Lluvia de mamarrachos precandidatos en Ecuador

Nada obstaculiza con mayor fuerza el cambio de la cultura política, de una realidad histórica concreta que afecto al Ecuador, que la suposición política defendida obstinadamente con el discurso demagógico de la puesta en práctica de la desestabilización para llegar al poder, pertenece en calidad de cultura al ejercicio de la política en América Latina.

La gente que a continuación detallo no está en condiciones de decidir sobre los asuntos de la vida social ni siquiera de proyectar algo diferente solo afectan brevemente la convivencia, brevemente porque el pueblo los conoce como desleales, traidores, oportunistas y ladrones, es decir, reúnen en torno a si el menú del politiquero.

Unos 30 partidos políticos o menos tendrá la papeleta electoral para las elecciones de febrero vigiladas por el Consejo Nacional Electoral, en estos momentos 15 grupos políticos están habilitados para la campaña. Los que más sobresalen por la oligarquía son:

Fabricio Correa, hermano del presidente Rafael Correa, el traidor de Lucio Gutiérrez Partido Sociedad Patriótica (PSP), el eterno millonario perdedor por quinta ocasión Álvaro Noboa del Partido renovador institucional Acción Nacional (PRIAN), el nuevo ricachón banquero Guillermo Lasso del Movimiento Creo (CREO) son a mi entender los más representativos de la derecha ecuatoriana, falta por definir si Jaime Nebot alcalde de Guayaquil del Partido Social Cristiano se postula para completar el menú de la oposición derechista.

A estos partidos Rafael Correa destruyo en el 2007 no solo por estar fraccionados sino por la multiplicación de movimientos, partidos y grupos de independientes que, desde 1994 vía consulta popular sumaron sin freno alguno porque la politiquería se transformo en un buen negocio que canso al pueblo ecuatoriano destronándolos cada año hasta la llegada de Correa.

De la derecha se puede esperar su postulación, sin embargo, Correa multiplico la avaricia de las izquierdas ecuatorianas que lejos de sumarse a la nueva izquierda que recorre América del Sur, acentúan en la diversidad lo divino del politiquero arcaico concibiéndose a sí mismos como oposición que busca la desestabilización porque no están en condiciones de crear formas nuevas de socialidad; al menos desde sus cargos nunca lo hicieron.

Salvador Quishpe prefecto de la provincia de Morona Santiago por Pachakutik, Alberto acosta ex presidente de la Constituyente de Montecristi, Gustavo Larrea ex ministro de Seguridad Interna de Correa, Carlos Villacis (MPD) Paul Carrasco prefecto del Azuay, se aglutinaron dentro de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas, al mismo tiempo arrancaron las primarias para definir al candidato que no representa a nadie.

La mayoría de estos precandidatos ratifican su fracaso político y su fracaso personal como gente de izquierda en el proceso revolucionario en el que no pudieron triunfar, a esta izquierda no le gusta ser base y apoyar desde ahí a la revolución ciudadana, buscan protagonismo y la forma más barata de hacerlo es criticando todo lo malo del gobierno y callando lo bueno, le hacen el juego a la TV privada, se traicionan y traicionaron desintegrándose moralmente y éticamente.

Este pacto es producto de su falta de lealtad, conocimiento y convicción, incompatibilidad profunda con la ética busca ser ocultada bajo una manipuladora complementariedad con la irracionalidad actitud del Movimiento País que deja de lado a sus bases, este el mayor peligro para la popularidad de Correa por su imponente alta credibilidad.

Este es un pacto que no garantiza la cohesión de la comunidad indígena, campesina, afro, clase media o pueblo a la que dicen representar, un pacto que, en sus inicios pudo haber tenido su justificación por eliminar la condición explotativa eje central de una idea revolucionaria y socialista, después, este pacto carece completamente de fundamento porque la revolución ciudadana busca maneras de superar la desigualdad y la inequidad social, pruebas hay muchas como la afiliación al seguro social y el acceso al sueldo básico de todos los trabajadores de manera obligatoria, derecho a la salud y educación gratuita, mejor atención pública a mas de las obras civiles carreteras, aeropuertos, vivienda, mejoramiento de la condición laboral de los policías y emergencias entre otros logros que indudablemente mejoran la condición de la gente hacia el buen vivir.

Esta izquierda en la oposición no tiene aceptación popular ni capacidad para crear una nueva sociedad sin acudir a los organismos crediticios de EEUU, este pacto de izquierdas solo busca protagonismo y desestabilizar al hombre que cuenta con el apoyo mayoritario de las masas. Estos precandidatos no tienen la más mínima posibilidad de salir vencedores en la contienda electoral porque nadie les cree fuera de sus familias, son parte de un plan orquestado por la derecha y desde la embajada de los EEUU y lo saben.

Todos estos precandidatos tienen rasgos prestados y en negativo, en realidad es un dispositivo tonto tratando de desviar la atención del pueblo en dirección a una falsa izquierda solo para tratar de cerrarle el paso a Correa, cuando lo que están haciendo es fortalecerlo políticamente.

Rafael Correa, en tanto que autor de muchas obras sociales la masa se quedara con el porqué la revolución ciudadana es válida para la gente pobre, dañina para la burguesía, Correa es una figura diferente a la figura del politiquero ecuatoriano.

El proyecto de Correa será un proceso socialista desde su reelección, más acorde con la realidad económica y cultural del país para alcanzar la meta propuesta para el buen vivir de la población materialmente pobre, eleva al gobierno ideológicamente a la jerarquía de ideal izquierdista de una nueva izquierda encargada del empuje original contra una mafia de los medios de comunicación, industrial, bancaria, acostumbrada a la explotación de la masa.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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