¿Democracia?

La política es hoy día una especialidad consolidada y desprestigiada. En el plano general, ha sido un espacio donde se han producido avances sobresalientes en la socialización y domesticación de la multitud. En el ámbito de la ciudadanía es el instrumento opresor del sistema de poder que gobierna la conciencia de los partidos políticos y sus compinches. Dentro de los espacios políticos latinoamericanos, el nivel de corrupción tácito al ejercicio de la política y su proceso de arbitrariedades endémicas ha degenerado de modo acelerado la democracia en las últimas décadas: democracia venezolana vendida al mundo cómo una democracia ideal.

Un repaso a las principales orientaciones elegidas por los políticos venezolanos y los resultados obtenidos a partir de la caída del General Marcos Pérez Jiménez, nos permite observar el imperio de la corrupción y el compromiso desnacionalizador asumido a través del pacto de Punto Fijo (Estados Unidos, Acción Democrática, Unión Republicana Democrática, COPEI, etc): democracia colonial servidora de los intereses de Estados Unidos.

La década de los cincuenta presencia el advenimiento y la consolidación de los partidos políticos, centrados obsesivamente, en el discurso de la lucha por ellos librada contra la dictadura. Y es en plena “democracia” que los partidos políticos, fiadores del sistema de poder tutelado por los Estados Unidos, deslegitiman su relación con el pueblo exacerbando la exclusión, la opresión y los valores que menguan la ética y la moral del pueblo venezolano: democracia de partidos políticos corruptos.

La “democracia” y sus correligionarios construyen el destino imperial de Venezuela vendiéndola a los Estados Unidos. Una vez negociada Venezuela, ésta manada de apátridas se convierte en albaceas de los intereses de las trasnacionales y los organismos multilaterales que controlan nuestra economía.
El Pacto de Punto Fijo ocasiona un giro radical: transformación general del país, liberalización populista de la economía; complicidades de la empresa privada y los partidos políticos. Así se consolidan las mafias que hoy simbolizan el escualidísmo y sus lacayos: sistema político democrático como productor de los desequilibrios sociales y económicos en Venezuela.

En los años setenta se observa la puesta en marcha de una progresiva técnica de privilegios, dirigidos a los fecundos negocios de los partidos políticos (pandillas de delincuentes) y sus asociados. Los líderes de la democracia, elegidos por el sistema de poder e infectados por las anomalías que pueblan la administración de los depredadores, realizan una serie de fastuosas escenas, donde, políticas ilegítimas y corruptas, son protegidas por los intereses económicos y políticos del sistema de poder. Fue durante los gobiernos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campíns, Jaime Lusinchi y Ramón J. Velásquez (quizá los políticos más representativos del status quo y más vergonzosos para gentilicio alguno) donde se asumió sin venir a cuento la expoliación de Venezuela. Esta malsana banda de criminales conformaron la totalidad de los intereses financieros y los latifundios que hoy protegen los escuálidos (contras), el sistema de poder, la OEA, el Centro Carter, Súmate, la ONU, etc: presidentes lacayos que simbolizan uno tras otro la expoliación que permitieron se hiciera en Venezuela.

A finales del siglo XX y principios del XXI, Venezuela experimenta realidades considerables: La devaluación del bolívar, el 27 de febrero, el 4 de febrero, el 27 de noviembre, la Revolución Bolivariana, golpes de Estado, golpe petrolero, golpe mediático, guarimba, terrorismo y la conspiración de un grupo de enemigos, aclamados como “amigos”: democracia genocida y golpista.

La inflación especulativa de valores, precios y malhechores políticos, asiste al rendimiento decreciente de un país que establece la desigualdad social como premisa, interpuesta para mantener como lodazal la educación, la asistencia social, el deporte, la salud, la seguridad ciudadana y unas cuantas docenas de cosas gerenciadas por los partidos políticos y sus asociados: confesión de un sistema político que intenta mantener los desequilibrios sociales que produjo desde el año1958. Confesión manifestada a través de la oposición escuálida.

Los partidos políticos latinoamericanos conformados bajo los intereses del sistema de poder, siguen dándole la espalda a nuestro futuro sin percatarse de las nuevas agitaciones que han penetrado nuestro degenerado sistema de valores. Estas inquietudes avanzan, difundiendo ampliamente la aplicación impostergable de cambios estructurales en el sistema político democrático; ello significa que tenemos el deber de reflexionar sobre la democracia y sus mentiras, sobre el sistema de poder y la práctica del neo colonialismo.

La mayoría de los latinoamericanos deseamos vivir en una región garante de la libertad, en lo que el esfuerzo, el trabajo y las oportunidades se referían nuestros ancestros Amerindios: ¡Socialismo ya!

candelarioreina@yahoo.es



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Candelario Reina

Poeta venezolana, activista por la paz y la solidaridad con los pueblos del mundo. Productora Nacional Independiente, Guionista y Reportera. Primera poeta venezolana, en recibir en manos del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, la orden "Heroínas de la Patria".

 sinfronteras_al@yahoo.com

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