Uribe: Chávez mi salvador

Nadie se habría imaginado a un Chávez firme y contundente con una serenidad que desarmó las infamias, inventos, locuras y postura del debilitado y acorralado Álvaro Uribe. Chávez, lo puso a escoger: Guerra o Paz. En ese instante, se me paso por la mente al traductor de Condoleza Rice, Dick Cheny, Bush padre y el tarado de Bush hijo, diciéndole a su audiencia las palabras de Chávez. Mas cuando, conocían lo que proponía Leonel Fernández: “Permítame, presidente Uribe, pero es un momento oportuno para que le tome la palabra al presidente Chávez”.

Los de la Casa Blanca espectada una fuerte lluvia de lucubraciones e incoherencia parte del guión gringo de Uribe hacia Chávez. El cachorrito no tuvo el coraje, le dio pena, vergüenza, o tal vez Chávez intimido con su simple presencia. Uribe, tuvo un salvador, comprendió a fondo la propuesta y alerta del presidente venezolano. Mayor sorpresa, el paisano salio corriendo hacer sus paces, valió una sueva derrota que una humillación total. Un compás, un respiro ante tanta dignidad, ante tanta cordura y seriedad de sus pares latinos en un caso que exigía portase y comprometerse a respectar a sus vecinos.

Ese momento, cundió la alegría entre los presentes, lo lamentable es que esa respuesta de Uribe requerirá de un castigo tarde o temprano por parte del imperio a su lacayo. Pero Uribe puede contar, si corrige y si de verdad quiere la paz dentro de Colombia y con sus vecinos, en primer caso, deshacerse de su Ministro de Defensa Manuel Santos, del Vicepresidente Santos y de toda la cúpula podrida de militares y policías con prontuario de asesino y delito de Lesa Humanidad.

Su vida puede se perdonada por los lideres de Sudamérica. Aunque el panorama interno se le pone color de hormiga al mismo Uribe en los próximos días. Pues, lo obligaran a profundizar su politica de “Seguridad Democrática” y el Plan Colombia.

Este año es crucial para el imperio, tener todas las “justificaciones” para meter a Venezuela en un conflicto regional de guerra, y así comprometer al nuevo(a) presidente en los EEUU en un conflicto tipo Irak. Pero al mismo tiempo es peligroso para Uribe servir de iniciador de tal conflicto. De primera mano, sabe que los paises de América les darían la espalda y condenarían un hecho de tales proporciones.

Uribe se va con la certeza de que es más creíble Chávez que Bush, ante un futuro pedido de extradición tipo Noriega, Uribe puede correr hacia Venezuela, Argentina, Brasil o Mexico, pero jamás los EEUU. Por otra parte, Uribe debe mostrarle a la comunidad internacional sus buenos deseos de alcanzar la paz, cueste lo que le cueste. Asi, que en menos de un mes debemos ver cambios sustanciales en su tren administrativo, en el proceso de paz interno y un acercamiento mas franco y sincero con la FARC. De lo contrario, Uribe estaría haciendo uso de su mayor hipocresía y bajando como la mísera calaña de la falsedad al fondo del desprecio ante los observadores y analistas regionales e internacionales de sus colegas presidentes. Por eso es muy importante lo que dijo el presidente Rafael Correa: “El problema no se soluciona con un abrazo”. Tampoco pueden normalizarse las relaciones bilaterales Venezuela-Colombia. Debe permanecer por espacio de un mes más. Uribe, es mentiroso confeso y su equipo ministerial peor aun, eso sin dejar a un lado las enormes presiones desde la Casa Blanca.

El dolor mas grande se sintió en Washington, la imagen internacional de Chávez se robustece, se afianza no solo como un gran revolucionario, sino como hombre comprometido con la paz, la salvación de ser humanos, de nobleza, gallardía y sencillez de palabra y acción. La grandeza de Chávez es la envidia de Bush, odiado y despreciado en su propio país. Fidel Castro lo confirma una vez mas, sin la presencia de funcionarios norteamericanos dentro de las reuniones de los países latinoamericanos, las presiones desaparecen, en otras palabras el intervencionismo del imperio es nulo. Lo que permite a cada uno de los presidentes latinos sincerizarse con la realidad. Si Uribe no tuvo escapatoria, es una buena señal para seguir derrotando al Imperio.

No olvidemos, ni que el triunfalismo nos ciegue, pero la coyuntura interna de los Estados Unidos refleja una gran incertidumbre y un riesgo latente. Recordemos que en septiembre del 2001 se llevaba a cabo unas elecciones internas y el momento fue aprovechado con el sadismo y criminalidad para desarrollar unas de las agresiones más desastrosa que ha vivido la humanidad. Derrumbe de las Torres Gemelas (mas de 3.000 muertes) Afganistán, (decenas de miles en nombre de la libertad), Irak (parte I y parte II, los muertos y desplazados pasan del millón ¿y las armas de destrucción masiva qué?). Sin mencionar, los otros conflictos de “menor intensidad” como Darfur y Colombia.

Uribe el gatillo del imperio, con la culata hacia tras. Bolívar, es y será siempre nuestra fuerza moral.

Miguel Angel Agostini
magosti00@ccny.cuny.edu


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