Gramsci, Chávez y Perón ¿Un solo corazón? Buscando al moderno principe

"Si se debiera traducir en lenguaje político moderno la noción de «Príncipe», tal como se expresa en el libro de Maquiavelo, se deberían hacer una serie de distinciones: «Príncipe» podría ser un jefe de Estado, un jefe de gobierno, pero también un jefe político que quiere conquistar un Estado o fundar un nuevo tipo de Estado. En este caso «Príncipe» podría traducirse en lenguaje moderno como «partido político». (…) justamente el «partido político», (…) tiene poder de hecho, ejercita su función hegemónica y por lo tanto equilibradora de los diversos intereses en la «sociedad-civil», que está de tal manera entremezclada con la sociedad política que todos los ciudadanos sienten que aquel reina y gobierna. Sobre esta realidad, en continuo movimiento, no se puede crear un derecho constitucional de tipo tradicional, sino sólo un sistema de principios que afirman que el fin del Estado es su propio fin, su desaparición. Es decir la reabsorción del Estado en la sociedad civil.

(Gramsci, Antonio; 1976; Quaderni del carcere; Turín: Einaudi; p. 662. Traducción del autor)

LA BUSQUEDA DEL MODERNO PRINCIPE

Hoy se escribe y se comunica persistentemente sobre el "retroceso" del frente progresista-populista y su inminente derrumbe en América Latina. Muchos escribidores, entusiastas del oficialismo mediático, celebran el "desastre del gobierno de Maduro" en Venezuela al que definen en "estado terminal", la "suspensión y procesamiento de la presidente de Brasil", la "derrota y el destape de la mega-corrupción del kichnerismo".

Creemos que este tipo de afirmaciones son el producto de las generalizaciones habituales de los que piensan y diseminan la versión de la continuidad de la historia como una indetenible linealidad de "avance y progreso". El filósofo alemán Walter Benjamin define lo que es el "progreso" desde la teoría crítica como "concreto pensado", como la gran fantasmagoría, que permite la continuidad de la catástrofe que profundiza la desigualdad y la exclusión. El poder del mito "progreso-progresismo", es el potente núcleo ideológico, que somete a los intentos de rebeldía y liberación, ante un capitalismo, que solo puede perdurar a través del crecimiento constante de la desigualdad planetaria.

Lo que sucedió, y sucede, en varios países de la región latinoamericana, que intentaron resistir con nuevas formas de integración autónomas, como UNASUR, CELAC, ALBA y PETROCARIBE, a los mecanismos habituales de asociación desigual, impuestos desde los países que detentan el poder desde la colonización, responden a la complejidad de la lucha política en la cual se expresan las contradicciones, en el bloque histórico de cada país, y, al mismo tiempo en la singularidad de su relación de dependencia, dentro de la globalización. Es evidente que el desafío al dominio de los EEUU, que se concreta con el derrumbe del ALCA, en la Cumbre de las Américas (noviembre 2005), donde sus protagonistas son: Hugo Chávez por Venezuela, Néstor Kirchner por Argentina, y Lula da Silva por Brasil; abre un tiempo histórico distinto, en el cual el conflicto y la violencia van a asumir características cada vez más radicales, en la totalidad de la región, sobre todo, en los países más comprometidos con la confrontación. No se puede dudar que los acontecimientos señalados en Venezuela, Argentina, Brasil y Bolivia, están vinculados con la magnitud, real o ficticia, del desafío de cada país al colonizador.

Una cuestión central en el pensamiento de Antonio Gramsci es su definición del Estado capitalista como "la suma de la sociedad civil más la sociedad política". La ruptura del vínculo subordinante que ejerce la sociedad política, sobre toda la sociedad civil, destruye esa totalidad, lo que significa, nada menos, que la disolución del Estado hegemónico, la pieza clave para la supervivencia de capitalismo. En América Latina en los últimos 20 años, esta relación de sometimiento aparece alterada y perturbada, dado que se perfilan dos rasgos que conmocionan nuestra condición de bloque histórico subordinado, dentro de la globalización capitalista. Estos son: 1) la cada vez más conflictiva falta de autonomía de los estados nacionales y sus sociedades políticas ante la el aumento del poder económico- político -mediático de las grandes potencias capitalistas EEUU, Alemania e Inglaterra; y, 2) la tradicional debilidad institucional de nuestras maltratadas sociedades civiles, acentuada por el surgimiento de movimientos sociales y políticos que confrontan, desde una nueva subjetividad potencialmente emancipadora, la articulación del poder político económico militar hegemónico, a través de rebeldías transitorias o perdurables, que conmocionan la masificación al consenso pasivo y rutinario.

Es necesario diferenciar los movimientos de acuerdo a su generación y expansión o reducción, en la polaridad sociedad política –sociedad civil, en dos categorías:

1. Los movimientos que emergen y participan desde la sociedad política, en la lucha entre pares y rivales inter-hegemónicos y buscan a través de la manipulación, resonancias y apoyo en la sociedad civil.

2. Los movimientos en los cuales la Sociedad Civil tiene una participación creativa, activa y protagónica, aliada con alguna fracción de la SP o por el contrario asumiendo el enfrentamiento con la totalidad de ella.

En el primer caso la sociedad civil siempre será convocada real o simbólicamente, mantenida en su estado magmático de masificación, movilizada bajo consignas, que la convierten en un instrumento de presión, para beneficio del sector de la SP que la convoca. El sector movilizante usufructúa esta movilización. Esto es lo que Ernesto Laclau llama "interpelación popular", interpelación que desde su punto vista, supera y subsume la lucha de clases. Está conducida por un "líder", que es el opuesto antagónico del "condottiero gramsciano", en tanto este se identifica y se funda en la potencia de la clase desmasificada que toma conciencia política de su subordinación.

El líder, en cambio, es mito reencarnado "de todo el pueblo", en hombre o mujer surgido de la "mala memoria" donde habitan los héroes de la historia fabulada, escrita por los vencedores. Es omnipotente e infalible, define las consignas para enfrentar a los enemigos, los "antipueblo" internos y externos. Tras la máscara de la fantasmagoría reivindicativa, la "revolución pasiva", dura el tiempo definido por la aceleración del autoritarismo y la corrupción de sus protagonistas políticos. Su derrumbe, abre el paso al poder a otros semblantes, más conservadores, que, bajo la fantasmagoría de la democracia neoliberal, tratan de imponer el restablecimiento del "sentido común", de las falsas inclusiones de la abolición de la pobreza, del "próximo futuro feliz", más allá de la penuria y la explotación crecientes, Antonio Gramsci define este momento de la relación SP-SC, con su habitual lucidez:

Examinando "Populismo y nuevas tendencias de la literatura francesa" en Nueva Antologia (abril 1931), un artículo de Alberto Consiglio, éste sostiene la tesis que frente al crecimiento de la potencia política y social del proletariado y de su ideología, algunos sectores del intelectualismo francés reaccionan con estos movimientos "hacia el pueblo". El acercamiento al pueblo significaría una retoma del pensamiento burgués que no quiere perder su hegemonía sobre las clases populares, y que, para ejercer con más éxito esta hegemonía, acoge una parte de la ideología proletaria. (…) Está por verse si un fenómeno de este género, sea muy significativo históricamente y no represente una fase necesaria de la transición (…) Una lista de las tendencias populistas y un análisis de cada una de ellas sería interesante: se podría descubrir alguna de aquellas que Vico llama, "astucias de la naturaleza", es decir como un impulso social tendiente a un fin, realice su contrario (1976: p. 13)

Como dijimos al comienzo la tendencia a la generalización, es una característica, tanto del ensayo político como del discurso mediático , que tiende a ocultar desde "el sentido común", el carácter ideológico de las enunciaciones dirigidas a sustentar el discurso del poder . Así , por conveniencia táctica y, desde sectores opuestos, esta generalización distorsionó la realidad de la de la confrontación que se está dando en el Bloque Histórico Latinoamericano, contra la globalización capitalista. Por un lado, la potencia del chavismo arrastró a los gobiernos del grupo de países de la región que ya hemos nombrado, a una radicalización en su confrontación con EEUU, a veces más allá de los límites de lo que cada gobierno estimaba, que era su propia conveniencia. Por otro, los países que no se sumaron a esta confrontación, como el caso de Colombia, México, Perú y Chile se alinearon para reforzar sus negocios y su sometimiento económico con los EEUU y le permitieron a éste multiplicar su poder militar, en sus propios territorios.

En Argentina el gobierno de las tres presidencias (2003-2015) del Frente para la Victoria (denominado más popularmente "kirchnerismo"), una fracción "posmodernizada" del gigantesco mito peronista que domina, aun desde las intermitencias temporales, en los últimos 70 años el Bloque Histórico de la sociedad argentina, expresó, sin duda alguna, el gobierno de las "interpelaciones populares" como decía Ernesto Laclau, o sea, de movilización de una gran parte de la sociedad civil convocada por una fracción de la sociedad política, a través de la fusión con un mítico liderazgo que la proyecta, imaginariamente, al poder.

Pero la recomposición actual del mito fue pobre, privado de la astucia y el genio de su fundador Juan Perón, su derrumbe, naturalmente producido por la esquematismo político, el autoritarismo y la corrupción deja el gobierno de CFK en manos de su rival inter-hegemónico: Mauricio Macri, un mediocre empresario y político, que tratará de "limpiar" la opaca imagen de rebeldía que dejó la última década, ajustando aún más, el bloque histórico de la sociedad Argentina a la avidez insaciable del sistema capitalista, del cual Latinoamérica es proveedor.

El segundo tipo de movimientos políticos, son los que emergen de la sociedad civil con potencial de transformación política real, como germen del "moderno príncipe" para intentar destruir al Estado hegemónico, no solo en América Latina, sino en toda la historia de luchas de clases desarrolladas y negadas en la "historia oficial" del capitalismo. Fueron intentos, a veces de formidable resplandor revolucionario, tan luminoso como engañoso, que nunca se enrumbaron en el camino de construir una sociedad verdaderamente emancipada. Gramsci y Benjamín, ya percibían en la URSS de la década de 1930, la extinción de la sociedad revolucionaria, imaginada e impulsada por Lenin y su acelerada destrucción por la dictadura impuesta por José Stalin. El Soviet Supremo se fue transformando en el opuesto letal del moderno príncipe, porque destruyó lo que eran los primeros soviets, emergentes de la sociedad civil rusa: el germen de una politización que estaba asociada a liberación de la subjetividad en el sentido creativo y solidario con el otro.

Si bien la idea radicalmente emancipadora del moderno príncipe, para Gramsci, tiene su origen con la obra de Maquiavelo, su culminación nunca se pudo realizar en cinco siglos, porque toda revolución que comenzó con esa intención y sentido, no pudo atravesar la constitución perversa del capitalismo, tanto en Europa como en los Estados Unidos. La potencia hegemónica de los mitos capitalistas, cada vez más apoyada en el "Estado de excepción", hasta ahora, logró sofocar el germen subjetivo y orgánico contenido en el núcleo liberador de la sociedad civil y por lo tanto asegurar la vigencia de ese Estado, cuya hegemonía integra la violencia coactiva y la corrupción constitutiva, para sostener las alianzas de poder, encubiertas en la "democracia" del consenso rutinario. La multiplicación de los intentos revolucionarios, forma parte de la historia de estos cinco siglos. Es en América Latina, en Cuba, donde en 1958 el brote revolucionario emerge del "foco que asalta el poder", pero que se encapsula, controlado por la URSS y por su propia incapacidad de expansión al Bloque Histórico latinoamericano, en parte por la de falta de estrategia que deriva en un practicismo ciego atado al foquismo. Las experiencias fallidas de la "guerra por asalto" de los 60-70, son reprimidas por las dictaduras militares letales, instrumentos de las respectivas sociedades políticas en Uruguay, Brasil, Chile. Su dimensión más perversa es la de Argentina, iniciada por Onganía y llevada su nivel más aberrante, desde el 74 al 81, por Videla y Massera. Si bien los esbirros militares ejecutores del genocidio fueron condenados, la mayoría semioculta de la sociedad política, que los apoyó y a la cual estaban asociadas, no solo nunca fue juzgada, sino que hoy sigue ejerciendo el poder, desde muchos sindicatos, sociedades empresarias, la Iglesia católica y los resabios mafiosos de los viejos partidos políticos.

Hacia la última década del siglo se inician en América Latina los movimientos que, desde y en la sociedad civil, avanzan hacia la constitución de espacios éticos-políticos, cuyo objetivo es reversión de la sociedad política opresora. Son distintos, de acuerdo a la diversidad de cada bloque histórico nacional. Emergen con distinta fuerza y profundidad en toda la región. Pero debemos distinguir entre aquellos que son verdaderas rebeliones políticas de la civilidad, de los que aparentan serlo. El ejemplo más avanzado de los primeros es el movimiento bolivariano en Venezuela.

Un texto publicado hace pocos días, cuya lectura es imprescindible para el lector interesado en conocer a fondo la actual situación venezolana, es el de J.M .Ezcurra y Modesto Emilio Guerrero "Venezuela revolución o derrota" (Herramienta 2016), en el texto, hay una serie de referencias y reflexiones muy importantes, llama la atención, sobre todo, la que bajo el subtítulo de "Que es el Partido Militar"(p. 109) alude a un tema crucial en la historia del poder político en América Latina, que tratan en un extenso capitulo, citamos un párrafo:

"Otro comandante militar en funciones de gobernador regional es Willmer Castro Soteldo, gobierna el estado llanero de Portuguesa uno de los más importantes productores de agrarios del país. Desde hace varios años desarrolla en ese Estado una experiencia de poder popular, Castro Soteldo se define marxista pero basado en fuentes bolivarianas".

Interrogado sobre sus tesis de trabajo para el periodo 2013 -2019, la respuesta de Castro Soteldo fue la siguiente:

"El primero de ellos, y el más importante es el fortalecimiento del Poder Popular a través de un proceso permanente concientización, organización y participación protagónica en función de las distintas formas establecidas en la Constitución y en las Leyes, para que este poder transite hacia el objetivos de un verdadero Poder Popular .Este es el primer objetivo y en el caso de Portuguesa hemos creado distintos escenarios de participación como los circuitos comunales donde el Estado, en su estructura, más allá de los 14 municipios y 41 parroquias , también está conformado por 101 circuitos comunales que son espacios geopolíticos y humanos en donde un equipo de poder popular elabora el diagnóstico permanente de su comunidad, hace los planteamientos de proyectos y acciones concretas para resolver los problemas de la comunidad y el Estado aporta los recursos no solo financieros, sino también técnicos, logísticos, administrativos, intelectuales. Además de ello, con esos 101 circuitos comunales y representantes de 5 grandes sectores sociales (campesinos, jóvenes, personas discapacitadas, trabajadores y mujeres).Se ha conformado un gran Gabinete Comunal Una especie de Estado Mayor, a nivel de Gobernador y la alta gerencia política, que debate con el gobierno todo lo que es el uso del presupuesto anual del Estado". La situación política , las tareas del proceso , el poder popular y la unidad del chavismo por Gonzalo Gómez ( Aporrea. Caracas 24-2-2013: http://www.aporrea.org/actualidad/n223877.html)

La experiencia política desarrollada en el Estado Portuguesa es, por lo menos a través del discurso de su gobernador, un intento de revertir la relación de subordinación de la Sociedad civil a la Sociedad política , a través de un entramado organizativo que tiene como base y eje el poder comunal. Por supuesto que estamos lejos de la visión ortodoxa del partido–germen de la nueva sociedad como " moderno príncipe" en su versión tradicional, en tanto sistema celular articulado desde el "centralismo democrático". Mas diríamos, que en esta propuesta se invierte el proceso ideológico praxístico, en tanto la base de construcción política está en la cada comuna y desde entramado inter-comunal, la toma de decisiones surge en el Gabinete-Estado Mayor Comunal. Es cierto que, en la actualidad deben ser consensuadas, con los poderes institucionales, surgidos del sistema electoral, que naturalmente, sigue vigente, y que este puede ser, en algunos casos obstáculo insalvable, pero que en este parece asumirse como contradicción existente pero superable. Citamos este ejemplo, para ilustrar nuestra tesis del significado y la trascendencia emancipatoria del proceso que se ha vivido y se vive en Venezuela, en los últimos tres lustros.

Para complementar esta reflexión creemos oportuno introducir algunos fragmentos de un trabajo nuestro publicado recientemente en Aporrea (8-03-2016),"Gramsci y Chávez en la batalla perdida":

"Es una cuestión clave distinguir los tres sectores que pugnan en la disputa del poder, desde la Sociedad Civil hacia la Sociedad Política y su relación con el débil andamiaje estructural productivo dentro del actual bloque histórico venezolano: 1- Nosotros entendemos que hay dentro de la sociedad civil venezolana un sector relativamente extenso que estos en cuatro lustros ha adquirido un potencial orgánico en el sentido de crear nuevas relaciones político-sociales y de producción, sostenidas por una profunda transformación en la subjetividad. Entendemos que es eso lo que quiere decir Arturo Lev Álvarez, cuando habla de "cultura chavista" y sostiene que la derrota electoral, singularizada por la abstención de dos y medio millones de votos chavistas la favorece, en tanto potencia su existencia. Entendemos que esta "cultura" solo puede existir si se expresa en realidades praxisticas que son los espacios territoriales que intentan reconstruir la sociedad civil con densidad política para transformar el bloque histórico … 2- Pero por otra parte el Partido Socialista Unificado de Venezuela, conserva más de cinco millones y medio de votos. En nuestro análisis de un texto ya citado (las Mil muertes de Chávez) en el apartado en Lucha de clases: desintegración o integración política de la sociedad refiriéndonos a este sector que apoya y vota al gobierno bolivariano, sostenemos que lo hace, porque hoy tiene la ‘intuición – percepción’ que, hay un enemigo que puede devolverlo a su antigua condición de oprimido, sometido a la "vita nuda",(como dice G.Agamben) o sea vida de penuria, sin esperanzas. Este sector no está integrado al combate para construcción política contrahegemónica de la sociedad civil, como el anterior, No es un activista de la política y todavía está en el espacio gelatinoso, vulnerable la sociedad civil. Llora la muerte de Chávez y la fuerza de su memoria es la que lo mantiene todavía junto, pero no integrado, a la marcha del movimiento bolivariano. Pero esta "memoria", a medida que el tiempo transcurre se desgasta, ante una realidad hostil, agresiva violenta, en la cual la cuestión económica tiene un papel crucial, ... Los sectores orgánicos que constituyen el sector integrado y politizado de sociedad civil, deben plantearse como objetivo estratégico principal, expandir los espacios territoriales colectivos, hacia toda la sociedad venezolana, para que afronten no solo la cuestión del poder sino, la desalienación y realización del trabajo y la diversificación de producción Este es "el activismo necesario" evitar la deserción. en este masivo espacio chavista pasivo, y potenciar el reconocimiento de su identidad conmocionada y perturbada sociedad civil venezolana ….3-. Los ocho millones y pico de votos de la Mesa de Unidad Democrática, es la mayoría masificada en la actualidad de la sociedad civil venezolana, dado que por su condición gelatinosa, es el gran sector donde ha penetrado profundamente el proceso de politización. como reafirmación del imaginario capitalista y sus fantasmagorias ofensivas y defensivas; los "estudiantes" que luchan por la libertad", los "demócratas torturados" o sea el victimario victimizado, el proceso de politización como seguimiento al héroe y el borramiento de la lucha de clases , El uso de la violencia para - más allá de los resultados electorales- imponer la "democracia", (…) Es evidente que la Mesa de Unidad Democrática, es hoy a través de su victoria electoral del 6 de diciembre "la prima donna" de la "sociedad del espectáculo" (Guy Debors) sobre todo en el escenario de la Sociedad Política venezolana, .. …Nosotros insistimos en la tesitura gramsciana de la importancia del avance del movimiento bolivariano, para la politización emancipatoria de la sociedad civil, como asunto estratégico fundamental, para la transformación de un bloque histórico todavía capitalista".

La invocación al fantasma de Chávez no basta. La potencia de Chavéz no estaba en la fuerza extraordinaria de su carisma, como diría el simplismo ideológico weberiano. Estaba en su capacidad excepcional para conmocionar el bloque histórico venezolano y latinoamericano, dando a sus decisiones políticas poder orgánico en la sociedad civil, para crear espacios emancipatorios.

GRAMSCI, CHÁVEZ Y PERÓN ¿UN SOLO CORAZÓN"

Entendemos que la pregunta que titula este ensayo ( provocativa y evocatoria del slogan que resumía el mito del peronismo fundacional: "Evita-Perón , un solo corazón"), de alguna manera , para el lector atento, está respondida. De todas maneras vamos a resumir algunas ideas desarrolladas y precisar otras que, indudablemente, nos llevaran a la polémica inevitable en el terreno del pensamiento crítico.

1.-MASA, SOCIEDAD POLITICA Y SOCIEDAD CIVIL

Perón y Evita fueron un "corazón", que movilizó la gran masa postergada del pueblo argentino, bajo justas consignas de reivindicación y justicia ante la "opresión de los poderosos".

Perón asumió su conducción, manteniéndola en su condición de masa dominada por la fantasmagoría ilusoria de su fusión con el líder en el imaginario lugar del poder. Un líder que la aglutinaba y convocaba para resistir y vencer a un enemigo siempre presente, cuyos múltiples semblantes se multiplicaban para ofender y maltratar al pueblo.

Esta operación identificatoria tiene una proyección histórica insólita. Durante más de 70 años, con algunas intermitencias domina o forma parte de los grandes sectores interhegemónicos, de la sociedad política argentina.

En términos gramscianos, este dominio innegable sobre una parte decisiva de la sociedad civil, porque no pasa de ser una "revolución pasiva", o sea que no destruye y transforma la condición capitalista del Bloque Histórico. El movimiento emerge como una insurgencia contra un opresor abstracto, que impide a esta reconocerse como clase subalterna o sea de asumirse en su historicidad como clase proyectada hacia construcción de una sociedad civil orgánica. O sea, con potencia ético-política para lograr la destrucción de la sociedad política que mantiene el poder del Estado capitalista hegemónico.

Citamos en el contexto un texto nuestro anterior, al notable politólogo venezolano Luis Britto García:

"Lo que el mensaje populista quiere no es establecer una igualdad emisor-receptor sino una complementariedad, en la cual supuestamente el primero tiene y da todo aquello de lo que el segundo carece y recibe. Esta complementariedad es evidente, no solo en las atribuciones en las cuales el líder emisor define su esencia sino también en aquellas en las cuales define su hacer. Éste es, casi invariablemente, un "dar" (eleva salarios, abastece, da ayuda, da orientación, educa, protege, etcétera). (El poder y las Máscaras, T.2:p. 88) Calello- Neuhaus "El Fantasma socialista y Los Mitos Hegemónicos, Gramsci y Benjamin en América Latina". Buenos Aires: Herramienta, 2011.

2.- POTENCIA EMANCIPATORIA E "IDENTIDADES¨ ESTRATEGICAS

Hoy en una sociedad global en crisis, el capitalismo exacerba sus contradicciones y demandas de los países que conforman el eje dominante del sistema y castiga a los más débiles. Se extiende la desocupación, la represión a las protestas masivas, la culpabilización del diverso, la xenofobia y el racismo. Estamos en presencia de una mecánica de violencia y de muerte al desnudo, disimulada en el pasado, enmascarada por la docilidad de una masa seducida por mitos de la continuidad de una ilusoria prosperidad permanente, que encubría el sufrimiento, la penuria, las exclusiones, las elecciones que solo convalidan la omnipotencia de distintos sectores de la sociedad política, representados por sus partidos, grandes grupos empresarios, líderes sindicales, religiosos y medios de comunicación.

El enorme vacío de los "intelectuales orgánicos de la imaginación y la transformación contra-hegemónica" en el capitalismo actual, en general y en América latina en particular, es una realidad que se corresponde con la degradación, pobreza y la banalidad de la "cultura del espectáculo", instituida y expandida. Nuestros intelectuales, algunos como remedos del búho de Minerva hegeliano, solo pintan de gris lo ya sucedido, otros oficiantes heideggerianos, navegan en lo "caótico" esperando el "acontecimiento", son solo los escribidores del relato del espectáculo. El genio de Gramsci desde mucho tiempo atrás, en extraña sintonía con algunos latinoamericanos, el venezolano Simón Rodríguez (Sociedades americanas, 1828); luego E. Martínez Estrada (Radiografía de la pampa, 1937); y, Milcíades Peña (Historia del pueblo argentino, 2012), fue predictivo con respecto a la historicidad de este vacío.

Dice Gramsci:

"Las clases se expresan los partidos, en estos se construyen los hombres de Estado y de gobierno, los dirigentes de la sociedad civil y la sociedad política. No pueden desarrollarse dirigentes donde falta la actividad teórica… donde no son sistemáticamente investigadas la razón de ser y desarrollo de la clase representada. De aquí surge la escasez de hombres de Estado, de gobierno, la miseria de la vida parlamentaria. De ahí entonces, la miseria de la vida cultural y la angustia mezquina de la alta cultura, en vez de la historia de la política; la erudicción descarnada, en vez de los grandes libros y revistas polémicas ,el libelo (…)El día a día con sus pequeños conflictos de poder y que impiden el desarrollo de la política seria y efectiva". ("Quaderni del carcere": pp. 386-387).

Dentro de este panorama es evidente la singularidad y la potencia emancipatoria del movimiento bolivariano (ver ejemplo del Edo de Portuguesa, citado). Esta comparación con el peronismo es necesaria porque, como hemos demostrado, es el gran movimiento camaleónico que sobrevive , desde mediados de siglo pasado con una gravitación determinante en la sociedad política argentina en todo este ciclo. Es cierto que el Movimiento bolivariano no nace en la sociedad civil, en realidad dudamos surja un proyecto de "nuevo príncipe" sin el fogonazo iniciático en la Sociedad Política ,como el lanzado por Chávez en el 2005. Pero solo puede realizarse, a través de una praxis emancipatoria cuyo objetivo es la reconstrucción de la sociedad política desde la sociedad civil. El Plan Patria y la consigna de Chávez, ante su muerte inminente, de todo el" poder a las comunas" marcan el tránsito hacia la emancipación, que lo diferencian cualitativamente de todo populismo. Chávez, en vida, manejó la "identificación" con el peronismo, desde una clara intención estratégica Pero me consta, por referencias que no puedo hacer explícitas en este trabajo que, tenía claras las diferencias, pero también la necesidad de mantener una alianza, clave para el futuro de la marcha del movimiento bolivariano, en el contexto regional

Por otra parte la identificación con el neoperonismo kichnerista, del movimiento bolivariano fue utilizada negativamente por la "percepción unificadora del enemigo", difundida a modo de slogan reiterativo, por las agencias mediáticas de la globalización, desde que Chávez proclamó temerariamente la construcción del socialismo del Siglo XXI. En el plano teórico sustentaron esta "identidad de movimientos que intentan construir la emancipación ",dos corrientes de pensamiento opuestas pero, hasta cierto punto convergentes: 1) la torpeza y el fanatismo del pensamiento del historicismo revisionista desde Hernández Arregui a O´Donell; 2) Los muy leídos autores, que autoasumidos como " marxistas", proclamaron la existencia de un movimiento reinvidicador de las masas, planteando propuestas para definirlo como una alianza "progresista" de base obrera de una multiplicidad de clases en "pos de la justicia social" (Según Murmis y Portantiero), y como el potencial de la relación carismática con la fuerza de su capacidad organizativa de crear un sindicalismo nacionalista y progresivo perdurable (según Torre); 3) La visión apologética de James, Perón es el "héroe redentor" que, con su inmortalidad, asegura la perennidad progresiva y progresista del movimiento popular, expresada en el peronismo; y, 4) Ernesto Laclau, que desde 1978, viene desarrollando sus hipótesis sobre el populismo. Ya hemos confrontado con este autor varios textos anteriores Citamos un párrafo de su último libro sobre el tema que define su posición con cierta claridad:

"las tradiciones populares constituyen el conjunto de interpelaciones que expresan la contradicción, pueblo-bloque de poder, y tendrán una duración mayor que las ideologías de clase, y constituirá un marco de referencia más estable que estas últimas". (Laclau, La Razón Populista, p. 201)

Laclau pasa por ser el pensador que le ha otorgado un fundamento filosófico y un "corpus teórico" al populismo, sobre todo, tomando como base el peronismo. En el año 2014, poco antes de su muerte, el gobierno argentino le otorga un público reconocimiento como filósofo oficial del régimen.

LA DIVERSIDAD DE LAS GRIETAS Y LA LUCHA DE CLASES

Con EEUU a la cabeza los países dominantes en el bloque histórico capitalista, atacan en la diversidad de países que asumieron el enfrentamiento en los últimos lustros, con toda su capacidad de coacción y corrupción, para revertir en su favor cualquier forma de integración económica que intente cierto grado de autonomía. Refuerza su permanente vigilancia policial y militar, para que las nuevas formas de violencia generadas por el narcotráfico, migraciones clandestinas forzadas y trata de personas, faciliten la perdurabilidad de su dominio. Ha logrado importantes cambios a su favor en por el deterioro de las sociedades políticas que intentaron enfrentarlo en la cumbre de Mar del Plata en el 2005, sobre todo en Argentina, Brasil, Uruguay, y en parte en Venezuela a través de la Asamblea Nacional en manos opositoras. También se ve afectado el avance de los pueblos originarios, en Bolivia y Ecuador, ante la ofensiva extractivista.

Son múltiples las grietas que se abren hoy en el dominio imperial en América latina, pero es imposible tratar de profundizar sobre todas ellas, como propuso Holloway hace ya algunos años, desde sus difundidas y polémicas tesis, de "hacer la revolución sin tomar el poder".

Aparentemente la "grieta" en el bloque histórico de la sociedad argentina, pasa por un conflicto entre un "nosotros y los otros", expresada como corrientes de opinión que chocan agresivamente entre escándalos de megacorrupción, violencia política social, inflación, estimulados por los conflictos interhegemónicos en la Sociedad política. Pero, como ya dijimos en páginas anteriores, la mayoría semi-oculta de la sociedad política, que inspiró y apoyó el genocidio nunca fue juzgada, hoy sigue teniendo gran parte del poder en la SP. Esta brutal herida, abierta aún, es la verdadera grieta, en una sociedad civil que fue, ética y subjetivamente, despedazada.

En Venezuela, la grieta abierta hace dos décadas por el movimiento bolivariano, se ha expandido y profundizado de tal manera que hoy, como lo hemos mostrado en páginas anteriores, el movimiento bolivariano, debe afrontar una guerra de posición de largo aliento, en dos frentes: 1) El frente externo, donde la guerra económica, la mediática y el apoyo logístico de propaganda y armamento a la multiplicación los grupos fascistas promotora de la violencia urbana y rural, que bajo el mando del expresidente- colombiano Alvaro Uribe sicario de los EEUU, intentan generar la guerra civil, en territorio venezolano; y, 2) El frente interno donde el movimiento bolivariano en marcha, cada vez se confronta más duramente con una sociedad política, en la cual la muerte de Chávez, ha dejado un vacío, de tal magnitud que ha generado -tanto en el gobierno del PSUV, como la opositora AN- en un estado de enconado conflicto paralizante. La oposición intenta acelerar el revocatorio del presidente, y simultáneamente impulsa el sabotaje en la distribución de insumos básicos, y su asociación con los sectores duros del gobierno de los EEUU, para promover la violencia armada. Esto coloca a la sociedad civil al borde de una situación desesperada, agobiada por la guerra económica de alimentos y medicamentos básicos y la multiplicación exponencial de la corrupción. Con la prematura muerte de Chávez parece haber desaparecido en la creatividad y la potencia emancipadora en la Sociedad Política. La conducción del presidente Maduro se basa en la estrategia de dilatar el revocatorio hasta el año próximo, cuando logre neutralizar los efectos de la crisis, y se pueda apoyar en el impacto social favorable, generado por masiva importación y distribución de alimentos y medicinas, la recuperación productiva, desde las industrias de alimentos recuperadas por los trabajadores, y se acentué la lenta suba de los precios del petróleo. Esta estrategia aparece cuestionada, por sectores políticos desprendidos del PSUV (Marea Socialista), coincidiendo con la posición de ciertos altos jefes militares retirados de gran prestigio por su gestión chavista y, presuntamente, con apoyo en las fuerzas armadas, que en desacuerdo con lo que denominan autoritarismo e ineficacia burocrática del presidente, pretenden acelerar el revocatorio, argumentado que:

"aún una derrota electoral tendría a unificar el chavismo, dado que el gobierno, ha distorsionado el verdadero legado socialista de Chávez expresado en el Plan de la Patria, dándole poder inconstitucional a un Tribunal Supremo de Justicia, que representa el autoritarismo de los "amigos invisibles", contrario a la política del comandante Chávez , cuyas decisiones eran siempre construidas y debatidas con el pueblo (Cliver Alcalá, mayor general, en declaraciones en el programa de tv: "Vladimir a la Una", TV Globovisión, mayo 16, 2016)

Este conflicto ¿se hubiera dado, si Chávez no hubiese muerto en marzo del 2013? Es evidente que su presencia no hubiera podido evitar la caída de los precios de petróleo, el derrumbe de los gobiernos, que lo apoyaron como los de Brasil y Argentina. Pero es cierto que el "condottiero" vivo, hubiera seguido intentado profundizar la construcción de poder político en la sociedad civil, que hubiera tratado de expandir el entramado comunal para de tratar de redefinir el rentismo y destruir la especulación mega corrupta y desaforada, desde transformación de la economía, basada en el trabajo de un colectivo-productivo fundado en relaciones de producción sin apropiación clasista, En otras palabras Chávez hubiera intentado conducir una guerra de posición , con la convicción que es un proceso de largo aliento, que seguirá avanzando en tanto el movimiento se mantenga en marcha.

Cada territorio liberado es un paso nuevo en la construcción del "nuevo príncipe", así como cada detención pone en peligro a su embrionaria supervivencia. Porque estamos ante una vida muy nueva que es sostenida por hombres y mujeres de todas las edades, desde los muy jóvenes hasta los muy viejos, con ideas sobre la ética, la política y el trabajo que en su potencia y sentido atacan e intentan destruir las fantasmagorías del mito capitalista.

La estrategia imperial, política, mediático-tecnológica , económica y militar privilegia, en América Latina, un objetivo: el de que este "retoño de nuevo príncipe" debe ser aniquilado .Así la República Bolivariana parece estar cada vez más sola en la vanguardia de una confrontación de una desigualdad abrumadora Solo si el movimiento bolivariano, logra seguir avanzando en la sociedad civil multiplicando los territorios liberados, en la sociedad civil, podrá sobrevivir para continuar una guerra emancipatoria de largo aliento, profundizando –la única grieta que pude llegar a resquebrajar el bloque histórico capitalista- la de la lucha de clases.

*Hugo Calello / Sociólogo- filósofo-docente / @hugocalello / hugocalello@gmail.com

 


 

[1] Nota: Este texto ha sido escrito tomando como base los borradores del cuarto tomo de la Colección "Gramsci y la travesía al socialismo en América Latina" por Hugo Calello y Susana Neuhaus. El Primer tomo fue publicado por Monte Ávila en Caracas 2012. El segundo y el tercero permanecen inéditos en la misma editorial, durmiendo el largo sueño de las letras que esperan el papel ausente. El IV y último tomo está en avanzado proceso de elaboración.

 

 

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2366 veces.



Hugo Calello

Sociólogo, filósofo y docente

 hugocalello      @hugocalello

Visite el perfil de Hugo Calello para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Hugo Calello

Hugo Calello

Más artículos de este autor