Me veo en la obligación de aclarar algunos puntos importantes, antes de continuar con este breve articulo; primero es fundamental establecer que los revolucionarios, los integrantes del gobierno bolivariano y sus seguidores, no estamos en contra de la existencia de una oposición en el escenario político nacional, mas aun, creo que todos estamos de acuerdo en la necesidad de contar con un actor político llamado oposición, esta dinámica dialéctica es totalmente sana y necesaria en cualquier sociedad medianamente madura y democrática; y he aquí que entra en juego el segundo punto que quiero aclarar, precisamente esa oposición que debe existir, que debe interactuar en el juego político nacional, que debe ocupar algún espacio, el que le corresponda, debe ser DEMOCRATICA, NO FASCISTA!, y he ahí el gran drama de algunos factores políticos nacionales que se hacen llamar “oposición”, y su drama estriba en que la democracia es incompatible con el fascismo, por ende estos actores no son oposición, son sencillamente elementos perturbadores de la sociedad, instrumentos de poderes externos cuya única misión es desestabilizar, generar caos y violencia social, garantes de sistemas económicos políticos extremistas, jamás podrán actuar como un actor político propositivo y que genere alternativas ni visiones validas que busquen el desarrollo y el bienestar de la patria, nada más lejos de sus intenciones!!.
Esta más que demostrado por los hechos, que la agenda ideológica de estos elementos o factores de la oposición (conste que me refiero a algunos factores de la oposición y no generalizo), es una agenda del odio, un proyecto ideológico conservador, reaccionario, cuyo fin último es proteger, favorecer, incrementar los privilegios y el poder de una ínfima minoría tanto nacional, como internacional, que exacerba el individualismo, que deifica el consumismo voraz, tirando al traste los valores tradicionales mas supremos, convirtiendo a la sociedad en un teatro de vida atroz, en donde la persona no vale por lo que es, sino por lo que tiene o aparenta tener, reduciendo a los seres humanos a cosas, cosificando sus vidas, sus sentimientos y sus relaciones sociales, llevando en lo político a la instauración de una democracia desmovilizada, con un poder popular sin energía participativa, con miembros del soberano esclavizados por la incesante y perpetua seducción de objetos que ante sus ojos se ofrecen como los mecanismos de realización de sus vidas, de éxito, de verdadera vida, con su consiguiente reducción a la categoría de sub-hombres, destruyendo toda acción colectiva popular, teniendo como el fin último de esta máquina infernal, el establecimiento de un darwinismo moral, en donde el valor supremo será la supervivencia del más fuerte, “del que mas tenga”, un culto al ganador, al que se enriquece a costa de lo que sea y de quien sea!!; instaurando como norma rectora de toda la vida social, política y económica nacional las practicas de la lucha de todos contra todos!!.
No es esa la oposición que el país, el pueblo, la patria necesitan, sino una oposición democrática, que proponga vías de desarrollo, que de alternativas para la mejora de la vida y el accionar del pueblo, sin violencia, sin odio ni asco hacia el pueblo, consustanciándose con sus necesidades y esperanzas, sin darwinismos morales, en resumen sin fascismo.
Economista
Miembro de la JPSUV.
wrujogabe@hotmail.com
