Nicolás y Diosdado los grandes responsables de una eventual derrota

Aunque suene contradictorio el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en una organización que ha venido en decadencia tanto en número de sufragios (aunque éstos deberían aumentar de manera constante por la población electoral) como en términos porcentuales desde que Nicolás Maduro asumió las riendas del país, y por ende, junto con Diosdado Cabello tomaron el control partidista y del gobierno nacional.

Lo primero que tendría que ver una directiva de ese partido es que Hugo Chávez obtuvo en las elecciones presidenciales de 2012, 8.191.132 votos (55,07%) contra 6.591.304 votos de Henrique Capriles Radonsky (44,31%), mientras el resto de los candidatos apenas superaron los 90.000 sufragios (poco más del 0,6%) (1). Posteriormente luego del lamentable fallecimiento de Hugo Chávez, y en elecciones de 2013 para elegir a su sucesor, Nicolás Maduro se alza con la presidencia de la República con 7.587.579 votos (50,61%) mientras que el repitiente candidato por la oposición logró 7.363.980 votos (2). El resto de los candidatos apenas superaron los 38 mil votos (0,27%).

La primera lectura que debemos sacar de esos resultados parten de interrogantes: ¿Cómo Maduro teniendo a su favor el dolor que había en el pueblo por la muerte de Hugo Chávez, y una situación de crisis económica sin la profundidad que vivimos en la actualidad, despilfarró un capital electoral, es decir, de gente del pueblo en más de 600 mil votos? En contrario, ¿Cómo logró el mismo candidato opositor aumentar su caudal de votos en más de 770 mil votos? Sí en tales cifras dejamos constancia que en ambas elecciones tanto los candidatos vencedores del PSUV como el perdedor de la oposición agruparon más del 99% de los sufragios, 14.782.436 votos (2012) y 14.951.559 (2013) ¿Sería una especulación decir que los nuevos votantes se están inclinando por la oposición? ¿A qué se debió tal fenómeno? ¿Errores de Maduro, Cabello y el PSUV? ¿Aciertos de la oposición? ¿O cansancio o reclamo de la gente, más allá de las palabras de Chávez cuando designó a Nicolás Maduro como su sucesor?

Después, vendrían las elecciones de 2013 consideradas un plebiscito tanto por el gobierno como la oposición y revisando el Diccionario de la Real Academia Española (3) nos encontramos que su principal definición tendría que ver con la decisión que toma un pueblo sobre la pluralidad de votos, en consecuencia, dependiendo de la óptica con la cual quiera mirarse el cristal, fue una aplastante victoria para el PSUV en términos del número de alcaldías alcanzadas, pero nuevamente hubo una reducción de votos, los cuales obtuvieron el 48,69% (4), y aunque algunos digan que esas elecciones no “animan” el mismo número de electores que una elección presidencial, la verdad es que el número de votantes reales a la revolución ha venido disminuyendo. De hecho, a pesar que el PSUV y sus aliados obtuvieron semejante número de geografías locales, perdieron las alcaldías: Metropolitana, Valencia, San Cristóbal, Maturín (natal de Diosdado Cabello), Barinas (natal de Hugo Chávez), Maracaibo, Porlamar y Barquisimeto, bastiones que este momento para elecciones de la Asamblea Nacional tienen un importante peso en las distintas circunscripciones.

Asimismo, si tal análisis se realiza con las elecciones parlamentarias de 2010, cuando el país estaba en medio de la bonanza económica, con Chávez como máximo líder y en ese instante los resultados fueron prácticamente iguales en votos entre ambas fuerzas con un 48,13% para el PSUV y un 47,22% para la oposición, sin menospreciar el 3,14% de Patria Para Todos (PPT) (5), hoy sin la misma fuerza, con una población agobiada por los inmensos problemas económicos, sin incluir la delincuencia, y lo más preocupante, la decepción de ese pueblo y sus fuerza aliadas ¿Cuál ha sido la estrategia del PSUV para ganar la Asamblea Nacional? ¿Será la política del miedo, el chantaje y las prebendas? Lo anterior se corrobora con las palabras del presidente de la Asamblea Nacional quien en algún momento afirmó que si no se gana la “mayoría simple” se va a una confrontación (6), lo cual quedo avalado en la frase presidencial del “ganar como sea”.

Ahora me pregunto: ¿Acepta Cabello que es imposible en este momento ganar los dos tercios de la Asamblea Nacional? ¿Cómo alguien va a motivar a su población electoral o “maquinaria” cuando sus palabras ya revelan que está derrotado? Pero todo no queda allí, porque resulta que el flamante diputado llamó en uno de sus programas “mete casquillos” a quienes tienen que pasar horas en una cola para comprar alimentos, y realizan algún comentario en contra del gobierno. ¿Cómo puede Cabello referirse tan despectivamente de una madre o padre de familia quien no encuentra alimentos o productos de primera necesidad para su familia y sus hijos? ¿Piensa que con ese discurso pudo recuperar a los descontentos y quienes una vez fueron aliados, pero que precisamente por lealtad a Chávez aún se mantienen fieles a sus preceptos sobre las dificultades y todavía no forman parte del grupo opositor, pero que hoy dudan en votar por el PSUV y sus “aliados”?

¿Cuál es la meta del PSUV ganar los dos tercios o la mayoría “simple” de la Asamblea Nacional? ¿Y si la oposición venciera a las fuerzas del PSUV? ¿Cuál sería la respuesta de Maduro y Cabello? ¿Aceptar la derrota? ¿A qué jugamos?

Nicolás Maduro y Diosdado Cabello son los grandes culpables de la crisis. No sólo desde sus posiciones de Estado sino como conductores del PSUV. Ambos han fracasado. Se requieren nuevos actores en el ciclo de la revolución sino queremos perderla. Maduro por ahora, seguirá siendo presidente de la República. En cuando a Diosdado Cabello al parecer su ciclo ha concluido.

En síntesis, Nicolás y Diosdado serán los grandes responsables de una eventual derrota de la revolución en las elecciones parlamentarias. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea-



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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