Escritos en Revolución

Aún no hemos ganado nada

Seguir en el discurso de que ganamos, que si las fuerzas mayoritarias logramos la paz, y algunas otras frases conformistas que escuchamos a diario, puede ser bueno para la defensiva mediática y otras discusiones donde quiera imponerse la arrogancia opositora. Ciertamente es como quien en un juego de pelota gana, aunque sea haciendo errores, o por errores del otro, y en el último inning.

Pero, la verdad es que ésto oculta la profundidad del asunto; amén de que no estamos jugando pelota. Andamos es recuperando y sosteniendo la Patria, su soberanía y la consciencia e independencia de un pueblo; de allí que aún no hemos "ganado", si queremos seguir usando el argot juguetón. O es Revolución o no es un carajo.

El corazón del pueblo sigue pegado a su estómago y el gobierno bolivariano ha hecho poco (por no decir, nada) para despegarlo.

Gobernadores y alcaldes han mantenido y reproducido con el pueblo de a pie las mismas relaciones de gobernantes cuarto republicanos y contrarrevolucionarios; es necesario "rediseñar" esa relación: deben caminar las calles, reunirse en las comunidades sin alharacas caravaneras y sin jalabolismo partidista, más bien como un verdadero camarada, lleno de amor por compartir su tiempo (no es llevar pelotas o canastillas electoreras); es “llevar” su tiempo para conversar, para conocer la verdad del ser que queremos conquistar y pueda creer en la posibilidad de una transformación, de una revolución. Sin olvidar su gestión que ha de hacer, como funcionario que fue electo para servir; porque si camina, querrá atravesar calles limpias y sin huecos; tomar una camionetica e ir sentado, no guindando de la puerta. Entonces, debe limpiar y reparar las calles, resolver la anarquía del transporte público y mejorar su servicio.

O, es que mi camarada –gobernador, alcalde-, debe andar en camionetotas full de cuanta vaina quiera mientras yo (pueblo de a pie) me sudo, pateando calle?; llevando insultos, cargando cajas del clap para el vecino, y buscando votos para su elección?; en tanto veo incluso al inconverso -léase opositor, contrarrevolucionario-, en cargos de dirección, con casas y carros traídos por la Revolución, por el gobierno?, y ni siquiera trabajo tengo (insisto no hablo de mí, ni por mí, hablo por el pueblo chavista y revolucionario).

La Revolución debe verse en la cotidianidad del más pobre; y lo que el pobre ve es la misma vaina que antes veíamos con adecos y copeyanos: corrupción e ineficacia; burocratismo. La excepción es solo eso: excepción.

Si el Zulia se perdió en lo electoral es porque sus calles no sirven a escasos metros de una alcaldía "revolucionaria" como la de San Francisco, y el transporte es una calamidad que sufre a diario todo el pueblo zuliano. O, Anzoátegui, de igual forma; porque tiene pueblitos más olvidados que el segundo nombre de mi maestra de preescolar, y sus calles aún son de tierra, sin electricidad ni agua y sin acceso digno a la ciudad. Cualquier otro análisis es paja discursiva, es retórica politiquera.

No se trata de gritar "viva Chávez", y matarlo una y mil veces en lo que se hace o se deja de hacer desde aquellas alcaldías o gobernaciones ganadas en su momento con el fervor chavista y la promesa revolucionaria. De lo que se trata es de creer y hacer revolución.

Hagamos Revolución.
Venceremos!!
rrreges@hotmail.com
@raulrreges


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