Rescatan tierras para uso colectivo

Credito: Archivo

28 de mayo de 2012.- El llano es como el mar. A donde se vea no hay final. Más allá y más lejos lo que hay es sabana. Es un mar verde vegetal con algunos puntos que se mueven y que resultan ser venados. Sólo el río Arauca, autopista fluvial que permite llegar al lugar tras dos horas de navegación, interrumpe el recorrido de la mirada.

La vista no permite ir más allá de los límites del hato Juan Florencio, un espacio de 4.336 hectáreas, que hasta hace un año estaba en posesión de un grupo de terratenientes de apellido Hernández, quienes actuaban bajo la figura de Productora Hernández, S.A. (Prohesa).

Esta familia, según el comunicador popular Luis Salazar, fue apoderándose por la fuerza de las tierras de trabajo de pequeños productores. “Les llegaban a cercar la parcela y hasta la casa y la gente tenía que salirse”, dice. Como prueba señala que en la zona hay 5 mil “cochinos alzados” que fueron abandonados por los productores desalojados.

De ese modo, el grupo acumuló unas 70 mil hectáreas en el municipio Pedro Camejo, de Apure, y en una zona ubicada a más de 60 metros sobre el nivel del mar, con condiciones que permitían la presencia del ganado en temporada de lluvias.

Pese a eso, en el hato sólo tenían 27 reses en febrero de 2011, según lo constató un tribunal del municipio durante una inspección.

TIERRAS COLECTIVAS, NO PARCELAS

Entretanto, pequeños productores de ganado de comunidades cercanas estaban condenados a permanecer en tierras bajas y que se inundaban con las lluvias. O en áreas tan pequeñas que no permitían garantizar alimento y agua durante la temporada seca, según José Figueredo, miembro del colectivo que desde mayo de 2011 trabajan en el antiguo latifundio.

Desde 2007 comenzaron a hacer los trámites para que el Instituto Nacional de Tierras (INTI) determinara la subutilización del predio a través de la declaratoria de tierras ociosas. Fue en marzo de 2010 cuando se admitió la denuncia de los pobladores organizados como colectivo para hacer uso del lote.

En mayo de 2011 se declaró el predio como tierras ociosas y ante la llegada de las lluvias, el colectivo decidió usar los espacios. El 23 de mayo 42 familias ingresaron al hato con 800 cabezas de ganado, cuenta Manuel Torres, líder de la comunidad. Allí había pasto y agua necesaria para asegurar la vida de sus animales, que constituyen su única fuente de ingresos.

Para el momento, ya en asamblea, habían decidido que la ocupación no era para asignar parcelas, sino que todo sería de propiedad colectiva.

Torres explica que lo decidieron así para evitar que la adjudicación individual facilitara la acumulación de lotes porque podría surgir otro latifundio.

El pastoreo y los espacios para realizarlo son comunes. El ganado sale junto a los potreros y regresa a sus sitios de pernocta sin dificultad. El ordeño y la producción de queso sí es individual, pero su comercialización se hace en común.

CONCRETAR EL RESCATE

El pasado miércoles 23 de mayo, el colectivo, ahora organizado como Consejo de Campesinos Zamora Bicentenario, celebró el primer aniversario de la recuperación del hato. En asamblea, sancocho y carne en vara, compartieron con amigos y militantes campesinos que le dieron apoyo. La dirigente agraria Lilian Alfaro, presidenta del Frente Nacional de Mujeres Campesinas Socialistas, los invitó a mantener la firmeza en su lucha y a avanzar en modalidades organizativas como las empresas de propiedad social directa, para consolidar su capacidad productiva.

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Por la regularización

El coordinador de la Oficina Regional de Tierras del INTI en Apure, Andrés Franco, explicó que el expediente que soporta el proceso de rescate del hato Juan Florencio es el 0704010300009-TO y se inició el 22 de marzo de 2010.

Aseguró que se ha mantenido al tanto del procedimiento y que tiene contactos regulares con los voceros de Zamora Bicentenario.

Franco precisó que ya “tengo el memo con la solicitud para que me envíen el punto de información que es lo que genera el directorio (del INTI) cuando hace la declaratoria (de tierras ociosas) para yo proceder a la regularización (de la tenencia de la tierra)”.

Reconoció el interés y el trabajo que ha adelantado el colectivo con el fin de poner la tierra al servicio de la nación, y por esa razón ratificó la voluntad del INTI en otorgar el instrumento agrario correspondiente.

Ofrecen abastecer el queso que necesite Caracas

El Consejo de Campesinos Zamora Bicentenario, ubicado en el antiguo hato Juan Florencio, mantiene una producción de 700 kilos de queso por semana. Cada productor obtiene su leche y fabrica artesanalmente el queso, que luego es vendido conjuntamente y en bloque.

La venta se realiza a distribuidores que desde Caracas y otras ciudades acuden al llamado Paso del Arauca, una especie de puerto a donde, por vía fluvial, arriba la producción quesera.

Allí quienes ponen los precios son los compradores. La pasada semana lo pagaron en sólo 16 bolívares, según explicó José Hurtado, vocero del consejo. En la capital, cada kilo se venderá en 60 bolívares, con un margen de ganancia exorbitante.

Ellos vienen ahora proponiendo un mecanismo que garantice que su producto llegue directamente a los consumidores. Eso permitiría mejorar el pago que ellos reciben y abaratar el precio para el comprador final.

Hurtado asegura que los campesinos del sector tendrían capacidad para ofrecer unos 25 mil kilos por semana, aunque podría elevar la producción hasta los 80 mil kilos. Eso se podría hacer a través de cooperativas de comercialización o de algún acuerdo con los centros de distribución como mercados municipales, Mercal o Pdval.

Ellos dicen que pueden garantizar todo el queso que necesite Caracas.

Vale mencionar que hasta ahora el Consejo de Campesinos Zamora Bicentenario no ha recibido financiamiento de Fondas u otros organismos del sector para adelantar su actividad productiva. Sin embargo, con su trabajo y esfuerzo han logrado sostener la gestión.

Ya tienen un portafolio completo de proyectos productivos que vienen presentando con el fin de obtener el respaldo necesario.

El pasado jueves sostuvieron una reunión con el coordinador de Fondas en la zona del bajo Apure, José Rebolledo, quien explicó que en los actuales momentos “no se están cargando” los datos de las solicitudes de financiamiento de los productores en dicho estado. Sin embargo, no quiso ahondar en el tema. En todo caso, aseguró que todos los requerimientos, incluyendo el del grupo del hato Juan Florencio, serán atendidos debidamente.


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