Panem et Circenses

El mestizaje y la opresión son dos categorías que permiten un mismo recorrido para su análisis, debido a que tienen en su raíz la existencia de un conjunto de secuencias de orden histórico que condicionan un hecho determinado: panem et circenses.

En el punto de partida del pan y circo se da un encadenamiento de sucederes que da cuenta de la construcción del primer reality show de la civilización occidental. Espectáculo de masas donde morían quienes osaban apartarse de la cadena productiva instituida por el sistema de poder que encarnaba el Imperio Romano. Culturas dominadas, mestizos y fieras fueron los elegidos para la complacencia del sadismo reseñado como la autonomía del poder y su ensañamiento contra las culturas dominadas.

La consecuencia más letal del pan y circo, “apareció súbitamente sobre el cielo como un resplandor de una luz blanquecina rosada, acompañado de una trepidación monstruosa que fue seguida inmediatamente por un viento abrasador que barría cuanto hallaba a su paso”. (1)

A la costa suroeste de Japón fue trasladado el Coliseo Romano. Las localidades fueron vendidas en Hiroshima y Nagasaki; los actores principales fueron Little Boy (uranio 235) y Fat Man (plutonio); las víctimas permanecieron inocentes, y el maestro de ceremonias que ordenó los dos únicos bombardeos atómicos de la historia de la humanidad, sigue sin ser juzgado, como lo que manifestó ser: un asesino en serie con un rostro sin remordimientos: Harry S. Truman… padre del Terrorismo de Estado, cultor y guía de las políticas genocidas cultivadas por Estados unidos e Israel una vez consumada la segunda guerra mundial.

Nuestra imaginación, laboriosamente intervenida, traduce la idea de un proceso civilizatorio superior e inexorable. Este género mediatiza y normatiza, prescribe y proscribe el accionar de los comportamientos colectivos en los diferentes espacios: origen, educación, raza, comunidad, libertad, etc, Así se asimilan los espacios a los procesos civilizatorios que conducen las sanciones y los permisos, amplificadores de la impunidad, el genocidio y el terrorismo de Estado.

Si prestáramos atención a lo que consideramos acontecimientos históricos, y además, tuviéramos conciencia de las maniobras que entrañan los valores artificiales encubiertos por las estratagemas políticas que posibilitan la opresión, nos percataríamos de la superioridad de unos códigos morales con respecto a otros. De aquí, que éste procedimiento, -terrorismo de Estado- debe ser reconocido como el defensor de mayor eficacia y vitalidad del sistema de poder que globaliza la voluntad de los pueblos. El terrorismo de Estado emerge sobre el estado artificial (cultura dominante), en el que se constituyen las formas y los objetivos de las actividades controladas por el sistema de poder que interviene la capacidad humana de recordar: inhibe la memoria e interviene la conciencia hasta separar la realidad de las ideas. Así la imaginación se encuentra con las mentiras en el mundo de las apariencias.

Los pueblos, las masas, las clases sociales y los colectivos han sido siempre inducidos a seguir las directrices establecidas por el sistema de poder. Por eso la mano invisible alfabetiza y civiliza la aldea con patrones jurídicos -políticas de negociación-, decretando las condiciones y los límites de los cambios sociales; exacerbando las garantías con que las elites salvaguardan las condiciones de dominación por ellos impuestas.

El sistema de poder a la usanza del señor feudal constituye formas y objetivos de supremacía sobre los pueblos. Una forma es la matanza sin par ejecutada para suprimir y borrar de la faz de la tierra las civilizaciones Amerindias; un objetivo, es la extracción de 50.000.000, oo millones de seres humanos de los Imperios Africanos y su conversión a la esclavitud. Actividades practicadas en contra de la voluntad de los colectivos desarraigados, en nombre de los procesos civilizatorios impuestos por la cultura occidental dominante. Historia transmitida como el cenit de la evolución y el progreso en sus formas europeas y norteamericanas.

Civilizar debe ser traducido como: individualizar, industrializar, mercantilizar y racionalizar sobre los márgenes de lo causal, lo cultural y el consensus ejercido para la militarización preventiva de la Doctrina Monroe: estructuras militares salvaguardas de los espacios políticos y económicos del Imperio y sus proyectos de expansión territorial y control de los centros energéticos: esclavizar el ámbito ideal de la libertad y la razón a través de los reality shows, hasta el punto de incorporar la ausencia de dolor a la cultura de la muerte, es la finalidad mejor lograda de la mano invisible que seculariza la cultura de la dominación en sí misma.

Los esclavos mediáticos, los medios de comunicación, la clase media profesional y alta, y la oligarquía malinche, son traidores confesos constituidos como sociedad civil: vasallos que pretenden liberar a los hombres de la ignorancia de su elección, mediante las mentiras generadas por los medios que inhabilitan la razón y la memoria que niega el recuerdo y el pasado.

(1) Diario de Hiroshima, de Michihito Hachiya





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Candelario Reina

Poeta venezolana, activista por la paz y la solidaridad con los pueblos del mundo. Productora Nacional Independiente, Guionista y Reportera. Primera poeta venezolana, en recibir en manos del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, la orden "Heroínas de la Patria".

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