Retos de la revolución de la salud

"La política es la medicina en grande"

Virchow (médico del siglo XIX)

"Para que un médico sea revolucionario, debe tener una revolución..."

Ernesto "Ché" Guevara (médico argentino, suramericano y del caribe)

La revolución bolivariana y socialista liderada por el presidente Chávez y seguida por tantos venezolanos y suramericanos, conlleva a un reto supremo de establecer las bases de la gestión integral de la salud y la enfermedad. Tendremos que entender para su logro que debemos abandonar el individualismo de la cuarta república que conlleva a la unilateralidad de la gestión y a obviar los conceptos gregarios, dando paso a la participación de los exprofesos quienes son beneficiarios y están comprometidos en también participar. La revolución cuenta con un nivel básico de organización del pueblo venezolano, cual es la familia y no el individuo. Estas familias en su biotopo (ámbito geográfico de su ecosistema) o su comunidad (barrio, urbanización, campo) deben ser atendidas en “unidades básicas de atención o de gestión” de doscientos cincuenta familias para la consideración de este tópico de la gestión de la salud y la enfermedad.

Un reto de la revolución es recobrar la conciencia de los miembros de los equipos de salud, que asuman su pertenencia a la comunidad en general y a las familias en particular. Los equipos de salud en su formación son extraídos conceptualmente de la comunidad y la familia, captado incluso en expresiones como: "el equipo de salud tiene que ir a la comunidad" como si no fuéramos parte de ella. Esta expresión implica que los miembros de los equipos de salud no pertenecen a la comunidad o no se sienten parte de ella, quizás interpretando una supraposición que encontramos también en expresiones como: "hay que bajar los programas a las comunidades".

Debemos en forma revolucionaria asumir que existen dos polos dentro de la situación de la existencia humana: salud y enfermedad. Esto conlleva a que tengamos que asumir que el interés de la comunidad, del poder constituyente, el cual es la salud, expresado como el total bienestar biológico (del cuerpo), psíquico (de la mente), social (de la relación entre los humanos, de la sociedad) y ambiental (de la relación con los otros factores naturales, el ecosistema, el ambiente, las leyes naturales) y no simplemente la ausencia de enfermedad. Es por eso que en la gestión integral de la salud y enfermedad no solo tengamos que luchar contra las enfermedades (antes de su aparición= prevención, en su pleno desarrollo= curación, contra las secuelas o consecuencias= rehabilitación), tenemos también que dar las condiciones para que la comunidad tengamos salud.

Es imprescindible la unificación de esfuerzos basados en un sistema nacional único de salud y enfermedad, que abarque los tres niveles (primario= en la comunidad, secundario= en consultorios para consultas y procedimientos ambulatorios y de diagnóstico auxiliar, terciario= hospitalización con régimen de tratamiento secuencial supervisado). La articulación del sistema obedecería a un plan nacional con participación y adecuación estatal. El modelo tendría que ser el comunista, es decir, el gobierno en nombre del pueblo de Venezuela asume el financiamiento y conducción del sistema, organizando e integrando otros esfuerzos y recursos provenientes de las empresas y la comunidad laboral y habitacional, en una participación con responsabilidad compartida.

La gestión integral de la salud y la enfermedad estaría basada en nueve ejes que deben obedecer a una planificación con consideración de contingencia y no a un sistema de jornadas, con respuestas espasmódicas o de emergencia:

*seguridad: todos nuestro desempeño debe ser regido por procedimientos adecuados que no exponga la integridad particular y general de personas, otros factores ambientales, bienes, etc...

*higiene: todas las actividades que se cumplan para obtener un normal desenvolvimiento de la vida, es decir todas las actividades que se hagan para tener salud, para poder cumplir nuestro derecho a la vida y al desarrollo humano.

*ambiente: debemos entender nuestro papel dentro del ecosistema en particular y en el ambiente en general, entender las leyes naturales y acatar los lineamientos para un desarrollo sustentable (desarrollo de la sociedad humana sin devastación ni contaminación ambiental).

*valores: debemos tener un basamento de valores morales y éticos, con la construcción de una sociedad justa, con una relación entre los humanos orientados por el conocimiento y aplicación de los derechos humanos.

*control: se debe hacer programación de factores de riesgos sociales, ambientales, patológicos y los indicadores de salud y enfermedad comunitarios, de unidad básica de atención, familiares e individuales.

*prevención. se debe conocer los factores de riesgos para enfermedades y desastres, actuar sobre ellos para disminuirlos para aminorar su impacto o eliminarlos, además de bajar la vulnerabilidad con la preparación de las comunidades, familias e individuos.

*curación: se debe atender la enfermedad con calidad (oportunidad, cobertura, eficacia, eficiencia, efectividad, ciencia, tecnología, innovación, personal, familiar y comunitaria, etc.).

*rehabilitación: las secuelas o consecuencias que dejan las enfermedades deben ser tratadas en forma particular, familiar y comunitaria.

*participación: todos tenemos el deber y el derecho de participar en la gestión de la salud y la enfermedad, en la planificación, en la ejecución y control como proceso público que es.

Esto se acompañaría de:

*un proceso de educación revolucionario para ingresantes y para los actores actuales.

*un proceso de asimilación y adecuación del personal para los equipos de salud.

*un proceso administrativo acorde a las realidades y exigencias.

*una cobertura y oferta adecuada.

*un nivel de logística de alta calidad.


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Elio Ríos Serrano


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