Pon Peo, un plan para asaltar a Venezuela

La mayoría de los venezolanos opinan que el diálogo es la solución a la crisis política del país, cualquiera podría pensar que ésta mayoría tiene control sobre lo que se debe o no hacer; sin embargo, una minoría opositora alineada de manera pública y notoria con los intereses norteamericanos seguirán haciendo lo suyo, sin importarles nada para impedir, por los medios que sean, que cualquier iniciativa pueda seguir dando legitimidad al Gobierno Bolivariano. Destruir la Revolución Bolivariana, abolir la Constitución, crear un estado policial represivo, capturar a los altos funcionarios chavistas y tratar de engañar al pueblo otorgándole dádivas, como soborno, para alargar la transición y al final dar la estocada final: adueñarse de las riquezas naturales de ésta Nación sin importar el costo en vida como daño colateral de la intervención militar ya anunciada.

Guaidó es usado temporalmente por los EEUU para seguir arreciando la inestabilidad política en Venezuela, fomentar la lucha de clases, mientras la oligarquía afinca con mayor saña la guerra económica; por supuesto, con apoyo foráneo de países que están dentro de la jugada del boicot financiero y comercial para ahogar la economía venezolana.

La guerra es contra el pueblo chavista, para desmoralizarlo, generarle odio en contra del gobierno hasta lograr presionar a Maduro para una eventual elección presidencial y luego la oligarquía acceder al poder. No parece tarea fácil para la oposición, pero 20 años sin el poder político es una factura que debe ser cobrada, la guerra sucia por el poder está declarada, algunas de sus acciones se describen a continuación, entre otras ya desplegadas. Solo caben en la "macabra política" de la oposición:

Seguir induciendo la hiperinflación: a los menos que les afectaría una escalada de precios es a la masa opositora de clase media y alta, dueña del aparato productivo venezolano, quienes estarían alineados con las medidas de presión, dispuestos a sacrificar la producción de sus empresas con la esperanza de que el "régimen dictatorial de Maduro" caiga, incrementando el descontento en la población por falta de acceso a los alimentos y medicinas.

Revertir el proceso de inclusión social en Venezuela: bloquear Pdvsa para disminuir a cero los ingresos de divisas al país, para así lograr "humanizar" la receta neoliberal del FMI como solución a la crisis económica a través de la reducción del "gasto" social, que hasta ahora ha sido un mal ejemplo para los demás países, no solo latinoamericanos, sino donde el sistema neoliberal sigue ejerciendo dominio sobre las empresas estratégicas de los Estados a través de la privatizaciones.

Seguir promoviendo sanciones, bloqueos y expropiaciones de bienes venezolanos desde el exterior.

Sabotear la explotación y exportación de oro y otros minerales.

Bloquear cuentas bancarias del estado venezolano.

Generar matrices de opinión en medios de comunicación para aumentar la zozobra en el pueblo, propiciando el escenario de cambio de gobierno hacia lo que sería un "régimen de paz y prosperidad".

Apoyar y "legitimar" por toda vía posible un golpe de estado sin importar los medios que se tomen, sin importar la violación de la constitución de la república bolivariana, la cual sería abolida y ajustada al sistema neoliberal de privatizaciones.

Seguir generando un fuerte componente emocional a través de la guerra psicológica, endureciendo el discurso de la intervención militar.

Desconocimiento del Estado de Derecho creando un Estado paralelo con funcionarios que sean reconocidos por gobiernos aliados a los EEUU.

Sancionar a las empresas navieras internacionales que pisen puertos venezolanos sin la autorización de los EEUU.

Amenazar a la fuerza armada nacional bolivariana con el uso de tecnología militar dirigida hacia blancos estratégicos ubicados en territorio nacional.

Impedir que tanto China, como Rusia, sigan posicionándose en la región latinoamericana. Destruir todo lo que suene a "socialismo" el enemigo a vencer.

No es difícil imaginar que hay dentro de las mentes sociópatas de los altos funcionarios norteamericanos que están al frente de las acciones para derrocar a Maduro. Un Pompeo, Marco Rubio, o el propio Trump, por no nombrar a otros de su entorno, que con los sociópatas autóctonos de la oposición venezolana piensan saquear al país y repartírselo entre ellos.

Podemos seguir agregando cosas a éste siniestro plan de la oposición, y aunque el título de éste artículo suene risible, no hace menos deplorable, ver, que los actores materiales e intelectuales de éstas acciones no se inmutan al hablar sobre ello. Sus verbos preferidos: Destruir, intervenir, invadir, impedir, amenazar, sancionar, derrocar, bloquear, presionar, matar,

viabierta@yahoo.es



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