Ley de bolivariana de Emolumentos



Constitucionalmente garantizamos la escolaridad y elevamos a su más
alta expresión el triunfo del estado democrático y social de derecho y
de justicia en lo que respecta a la masiva participación en los
diferentes niveles de la mayor cantidad de hijos e hijas de la patria
como nunca jamás. Cotidianamente exaltamos la importancia de
formarnos y construir con la formación de nuestros hijos como único
vehículo para emanciparnos social, política y económicamente. Y
conste que nuestro Comandante Supremo predicó con su ejemplo la vital
importancia de la educación sembrando cada rincón de nuestro país con
escuelas y universidades que nos condujeran a la creación de la patria
buena y el hombre nuevo. No obstante esta singular experiencia, se ha
venido descuidando peligrosamente como aspecto fortalecedor de nuestra
experiencia socialista sembrada en las líneas del texto
constitucional, lo relativo al salario. Hablar de "aumento de salario
sustancial" para un sector de los trabajadores públicos soslayando el
artículo 21 de la CRBV es irresponsable contractualmente. Urge asumir
una visión integradora que emolumentalmente garantice a todos los
profesionales universitarios un salario con características propias de
este sector laboral del país. Tenemos que incentivar en nuestro pueblo
la necesidad de estudiar y alcanzar méritos universitarios que
garanticen la estabilidad social del país y permitan que cada día más
y más herederos de esta tierra abriguen, defiendan y reproduzcan del
sueño político participativo, protagónico y con vistas de doctrina
bolivariana plasmado en las líneas sacras del librito azul. Y así
mismo, para todos los otros sectores laborales del país. De este modo,
las ayudas que en la actualidad recibimos vía Bonos Presidenciales
podrían servir un mejor fin alcanzando aquellos sectores
auténticamente desprotegidos laboralmente hablando. Que sea el
empresariado especulador quien determine el porcentaje de los aumentos
salariales. Si ese sector de la canalla económica decide aumentar cada
tres días la carne, pollo, atún, productos de primera necesidad,
limpieza, pasaje, etc., pues el gobierno debe promediar lo aumentado y
al siguiente día, sin mucha alharaca, decretar el aumento respectivo.
Estoy seguro que agarran mínimo. Una ley de emolumentos socialista
destinada a preservar la supervivencia de nuestro modelo político debe
ser defendida desde salarios profesionalizados. Tenemos el país y el
estado de derecho. Qué esperamos...?

anatera@usb.ve

Profesor
Profesor de Inglés de la Universidad Simón Bolívar

y Colegio Universitario Francisco de Miranda.



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