Del vivir viviendo de Chávez al vivir muriendo de hoy

“Vivir viviendo”… Una frase redundante que a los verdaderos chavistas nos decía y nos mostraba en la realidad; justicia social, igualdad, inclusión, avance, prosperidad, felicidad, entre muchas otras, el obrero de la fabrica o del ministerio podía comprar la camisa que usaba el gerente, era frecuente que estas dos clases sociales coincidieran en centros comerciales, restaurantes, gasolineras, aeropuertos, etc. Es decir se estrecharon las brechas excluyentes y hambreadoras de la IV Republica, los de abajo, las minorías, los excluidos disfrutaban de las bondades del “vivir viviendo” pero todo no se resumía a lo material, la mayoría del pueblo venezolano podía acceder a transporte digno, comida, salud, educación, cultura, por algo fuimos el país más feliz del mundo. Políticas y logros que sin dudas era la verdadera formula para luchar contra la inseguridad, la falta de educación y sembrar en cada uno de los venezolanos identidad nacional, además nos liberaban de los tradicionales medios y métodos de dominación.

Hoy vemos con profundo dolor y tristeza en la situación lamentable que vive la mayoría del pueblo venezolano, donde la desigualdad, exclusión, la pobreza y la brecha entre los que más tienen y las minorías se disparó, en la Venezuela actual los gerentes públicos viajan en camionetas japonesas, último modelo, mientras Pablo Pueblo lo hace en camiones chinos, como ganado, eso si la igualdad se refleja en que ambos vehículos transitan por las mismas calles llenas de huecos y escarificadas (raspadas) hace meses y aun sin asfaltar.

Nuestros “servidores públicos” viajan para hacer mercado en Panama, Curazao o Miami, mientras la mayoría de los venezolanos hace colas desde la madrugada para comprar un pan, un paquete de harina o un kilo de azúcar y en el mejor de los casos esperan con ansiedad su bolsa CLAP para poder medio comer. Asimismo vemos nuestros dirigentes y “servidores públicos” cada vez más gordos, felices sin ningún tipo de preocupación más que mantener su cuota de poder, ellos no tienen problemas para conseguir sus tratamientos médicos, el pan diario o simplemente un autobús para volver a su casa.

Si el tema es educación y cultura, los hijos de nuestros dirigentes estudian en Francia, España, Australia y los “más socialistas” en Mexico Brasil o Argentina, nuestros hijos hoy dejan sus estudios para trabajar y poder ayudar a medio comer a la familia, los que más suerte tienen terminan el bachillerato y ya no tienen más nada a que aspirar porque el vivir muriendo no se los permite, pregunten a sus hijos ¿Cuántos alumnos habían en su salón de clases hace dos años y cuantos hay hoy? No importa el nivel, primaria, bachillerato o universitario.

Chávez muchas veces nos habló de pueblos dormidos, inertes como muertos, hoy somos zombis que van de la cola del pan, a la farmacia, al supermercado, a la bodega y a sacar el carnet de la patria (método de dominación y control). Venezuela reclama por necesidad un despertar, una resurrección de Juan Pueblo, un despertar que se sienta y se manifieste en el voto, reclamar por derecho lo que nos pertenece y nos han robado, un país prospero, con venezolanos que no piensen en dejar su Patria, un despertar sin importar si es de derecha o izquierda, un despertar que nos permita soñar despiertos con la Venezuela que merecemos y por la que muchos dieron su vida, incluyendo al Presidente Chávez, donde todos tengamos una vida digna, un sistema de transporte y de salud que funcionen, donde todo los venezolanos tengan sus tres comidas en la mesa, un despertar que nos devuelva la sonrisa y la alegría como pueblo, en fin un despertar que nos permita nuevamente VIVIR VIVIENDO.


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