Posteriormente la madre del futuro artista comenzó a vivir en pareja con un albañil llamado José Padilla, quien ayudó en la crianza de sus hijos y con quien procrearía cinco más, entre ellos el cantante y músico Esmil Padilla Rossell apodado por Alí Primera como José Montecano.

El acercamiento de Ali Primera con la música comienza desde pequeño observando a un tío tocar el cuatro venezolano. El cantante igualmente manifestó: “Mi padre era cuatrista y cantador de salves, en la celebración de la Cruz de mayo. Quizá de allí la herencia musical”.

A los 10 años, buscando mejores oportunidades de vida su familia se trasladó a una zona del municipio Los Taques, cerca de Punto Fijo de auge petrolero debido a la presencia del Complejo Refinador de Amuay. En el barrio La Vela, hoy conocido como sector Alí Primera, dada las limitaciones económicas de la familia, se desempeña en varios oficios que iban desde limpiabotas a vendedor y a esa edad aprende a leer y a escribir, siendo un alumno aventajado lo que le permitió terminar el nivel de enseñanza primaria. “Tu me enseñastes a compartir mi pan a compartir mi amor a compartir mis sueños, yo quiero ahora compartir mis brazos, con los mismos que te abrazo quiero abrazar a mi pueblo… Madre déjame luchar”.

A los 19 años Alí se traslada a Caracas, donde se inscribe en el Liceo Caracas para completar sus estudios de bachillerato y en 1964, tras terminar esta etapa, se matricula en la Universidad Central de Venezuela (UCV) para estudiar Química. Durante su estancia en la universidad, se inscribió en el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y da inicio a su carrera como cantante y compositor, primero como una afición y paulatinamente, como una actividad a tiempo completo. Sus primeras canciones: Humanidad y No basta rezar, presentada esta última en el Festival de la Canción de Protesta organizado por la Universidad de Los Andes en 1967, lo proyectan a la fama dentro del movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana.

Gracias a una beca que le otorgó en 1968 el Partido Comunista de Venezuela, Alí Primera se estableció en Rumanía para cursar Ingeniería del Petróleo en la Universidad Politécnica de Bucarest. En Europa, para ganarse el sustento, lavaba platos y en ocasiones lograba cantar en sitios en que se respetaba su trabajo. En un estudio en Alemania graba su primer disco, titulado ‘Gente de mi tierra’. Allí conoce a la sueca Tarja Osenius con quien convive en Estocolmo y procrea a sus hijas María Fernanda, a quien dedicara su tema “Los pies de mi niña” y María Ángela, para quien compuso “La piel de mi niña huele a caramelo”.

En noviembre de 1973, Alí regresa a Venezuela sin graduarse, pues decidió que no daría su esfuerzo a las compañías petroleras transnacionales y que, en lo sucesivo, se dedicaría a la música y a la lucha política.

Luego de militar en la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) y en el Partido Comunista de Venezuela, colaboró en los inicios políticos de un nuevo partido denominado Movimiento al Socialismo (MAS), acompañando y trabajando durante la primera campaña electoral del político José Vicente Rangel en 1973, sin embargo jamás dejó de ser militante del PCV.

El cantautor fue objeto de un veto por parte de los medios de comunicación y los gobiernos de turno en Venezuela, debido a que las ideologías que exponía eran contrarias a quienes dirigían el país en esos años. El trovador denominaba estas canciones el canto panfletario. Entonces, para garantizar la promoción y comercialización de sus discos fundó su propio sello discográfico: “Cigarrón” a través del cual cantantes y grupos que compartían la misma ideología, fueron apoyados en sus producciones discográficas; entre ellos: Lilia Vera, Gloria Martín, Los Guaraguao y su hermano de crianza, José Montecano.

Para este entonces, ya figuraba como uno de los principales compositores y cantantes populares no sólo del país, sino también de América Latina. Desde 1973 y hasta la fecha de su muerte, grabó 13 discos de larga duración y participó en numerosos festivales en toda América Latina. Sus presentaciones fueron realizadas en fábricas, liceos, sindicatos, y con frecuencia el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, su casa de estudios.

En 1976, Primera tuvo una relación sentimental con la venezolana Noelia Pérez con quien procreó a su primer hijo, Jorge Primera Pérez, nacido en 1977. Ese año, en Barquisimeto conoce a quien sería su esposa, Sol Musset, quien había ganado el concurso de “La Voz Liceista” y se presentaba en el programa radial “Los Venezolanos Primero”. Se casaron y tuvieron cuatro hijos: Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón. Alí Primera también cultivó la amistad del reconocido compositor, cantante y músico oriundo de Maracaibo, Armando Molero, a quién dedicó, así como a su esposa, algunas de sus composiciones.

Los temas más destacados de sus tres primeros discos fueron: “Comandante Amigo” (en homenaje al Che Guevara), “No basta rezar” y “Techos de cartón”. Otras canciones importantes por su contenido fueron: “Yo no sé filosofar”, “Panfleto en una nota”, “Otra vez” y “Cuando las águilas se arrastren”. Estos temas fueron muy populares entre cierto sector de la juventud venezolana, haciendo de este disco uno de los más exitosos del cantante en su primera etapa creativa.

La cuarta producción discográfica de Alí Primera (“Canción para los valientes” de 1976), constituye el salto mediático hacia las radios del país. Los temas “Cunaviche adentro” y “José Leonardo” fueron éxitos instantáneos. La canción que da nombre al disco fue grabada en un álbum editado en Suecia en 1974 por Svenska Chilekommittén (Comité Chileno de Suecia), organización cuyo objetivo era solidarizarse con las víctimas de la dictadura chilena.

En 1977 se edita “La Patria es el hombre” compuesto por diez canciones con textos críticos en contra de las clases económicas más poderosas y el estamento político vigente, que fueron rechazados por sectores importantes de la sociedad. Por esta razón, sus temas políticos fueran vetados en las principales radioemisoras del país. En este disco se encuentra el tema interpretado en ritmo vallenato “La guerra del petróleo” que plantea el diferendo territorial entre Venezuela y Colombia en el Golfo de Venezuela, que generó fuertes tensiones entre ambos países, pese a su temática antibelicista. Igualmente tuvieron cierta repercusión mediática los temas “La canción de Luis Mariano”, dedicada al compositor venezolano Luis Mariano Rivera y “Pio Tequiche” dedicada a la Isla de Margarita, sus sitios y personajes emblemáticos y tradicionales en contraposición al progreso y modernización que se estaba produciendo gracias al aumento del turismo y el comercio de Puerto Libre.

“Canción mansa para un pueblo bravo” publicado en 1978, es uno de los trabajos más elaborados del artista. En este disco aparecen dos temas cuya temática principal se aleja de lo político y que fueron promocionados en las radios de corte popular: “La piel de mi niña huele a caramelo” y “Reverón”, este último dedicado al pintor y artista plástico venezolano Armando Reverón. Entre los temas de denuncia social y compromiso revolucionario destacaron: “Ahora que el petróleo es nuestro”, “Esquina Principal” y “Los que mueren por la vida”.

En su séptimo álbum titulado “Cuando nombro la poesía” Ali Primera se aleja de la crítica directa a grupos políticos y económicos. El carácter experimental del disco se refleja en los temas: “Zapatos de mi conciencia” y “Flora y Ceferino” una canción que narra la historia de un hombre humilde enfermo que no tiene como pagarse cuidados médicos ni medicinas.

Ali Primera publicó en 1980 el álbum “Abrebrecha”. La canción homónima junto con “Tin Marin” se convierten en éxitos inmediatos. Esta última, fue dedicada al grupo folclórico y experimental venezolano “Madera” cuyos integrantes murieron en un naufragio en el Río Orinoco ese mismo año. Otras canciones destacadas fueron “Doña Josefina”, dedicada a la Guajira venezolana y “El que cantó con Zamora”, dedicada al líder campesino venezolano Ezequiel Zamora quien luchó contra los terratenientes en la primera mitad del siglo XIX.

“Al pueblo lo que es del César” publicado en 1981, fue dedicado a la memoria del dramaturgo y pintor venezolano César Rengifo quien había fallecido el año anterior. El tema “Don Samuel” de este disco es una crítica directa a la política exterior norteamericana y su participación en múltiples guerras y la creación de armas de destrucción masiva; “El sombrero azul” es una canción dedicada al pueblo de El Salvador en la época en que se enfrentaban el ejército gubernamental contra las fuerzas revolucionarias del Frente Farabundo Martí y “La noche del jabalí” narra las muertes e injusticias del régimen dictatorial imperante en Haití para la época.

En su décimo LP publicado en 1982, titulado “Con el sol a medio cielo” destacan “Caña clara y tambor”, “La Tonada de Simón” dedicada al cantautor venezolano Simón Díaz e “Isla y piragua” un tema dedicado a la advocación mariana de la Virgen del Valle cuando en Venezuela se discutía la posibilidad de unir la isla de Margarita con tierra firme a través de un puente. Pasaron dos años hasta que en 1984 sale a la luz pública el undécimo disco de Ali Primera: “Entre la rabia y la ternura” un álbum de 10 canciones cuyos temas más destacados fueron “La patria buena” y “Falconía” dedicada al Estado Falcón.

Alí Primera emprendió a finales de 1984 un nuevo proyecto discográfico en el que combinaría los temas presentes siempre en sus composiciones con ritmos que nunca antes había interpretado, entre ellos la gaita zuliana. Hasta entonces, el cantautor había grabado en forma casera, según el testimonio de su amigo, Alí Agüero, un casete que contenía las maquetas de los temas que había compuesto para su inclusión en el siguiente disco para que este último les hiciera los arreglos respectivos a la orquestación, por lo que no habían sido grabadas las pistas musicales correspondientes. Pero al salir de su apartamento, el 16 de febrero de 1985, el intérprete perdió la vida en un accidente automovilístico, ocurrido en una autopista de Caracas cuando su camioneta fue impactada de frente por un vehículo conducido por el entonces estudiante de comunicación social Ítalo Américo Silva, conocido de la familia Primera Rosell, y quien conducía en estado de embriaguez.

A pesar de que su acta de defunción y los reportajes de la época certificaron la causa de fallecimiento, aún en la actualidad hay quienes piensan que el artista fue víctima de un atentado, fundamentándose en el acoso del cual era objeto por sus ideas políticas. Sol Musset no quiso demandar a Silva porque Alí siempre lo consideró un hijo.

El Gobierno de Venezuela declaró en 2005 la música de Alí Primera patrimonio nacional. Sus canciones no pierden vigencia. Alí es actualmente símbolo de lucha e ídolo de muchos jóvenes que ven en su música, su conciencia, su visión y su filosofía.

Fue un hombre enamorado y la voz de un pueblo excluido, desgastado por la pobreza y la desigualdad social. “Siempre volara la idea aunque se pudran mis huesos”, Alí Primera.


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