No pensaba escribir dos artículos tan seguidos en este portal, pero el problema que se me presenta, es que de no hacerlo, mi conciencia lejos de absolverme me condenaría.
Al escribir estas notas, vino a mi mente, la celebre y penosa escena donde el Emir de Granada Boabdil entrega las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos de España, y luego camino de su exilio en las Alpujarras, volvió la cabeza para ver su ciudad por última vez y lloró, escuchando de su madre la sultana Aixa: “No llores como una mujer lo que no supiste defender como hombre”
El imperialismo no tiene un único método de ocupación, el desarrollo de las relaciones internacionales, los liderazgos locales, las inversiones extranjeras, por sólo nombrar algunos aspectos, hacen que cada colonización se diferencie de otras; en tiempo y magnitud de violencia.
En el caso venezolano, es claro que no procede un asalto a la caravana entre gallos y media noche. Se necesitan por lo menos tres acciones previas que justifiquen la ocupación. La primera ejecutada, la desaparición del líder por la vía del cáncer, que extrañamente en Latinoamérica, es una endemia presidencial. La segunda en ejecución, el desconocimiento político del sucesor del líder, con la consecuente generación de incertidumbre política dentro y fuera del país. La tercera igualmente en ejecución, y a la que dedicaré el resto del artículo, el caos agroalimentario por la vía del desabastecimiento, en momentos en que las divisas son insuficientes para sostener una economía de puertos; que ha sido el verdadero problema económico del país durante décadas.
Como puede apreciarse, en nuestro caso se trata de una estrategia de debilitamiento a corto-mediano plazo, donde una aparente “ineficiencia” del gobierno amerita el cambio de un modelo político por otro.
Escuche en días pasados la invitación que públicamente a través de los canales de televisión, le hizo el camarada Nicolás a Lorenzo Mendoza, para que le explique al país porque las empresas bajo su dirección no están abasteciendo de forma regular al mercado nacional. Igualmente vi con mucha pena como las focas adulantes de siempre, aplaudían sin entender el fondo del asunto.
¿Qué esperas Nicolás, que te responda Mendoza en esa reunión? ¿Acaso esperas que se quite la careta y te diga que el flujo de sus mercancías, de pende de decisiones imperiales? ¿O a caso esperas que cuando te de la mano al final de la reunión quede sellado su compromiso con el país? No Nicolás, por el contrario luego de tecnicismos, de referencias a las trabas burocráticas, y de poner sobre la mesa el tema del fracaso de la política monetaria, te va a acorralar lanzándote la pregunta de la velada: ¿Por qué el norte de Santander en Colombia, esta plenamente abastecido con productos nacionales a cinco veces su valor, bajo la mirada complaciente de nuestra custodia fronteriza? Como pienso que este artículo será publicado antes de la citada reunión, llévate a Vielma Mora para que explique esto último….
En mi artículo anterior hice referencia a la imposibilidad de hacer revolución sin la generación de cambios estructurales. ¿Con esta invitación pública, no reconoces y potencias al grupo polar como organización económica capaz de poner en jaque el abastecimiento nacional? ¿La responsabilidad de abastecer los productos básicos de nuestra dieta, deben estar en un gobierno socialista en manos de privados? ¿Habrá llegado la hora, de que el grupo polar sea al menos una empresa mixta?
Esperamos que esa reunión, mas que para demostrar amplitud con los sectores económicos del país, se traduzca en acciones puntuales como por ejemplo: El pleno conocimiento del gobierno de las rutas de distribución de las empresas polar, con el subsecuente entrenamiento a nuestro ejercito en la distribución; tal y como se viene haciendo con el sistema metro, ante una eventual contingencia. Sólo conociendo el esquema de distribución, podemos monitorearlo, para no esperar que la queja del ciudadano sea nuestro punto de alarma. Debe sin duda establecerse cuantiosas multas, ante el cese de la distribución; recordemos que al capital sólo le duele el capital.
En estos artículos de forma directa Nicolás, te he solicitado un ejercicio más radical en la conducción del gobierno, no es nada personal camarada, el punto es que durante muchos años las focas han aplaudido muy duro, para no dejar oír las ideas del pueblo.
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