Pichones de dictadores en Latinoamérica que hacen daño a los procesos sociales

Con este planteamiento que estoy dejando en estas líneas de preocupación, estoy más convencido que nunca, y con ello no pretendo hacerme acreedor del descubrimiento del agua tibia, empero se repite una y mil veces las acometidas del imperialismo yankee con sus pichones de dictadores enquistados en las fuerzas armadas de nuestro continente. Eso viene ocurriendo desde que Estados Unidos empezó a utilizar la “Doctrina Monroe” y la Doctrina del Garrote” y generalmente aplicando “la fábula del Burro y la zanahoria”.

Por suelos latinoamericanos han pasado los más disímiles dictadores, si nos circunscribimos a la República Bolivariana de Venezuela encontraremos que en la primera mitad del siglo XX, el hombre de hierro que gobernó al país, el Gral. Juan Vicente Gómez, estuvo “pegado a la teta” que le dejaban disfrutar los gringos por 27 años, para beneficio del dictador y su camarilla y los que gobernaban en Estados Unidos. El pueblo lo que recibió fue palo y más palo, en detrimento de su calidad de vida. Mucho esfuerzo y trabajo aportaron a la tiranía y no le vieron el queso a la tostada. Solamente los conmilitones de las dictaduras se enriquecen a expensas del erario público.

Posteriormente, un personaje conocido como el “Gordito de Táchira”, el Gral. Marcos Pérez Jiménez,  un poco más inteligente que Gómez, fue un conspirador nato, instigado por Estados Unidos para preparar los golpes de Estado contra el presidente Gral. Isaías Medina Angarita (18/10/1945), quien fue sustituido por los cabecillas del golpe, el dúo Rómulo Betancourt y Pérez Jiménez, quedando el primero como presidente de Venezuela, así mismo el golpe al Presidente Rómulo Gallegos (24/11/1948), después se instaló una Junta Militar presidida por el Coronel Carlos Delgado Chalbaud, su cuñado el Tte. Coronel Pérez Jiménez y el otro conspirador Tte. Coronel Luis Llovera Páez.

El Gral. Pérez Jiménez con preparación en el área profesional de la artillería militar, fue dándole otra cara a la Venezuela, sobre todo en la capital de la república, debido a que recibía las bondades de tener un producto de exportación muy útil, que mueve el aparato industrial y militar estadounidense, el petróleo, que tantos dolores de cabeza le ha dado a los países del medio oriente y a la patria de Bolívar y Chávez. Por que donde quiera que se encuentre un pozo petrolero allí llegaran los gringos con todos los tipos de estrategias para invadir y apoderarse del “oro negro”.

Luego, las dictaduras se hicieron mucho más fuerte en el cono sur, específicamente en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, entre otras naciones, con el único pretexto de luchar contra el comunismo y es obvio que ello fuera así, porque las oligarquías que desde la colonia controlan esta parte del continente no quieren perder las prebendas y negocios que bajo el amparo de los gobiernos entreguistas y genuflexos, han ido acumulando cada día  más riquezas, de las cuales muy pocas gotas permea hacia los más desposeídos.

Pero la reflexión se fundamenta en que es histórico que los Estados Unidos forman profesionalmente a los militares de Latinoamérica en la fatídica Escuela de las Américas, ubicada desde el año 1946 en Panamá, era el sueño de todo militar hacer estudios en la referida cueva de asesinos de los pueblos, puesto que cada dictadorzuelo egresado de la academia era un potencial presidenciable si contaba con la anuencia del imperio. Tanto así, que como ejemplo se tiene a Pérez Jiménez, que no pasó directamente por la Escuela de las Américas, pero sí tuvo formación en el año 1941 en una escuela satélite  del Ejército de Estados Unidos en Lima, Perú.

Al ser derrocado Pérez Jiménez  huyó en 1958 hacia Estados Unidos, luego fue deportado para entregárselo a los ADECOS en el año 1963, porque esa nación no tiene amigos, solo entrenan personas para lograr sus intereses, en este caso apoderarse de las riquezas de los países del hemisferio sur, de los cuales ha vivido al lograr imponer sus presidentes.

Los Estados Unidos, tienen como costumbre influenciar a los militares de Latinoamérica, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, siglas en inglés) tiene como tarea principal tocar a todos los militares con grados de Teniente Coronel en adelante, para acabar con las aspiraciones de los pueblos de vivir en democracia y en paz. El ejemplo de lo aquí descrito se está viviendo en Bolivia (La Hojilla, 27/10/2020), cuando aparece un Teniente Coronel liderando un movimiento para formar una junta de gobierno transitoria y derrumbar el sueño de los bolivianos de tener un gobierno elegido por el voto popular recientemente de forma abrumadora, con más del 55%, el cual encabezará el Econ. Luis Arce, a quien pretenden dejar vestido, como novia de pueblo, cuestión esta que se ha ido acabando en el territorio venezolano por la conciencia que han tomado los compatriotas.

La CIA es el centro de operaciones de los complots contra las democracias que atienden las necesidades del pueblo, están metidos en todos lados, comprando conciencia y el ámbito militar no escapa de sus planes. Se recuerda con claridad su participación en Chile, que culminó con la caída del gobierno el 11 de septiembre 1973, cuando contribuyeron con la muerte del Presidente Salvador Allende. Y así han operado en todo el planeta, nada se escapa a su área de influencia, por eso Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, y Venezuela, entre otros, están sometidos a constantes presiones de desestabilización para tomar el control de las políticas internas y con ello apropiarse de los recursos que ansían con frenesí. 

Nada nuevo en estas tierras, por eso cobra importancia lo que realizó Chávez con visión estratégica cuando sacó a la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, siglas en inglés),  la CIA y al Pentágono con su representación militar que residía en Fuerte Tiuna, sede del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, desde donde operaban impunemente, así como en la Embajada gringa a donde citaban a los políticos venezolanos para dictarles los caminos de acción de acuerdo a la agenda de agresión a los movimientos sociales y al gobierno revolucionario que luchan por un mundo mejor.

En conclusión, en Latinoamérica deben revisarse las políticas militares, no se puede permitir que se vayan graduando a los jóvenes en las escuelas militares para que engrosen las filas de la CIA y las otras agencias internacionales de inteligencia que tributan a la eliminación de los gobiernos incómodos para el imperio. Muchos errores se han cometido al dejar en el ejercicio de funciones castrenses a las cúpulas militares comprometidas con los intereses foráneos en perjuicio de la nación, de los pueblos y de la instauración del socialismo del siglo XXI, y mucho más que sean enemigos de la construcción del Estado comunal. Bolivia fue el mayor ejemplo cuando desconocieron al Presidente Evo Morales Ayma, quien tuvo que abandonar sus funciones como gobernante, a instancias de los militares apátridas y alcahuetas de los gringos, el 10/11/2019  cuando desconocieron la institucionalidad democrática boliviana.

“Cosas veredes Sancho”

¡Patria o Muerte, Venceremos!  ¡Hasta la victoria siempre!

El autor es: MSc.

omarhdez78@gmail.com



 



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