Carta a Eduardo Rodríguez el locutor

"Los medios de comunicación en manos de inmorales son delitos de lesa humanidad"

Te quedó bien bonito eso de llamar a través de la pantalla del canal golpista Venevisión para que la gente denunciara a los chavistas. Te quedó enorme. Hoy al leer tu nombre en los medios como uno de los que arengó a la persecución de los revolucionarios, ¿qué sientes?

¿Te animas a decir que si volviera a ocurrir otro golpe contra la revolución lo volverías a hacer?

El pueblo no duda que lo reiteres: la marioneta hace lo que le dice el marionetero a través de sus dedos. Usted, locutor, perifoneador, anunciador o lo que sea, ¿cómo hace para que ese terrible y macabro accionar usando un medio televisivo se le borre de la mente? ¿O es que usted como todos los golpistas va a decir, que eso fue que se lo ordenaron y usted lo dijo?

De manera que si el gobierno de Carmona cara de catalina se hubiese prolongado, los escuálidos del odio, hubiesen denunciado a los venezolanos que respaldaban a la revolución y ¿usted se imagina que hubiese sido de ellos? Por su anuncio pudieron haber miles de muertos, padres, madres, abuelos, hijos, primos, hermanos. Y esos muertos hubiesen sido venezolanos cuyo único pecado fue apoyar un proyecto donde vieron sus luchas sociales hechas realidad.

Usted anda por ahí, feliz, sonriente. Sus amigos de esa malvada confraternidad de enfermos son los mismos. Seguro que usted reirá a todo pulmón; la impunidad lo mantiene libre, feliz, contento, porque el pecado no fue visto como para que sus ancas de irresponsables estuvieran haciendo contacto con una pared o piso de una cárcel.

ES MUY FÁCIL PARA UN HOMBRE COMO USTED pertenecer a un canal de televisión que mueve montañas de dinero: todo lo puede comprar, todo lo puede apaciguar, pero su acción fue verdaderamente la de un hombre que no analiza el supuesto deber de informar. Bien pudo negarse a esa acción canalla, de vender a sus compatriotas, aunque por sus venas corriera sangre fascista, porque fue muy peligroso: usted no se imagina lo que pudo ser, que por culpa de un anuncio, las jaurías de criminales que apoyaron un golpe, acabaran con personas inocentes y sanas.

Por eso no es que de rabia verlo en la misma televisora; es que da pena como hombre tener a uno del mismo sexo capaz de cometer tal locura: usted, no digo que sea loco, pero su conciencia, ha de llevarlo a intensas horas de reflexión, al extremo de que abandone esa idea si es que por arrogancia y guapetonería intentara revivirla. Un hombre que no acuda a la reflexión, puede anotarse en el libro de citas de un psicólogo.

Hoy cuando se cumplen 9 años del Golpe de Estado contra la revolución, el pueblo y Hugo Chávez, entendemos que ha pasado bastante tiempo para madurar ideas defensivas del actual proyecto, más nunca ha de volver a suceder. Más nunca los golpistas han de tener la dicha de andar libres después del crimen cometido. El pueblo no los olvida, su rostro, y el de todos los que actuaron en esa fecha, están en los discos duros cerebrales del pueblo. De ahí no saldrán hasta que la verdadera justicia se coloque sobre un tribunal a dictar años de prisión para todos ustedes sin excepción.

Porque no habrá justicia, ni paz, ni equidad, mientras quienes se vomitaron sobre un país que había elegido libremente a su gobernante, se vean reflejados sobre el cristal inmaculado de los barrios, los cerros, las orillas de quebradas, las parroquias...ninguno de ustedes podrá colocar sus fotos en equis lugar, sin que el desprecio no obligue a escupir la ofensa cometida por usted y por quienes se imaginan que no tiene fuerza el soberano para defender sus derechos vulnerados.

aenpelota@gmail.com


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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