La Asamblea Nacional Constituyente no ha hecho nada referente al Presidencialismo que rige la Constitución de 1999. Lo que convierte la presente campaña electoral por la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela para el periodo 2019-2025, como la más importante de nuestra historia quinto republicana. Perderla sería la culminación del proyecto chavista y la destrucción total de los logros alcanzados hasta ahora. Colocando a los Movimientos sociales, Colectivos revolucionarios y Comunidades organizadas, expresiones diversas del Poder Popular y Comunal, en los verdaderos protagonistas de la continuidad del proceso bolivariano, chavista y socialista, es decir, será el pueblo mismo quien defina la suerte de la República y su futuro histórico. Pero hasta ahora no ha habido un pronunciamiento contundente y efectivo de apoyo a la candidatura de Nicolás Maduro a la reelección presidencial por parte del pueblo organizado con años de lucha de experiencia en la defensa del Proceso Bolivariano, ni se han expresado sus exigencias para la continuidad de la Revolución Bolivariana y la construcción del socialismo.
Ya no se trata de la suma de partidos políticos apoyando al candidato de la Revolución; la guerra económica ha hecho estragos en la vida del pueblo, la impunidad ha hecho otro tanto, y la corrupción ha contribuido a manchar la imagen socialista de nuestro gobierno; de lo que se trata ahora es de elevar la participación del pueblo en la contienda electoral, vencer la apatía y la indiferencia de la abstención acrecentándose por la crisis económica, la crisis ética y moral que envuelve la gestión de muchos dirigentes del proceso bolivariano y la imposición de dirigentes, de leyes y negociaciones con los cuales el pueblo no se siente identificado ni es tomado en cuenta, sufriendo luego la aplicación de leyes que la burguesía patea mofándose de quienes la promulgaron, como la ley de precios acordados, donde los precios ya rebasaron la capacidad adquisitiva de cualquier salario, y para el colmo, debe sufrir también la incapacidad de los líderes impuestos a dedo que niegan la participación popular y comunal, siguen repitiendo la política de no hacer nada y pactar con el enemigo incorporándolos a su gestión.
La coyuntura nacional de conspiración interna contra el proceso bolivariano, fortalecido por la corrupción, el contrabando, el paramilitarismo, la especulación, la impunidad y la indiferencia, junto a la coyuntura internacional de invasión imperialista, nos pone a todos en un mismo bloque o frente de lucha común contra nuestros enemigos que pretenden destruir nuestra patria y contra aquellos que dicen ser nuestros amigos y nos venden al mejor postor para justificar sus felonías. Ante esta coyuntura, es que el pueblo vuelve a ser el sujeto histórico y protagónico de donde depende el futuro de la existencia de la patria y la continuidad del proceso bolivariano, pero es con quien menos se habla, es a quien menos le ofrecen, es con el que no se sientan a negociar. Todavía algunos creen que la burguesía vendrá en su ayuda o las transnacionales fortalecerán el proceso bolivariano. La revolución depende de nosotros mismos, entonces construyamos la patria que queremos, la que nos pertenece a todos, la que destruye al Estado burgués y construye el Estado del Poder Popular y Comunal. El pueblo apoya a Nicolás, pero no sin exigir su rol protagónico. El pueblo exige la Reforma Constitucional de Chávez, la Constitucionalidad del Carácter Socialista del Estado-Nación y la Constitucionalidad de todas las leyes del Poder Popular. Cuando un pueblo, después de sufrir tanto defendiendo un proceso, exige asumir mayor compromiso y sacrificio, debe ser tomado en cuenta, porque de lo que se trata es de la Patria para todos y no para unos cuantos, de la Patria libre y no sometida por comerciantes o transnacionales, de la Patria Socialista, Bolivariana y Chavista, y no de una Patria sometida por extranjeros o gobernada por indignos. La patria es lo más sagrado para un venezolano nacido en esta tierra, y por ella, vamos hasta el mismísimo infierno a quitársela al diablo imperialista y al traidor para devolvérnosla a todos sin mancha alguna. Gritando por siempre:
¡QUE NADIE SE EQUIVOQUE, TENEMOS PATRIA!
¡EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO!
¡NUESTRA REVOLUCIÓN ES PACIFICA, PERO NO DESARMADA!
¡LA PATRIA ES AMÉRICA, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS