Más de tres meses de despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe han provocado un estado de alerta constante en Venezuela, aunque la población sigue adelante con sus labores habituales. Revisamos cómo viven en Caracas ante la posibilidad de un ataque inminente.

Las calles de Caracas mantienen su bullicio y actividad habitual. Nada indica que el mayor portaaviones del mundo está a kilómetros de sus costas, que misiles apuntan al país, buques destructores amenazan a diario junto a 15.000 marines. La vida debe continuar y así lo viven los caraqueños.

"Es preocupante porque es una situación que nadie desea. Ningún ser humano con cinco dedos de frente puede aceptar o puede estar de acuerdo con una situación o algo inminente que ya venga a generar un conflicto, que al final el perjudicado va a ser el de a pie", opinó Héctor.

"A todos nos causa un poquito de tensión, un poquito de tensión porque realmente no sabemos qué pueda suceder el día de mañana y viendo todo lo que uno ve, no es juego. Lo que pueda pasar es algo serio, pero bueno, hay que tener la confianza", dijo Yerson Jiménez.

Una de las tareas que se planteó el Gobierno desde el comienzo de esta amenaza militar fue mantener la vida cotidiana funcionando: bancos, escuelas, comercios, transporte… Una forma de resistencia desde el quehacer cotidiano, reflejado en las calles.

"Primero, me parece una estupidez. Dos, hay maneras de resolver las cosas sin ser así, porque el daño no se lo hacen sino a nosotros los que trabajamos. Porque esta incertidumbre lo que ha hecho a la gente es tener miedo y por algo que, más bien, algo que no es ni problema de ellos", expresó una comerciante.

Desde su proceso de independencia, Venezuela nunca ha estado involucrada en conflictos bélicos. Esa paz y buen trato es parte de su idiosincrasia y quieren mantenerla. El Gobierno lo llama diplomacia bolivariana de paz.

"No quiero que pase y tengo la esperanza de que no suceda. Prefiero que más bien se llegue a negociaciones, que más bien se sienten a tomarse un café, a conversar, porque no es nada beneficioso para el pueblo. Por lo menos en el caso nuestro, para nosotros no es nada fácil llegar a una confrontación armada con una potencia como Estados Unidos", dijo Héctor.

Rechazan las agresiones militares, las acusaciones de narcotráfico y las presiones contra todo el pueblo, que ahora se expanden también contra México y Colombia.

"Lo primero es una fuerte indignación, porque una vez más estos imperios con su fuerza tratando de ofender, de atacar y de vilipendiar a todos aquellos pueblos que ellos pretenden querer o creer que son parte de su espacio, de su territorio, donde ellos pretenden tener derechos que realmente no tienen", expresó Víctor Cropper, un médico venezolano.

Todo el despliegue militar, sumado a las informaciones falsas de redes sociales y la constante presión, han sido denunciadas como parte de una guerra cognitiva contra la población.

En estos más de tres meses desde el inicio de la agresión de Estados Unidos contra el país, el pueblo venezolano y el Gobierno han dado señales de mantener la unidad, esto con el fin de hacer frente a la guerra psicológica.

Cómo enfrentan los venezolanos la posibilidad de una agresión militar de EE. UU. https://espanol.cgtn.com/news/2025-11-23/1992524318381449218/index.html a través de @cgtnenespanol