Boves III parte: La Puerta

"¡Muéranse llegó el hombre. Muéranse llegó Boves!"

Arenga del ejército de Boves. Tradición oral de la historia de La Victoria

Una vez asegurado Calabozo, Boves procuró abastecerse de armamento y mejorar hasta donde medio alcanzaba, cierta disciplina de la que él mismo adolecía. Cada jefe de guerrilla fue por su lado para asegurar todo el interior de la provincia de Caracas (hoy estado Guárico), labor que le llevó más de un mes de correrías. Alrededor del 20 de enero se concentraron las fuerzas nuevamente en Calabozo con los encargos "a la mano", nuevos hombres, nuevas armas blancas, bestias, furrieres y mujeres para la cocción del rancho (ración de comida de la tropa que no cesaba de crecer) y sobre todo ganado innumerable para lo que preparaba: la toma de Caracas.

Por el lado republicano, después del brillante triunfo de Bolívar en Araure (5-12-1813), se dispuso la persecución al norte a cargo de Manuel Villapol y la toma de Barinas a cargo de Ramón García de Sena. Vicente Campo Elías subió con Bolívar a Valencia con 300 hombres seleccionados entre los derrotados que juraron defender en adelante la patria con sus vidas que se las perdonaba y le abría de nuevo sus brazos de madre. El cuerpo en cuestión tomará el nombre del batallón caído en la batalla: Los Valerosos Cazadores.

Ahora bien, permítaseme este breve paréntesis: Después de caer derrotado el ejército de Monteverde, fulminado en retazos por el de Mariño en oriente y luego por el de Bolívar desde occidente, quedó reducida su fuerza a la fortaleza de Puerto Cabello desde el 3 de agosto de 1813. Fueron sitiados por Girardot, D'Elhuyar y Manuel Gogorza entre otros, los que le darían implacable y diario hostigamiento de artillería. El 13 de septiembre arribó a La Guaira una escuadra con la Legión de Granada, mandada por Salomón. El astuto Ribas "disfrazó" al puerto de realistas, dado que los recién llegados no sabían que los suyos ya no eran gobierno, y por poco logra el caraqueño la captura in fragantis de toda ella, aunque sí de su capitán almirante. La escuadra llegó a Puerto Cabello con tres naves averiadas. El 30 de septiembre Salomón decide tomar a Valencia y los independientes le dieron batalla en el cerro de Bálbula, vía Naguanagua. La victoria fue sobrada por el lado republicano, aunque con la dolorosa pérdida de una de sus columnas principales, Atanasio Girardot, el precoz y bizarro coronel antioqueño de 22 años. Tres días después, D'Elhuyar, relevo de Girardot, vence a Monteverde y Salomón en Trincheras vía Puerto Cabello, obligando a los españoles refugiarse otra vez en el castillo. En estos dos encuentros se lucieron los granadinos del 5º De La Unión y los Valerosos Cazadores, como lo serán después en Vigirima A mediados de noviembre llega el coronel Manuel Carlos Piar con su escuadrilla para bloquear por mar a los sitiados. A principios de diciembre, el número de sitiadores quedó reducido por el llamamiento de Bolívar hacia Araure. Salomón aprovechó el momento de aflojamiento del sitio, para acudir también él en auxilio de los suyos, pero llegó tarde a la cita y el 10 de diciembre fue derrotado por Villapol en Urachiche, que le dio tremenda zurra, empujándolo con toda su Legión de Granada hacia las montañas de Aroa, donde perecerá casi la mitad de toda esa fuerza a causa del paludismo y la disentería. Habría perecido el completo del regimiento, de no ser auxiliado por sus camaradas de Coro.

El resto de diciembre fue dedicado por Bolívar y Ribas al sitio de Puerto Cabello. El 2 de enero de 1814, en la capilla de San Francisco, el general Bolívar es aclamado como Libertador, nombrándosele General en Jefe del ejército patriota. José Félix Ribas, su segundo, como comandante del Ejército del Norte y el coronel Juan Bautista Arismendi, gobernador militar de Caracas. Días después, Campo Elías es convocado nuevamente para acabar con el asturiano, ahora sí, una verdadera amenaza según los espías. A La Victoria llegaron los nuevos Valerosos Cazadores, los Fusileros de Valencia y el 5º Batallón de la Unión Granadina, más un escuadrón de caballería, elegidos para el próximo lance. Avanzaron hasta San Juan de Los Morros, lo evacuaron por completo el 1º de febrero. El día 2 llegó el asturiano con los suyos a San Juan y viendo que el pueblo había sido totalmente vaciado, le prendió candela, acampó una legua más arriba y despachó desde allí a Francisco Rosete con órdenes precisas de tomar los valles del Tuy, granero de Caracas.

El día 3 de febrero de 1814 se dio el encuentro apenas llegó Boves al campo. La Puerta, como se llama al sector, es la entrada obligada de los Llanos centrales a los Valles de Aragua. Trátase de un largo callejón flanqueado de altas paredes. Campo Elías rechazó con firmeza las primeras cargas, peligrosas, aunque desordenadas; protegido como estaba, sólo de frente podía ser embestido. Sin embargo no quiso esperar más y avanzó al 5º de La Unión en persecución de los infantes de Boves, a quienes dejó en desbandada… pero el cuerpo granadino se había adelantado demasiado en su persecución. El jefe asturiano reunió a toda su caballería y la dividió en cuatro partes, una con Morales, otra con Rafael López, una tercera con Chepito González y la última con él mismo a la cabeza. Campo Elías preparó a los fusileros de Valencia para salvar a los granadinos. Morales y Chepito van por ellos. Al ver a los valencianos salir del cañón rumbo al campo, desviaron su movimiento y con el efecto de tenazas atacaron a los valencianos que frenan su marcha y no pueden evitar que el asturiano caiga encima de los granadinos. Sin desmayar va por los valencianos que hacen algo de defensa contra los tres bloques, pero el terror sobrecoge al cuerpo de milicianos y son alanceados al antojo. Salen los lanceros de Campo Elías y sólo sirve su acción para que los noveles valerosos cazadores preparen la retirada. Un disparo de ellos hiere al caudillo español, diversión que proporciona la retirada de los cazadores…

Antes de arribar a La Cabrera son socorridos los 200 hombres, lo único que se salvó de la refriega. Noche amarga para los derrotados, que lloraron, incluso Campo Elías los valientes caídos. El patriota español en su hondo pesar juró quitarse la vida luego de acabar con los españoles, pues sentía desprecio de pertenecer a esa nacionalidad. Mientras por el lado de Boves, al caer la tarde, fue reunido todo el ejército y al observar a su jefe también herido, Morales levantó su ensangrentada espada al cielo y gritó a todo el ejército: "¡¡¡Viva Boves!!!" a lo que el impresionante enjambre humano respondió al unísono levantando también al cielo sus armas ensangrentadas: "¡¡¡Viva!!!"

Era como si el mismo infierno se hubiera alzado contra los republicanos.



Errata: En la segunda entrega se coló un error: Ambrosio Llamozas va por Salvador de las Llamozas; ambos son fuentes de primera línea acerca de Boves, pero el capellán del asturiano se llamaba Ambrosio.

Nota: Imposible mostrar La Victoria, pues se haría sumamente largo. Ahora sí, próxima entrega: La Victoria.

arnulfopoyer@gmail.com


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Arnulfo Poyer Márquez


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