Estafa y pornografía

La presidenta de Argentina, la inteligente dama Cristina Fernández, acaba de anunciar que se hará una investigación sobre los anuncios en la prensa donde se invita a la VENTA DE CARNE HUMANA. Es decir a eso que se ha convertido en una metástasis contra los seres humanos víctimas de las agallas económicas y la ausencia de moral. Aplaudimos esa acción y nos alegra que sea una mujer la que le de inicio a esta situación, donde vagos, aberrados mafiosos y viciosos viven de la TRATA DE BLANCA. Uno se pregunta, ¿hasta cuándo se permite este negoció en el cual son los infelices seres humanos los protagonistas principales de la atrocidad?

Se dice que en aquella Cuba que les sirve a los enfermos para la nostalgia, porque en esos años saciaban sus pequeñeces sexuales viajando a esa isla, los padres de algunas niñas cubanas las vendían como esclavas, mediante álbumes que les mostraban a los ridículos vejetes vestidos de shorts y camisas de bacterias que llegaban a ese lugar en busca de placeres por algunos pesos. Esos anormales “padres”, bajo el régimen del sargento Bautista, son los que lanzan toda clase de mierda contra la revolución cubana desde Miami, o Gusanera. Son enfermos, imbéciles, pordioseros de la vida, carcachas desvencijadas, como lo son los que prostituyen a las mujeres venezolanas desde bares y lenocinios amparados en una sociedad indiferente, ¿por qué esos dueños de bares y prostíbulos no emplean a sus mujeres, a sus paisanas?

La sociedad capitalista con sus menjurjes de mierda, de publicidad, de productos, de tetas y nalgas ficticias, acude a la mujer como su gran víctima y ésta cae en la trampa. Da dolor esa cantidad de anuncios en los periódicos venezolanos, donde algunas mujeres se venden como “universitaria que complace tus gustos…”, donde “la catira que tira eternamente te da la gran nota” y así, ¿cuántas de ellas morirán enfermas y cuántos hombres enfermarán a su compañera de vida? Se habla de Moral y Luces, pero la revolución obvia esta anormalidad, porque según “no se debe hacer nada contra el derecho de cada quien a hacer lo que le venga en gana con su cuerpo”

Pero creemos que eso no es así. El Estado debe valer por el derecho a la salud, a la moral y a los buenos principios de sus gobernados. Quien desee vivir alquilando su cuerpo que no haga publicidad en los medios, pues la incitación a salirse de los cánones trae como consecuencia que los niños suban un peldaño que no les corresponde y llegan a adultos saturados de algo que fue creado para la procreación y de ahí el desmembramiento familiar. Hay en Internet muchas páginas de pornografía y en ellas hombres y mujeres, se anuncian como objetos sexuales, pero…siempre el pero, da vergüenza, no por mojigato, ni por retrógrado, ver que esas mujeres en la parte inferior de sus fotos en equis escenas, llevan el nombre de “emperatriz o Dionisia, o Paula, o Cristina, o Perla, todas DE VENEZUELA. (Si fuera mojigato no estuviera escribiendo esta nota)

Hay en algunos barrios muchachas que se jactan de tener “ya su porno”, es decir ya enviaron a esas páginas todos sus precarios pensamientos y sus sentimientos de perruna perseguidas por canes rabiosos que se pelean su sexo por unas cuantas monedas, es decir se venden, se muestran, pierden la intimidad por la misma miseria y por la misma sociedad que las desnuda ante los ojos de los más miserables aberrados de la tecnología. Es triste. Pero no solamente la prensa e Internet venden a las mujeres y a los débiles. Existen otros anuncios publicitarios en los cuales ESTAFADORES profesionales con patente les birlan el dinero a muchas personas invitándoles a que los llamen, porque “ellos tienen el número que va a salir hoy”. Algún inocente podría preguntarse: “Si estos estafadores saben el número que va a salir, ¿por qué no se los juegan y se hacen multimillonarios de una vez? Estafa, estafa, engaño, burla, robo, ¿quién protege a estos hombres y mujeres venezolanos que crecieron en un Estado depredador en la IV-R? ¿No es eso mostrar irrespeto hacia los infelices que quieren hacer dinero con el envite y el azar y no con el trabajo y la creatividad?

La revolución venezolana debe entrar a su segunda década eliminando todo lo que la daña, porque, ¿de qué le ha servido la pornografía a USA, Europa, Asia, sino para hundirse más en la miseria humana? En este instante se tiene una nueva especie de mujer: la mujer de senos falsos y nalgas ídem ¿robot? ¿Alienígena? ¿Mujeres reconstruidas por el bisturí de la publicidad que le ofrece belleza exterior y la ignora como ser pensante? ¿Cómo va a escapar la mujer de yugo MACHISTA si no es capaz de enfrentar el destino con la sabiduría que le colocó la madre natura? Cristina Fernández está haciendo algo para que los ladrones de imágenes, para que los ratones escapados de las vaginas de sus madres, dejen de ver a la mujer solamente como objeto sin alma, sin cerebro que se deja maquinar por emporios publicitarios vendedores de belleza ficticia y nalgas al viento. Últimamente se han multiplicados los “profesores” de sexo en periódicos y en televisoras venezolanas. Todo eso es estafa, mentira, enfermedad, aberraciones, frustraciones, porqué del sexo se ha encargado históricamente la vida misma.

hdiderot@gmail.com


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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