El hemiciclo popular, olla de presión para escaldar fascistas

¿Alguien tiene dudas, luego del estreno de la jauría opositora en la AN, que llegaron allí a joder? ¿Cómo llamamos a la proposición de candidatura de Mazuco para dirigirla? ¿Es que acaso podíamos esperar algo distinto de quienes pasaron cincuenta años partiéndole el lomo al Pueblo? ¿Sorprende que sus discursos sean hipócritas, surcados de mentiras?

Como sabemos, todos ellos, los neófitos y los veteranos, son diletantes insufribles de las necesidades del Pueblo y adalides de infundadas luchas civiles referidas en los ágapes y bebentinas con los que la oligarquía les estimula a menudo el rastacuerismo. Sus acciones más connotadas son atrabiliarias, retrógradas y peseteras.

Juegan en conjunto al golpe y al magnicidio, a pesar de que la concreción de uno o ambos objetivos desencadenaría una matanza atroz y la segura invasión imperial. Hoy debe estar una selección del grupete opositor, acurrucado bajo los sobacos de Insulza, esperanzados en que esta vez las genuflexiones del inefable Secretario, traigan bajo la manga la “carta” comodín que tanto anhelan.

Cierto es que apelan al desgarro de vestiduras, a la mixtura de querubín y pendejo arrellanados en sus curules, a poses de beatos y mosquitas muertas. Pero apenas toman un micrófono, vomitan toda la furia fascista y la arrechera de que 65 no les sirve para nada, salvo para sabotear. Ahora sí saben que 98 son más. Lo dicho por la camarada diputada Iris Varela sobre que eso no les alcanza ni para instalar la Asamblea Nacional, es una muestra fehaciente de su impotencia como bancada. No tienen con qué. De allí que estén acariciando la idea de dejarla en bloque, bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, que los ataques desde el exterior se fortalezcan y eso precisamente es el punto focal de la misión del grupete.

Evidenciadas sus limitaciones democráticas, desprovistos de argumentos inflacionarios y vapuleados en el primer round por el verbo revolucionario de nuestros diputados, la ultra derecha comienza a activar el plan B. Los reales dueños de estos burdéganos, las oligarquías, el crimen organizado y el imperio, despliegan su arsenal mediático para crear condiciones desestabilizantes. Fedecámaras anuncia sin rubor aumentos por el orden de hasta 60% en productos y servicios, ya comienza el acaparamiento, se incendian oficinas de entes públicos, presentan al país como república bananera, la Conferencia Episcopal excreta una vez más su anti cristianismo e incluso reproducen programas donde se apela a brujos para presagiar la muerte del Líder Comandante.

El fascismo asume un cariz democrático solo para desarrollar sus verdaderos propósitos: la dominación a través de la violencia. El fascismo no contiene trazas de misericordia, no se inquieta por el sufrimiento del Pueblo ni le da aliciente.

El Pueblo tiene que ver esa confrontación que ahora se realiza en el parlamento. Tenemos derecho a ser testigos del proceso dialéctico en vivo y directo sin cortes ni ediciones, en el recinto donde nuestros diputados fustigan al fascismo. Hay que ver a la jauría ladrando, lanzando dentelladas y espumarajos. Hago un llamado a Conatel para que no deje que las cableras quiten a ANTV de sus programaciones o saboteen su señal, porque Cloacavisión y las demás porquerizas comunicacionales solo pasan a sus diputados iracundos, con el propósito de manipular y ocultar el discurso de los nuestros.

La presión en el hemiciclo popular, los tiene locos. Sus propios expedientes los agobian y este sábado, cuando el Líder Comandante acuda a la AN, es probable que veamos a la bancada fascista retorcerse, incapaz de aceptar su pequeñez moral, ética y numérica.

Como en otras ocasiones, se cocinarán en su miasma y terminarán yéndose con sus efluvios a otra parte.


coolthin@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3051 veces.



Plácido R. Delgado


Visite el perfil de Plácido Rafael Delgado para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Plácido Rafael Delgado

Plácido Rafael Delgado

Más artículos de este autor


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Ideología y Socialismo del Siglo XXI


Revise artículos similares en la sección:
Oposición


Revise artículos similares en la sección:
Poder Popular