23 de julio 2009. - El presidente hondureño, Manuel Zelaya, expulsado de su país tras un golpe de Estado ocurrido el pasado 28 de junio, salió hoy desde la embajada de Honduras en Managua hacia Estelí, 149 kilómetros al norte de la capital nicaragüense, de donde mañana viajará a la frontera hondureña para preparar el retorno a su país.
La salida de Zelaya de la sede diplomática rumbo al norte de Nicaragua se produjo a las 4:15 pm hora local (5:45 pm en Venezuela), en una caravana de automóviles en la que viajan periodistas que cubren el recorrido del mandatario derrocado.
Simultáneamente, el gobierno golpista hondureño anunció esta tarde que se iniciará un toque de queda en las zonas fronterizas este jueves a partir de las 6:00 de la tarde y culminará a las 6:00 de la mañana. En el resto del país continuará de la medianoche a 4:30 a.m. Dicha prohibición al tránsito nocturno de personas y vehículos, se espera que se mantendrá en el país “de conformidad como vayan los sucesos”, y argumentó que busca “resguardar” a la población.
Previamente, en una rueda de prensa, el presidente Zelaya aseveró que, tras lo que consideró "el fracaso" de la mediación adelantada por el mandatario costarricense, Oscar Arias, el pueblo hondureño necesita su retorno al país centroamericano. La rueda de prensa se efectó en la sede de la Embajada de Honduras en Managua, Nicaragua, desde donde partirá hacia la frontera con su nación, acompañado de una caravana para intentar ingresar.
Zelaya consideró que su regreso devolverá la calma a la sociedad civil y permitirá el retorno de la democracia en su país.
Este miércoles, el presidente golpista hondureño, Roberto Micheletti, rechazó el plan de Arias, el cual proponía el adelanto de las elecciones para el mes de octubre, así como la creación de un Gobierno de unidad nacional, liderado por el presidente legítimo y constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, hasta el 2010.
Zelaya fue secuestrado y expulsado de su país violentamente por los militares el pasado 28 de junio en la asonada militar y desde ese momento el Gobierno de facto ha reprimido a los manifestantes que se encuentran en las calles hondureñas exigiendo el retorno de la democracia.
