En defensa de Venezuela

Washington esta muy enrollado con la última gira internacional del Presidente Hugo Chávez. Los medios estadounidenses se han llenado con artículos sobre la visita del Presidente Chávez a Bielarrusia y a Rúsia, y las próximas visitas a Irán y Vietnam. Una editorial en el Wall Street Journal del día 26 de Julio evidenció el estado pátetico de estos medios y su total falta de comprensión sobre lo que es una política exterior “integracionista e internacionalista.” Burlan del Presidente Chávez, llamandolo “loco” y “dictador”, y comentando cínicamente que anda cumpliendo una agenda de visitas a los “50 estados dictatoriales para ver antes de ser derrocado.” En el continente de Europa, los medios son un poco más serios. La prensa rusa ha reseñado de manera muy positiva la visita del Presidente Chávez a ésos lares. El diario “Trud” describió al Presidente Chávez como un “líder extraordinario y controversial” que tiene calidades “mesiánicas”.

La Gaceta Nezavisimaya declaró al Presidente Chávez “un fenómeno único”, y “una persona sensible pero ecéntrico.” Los voceros de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, y hasta el propio Donald Rumsfeld, Secretario de Defensa de los EEUU, han expresado su “preocupación” sobre las últimas compras de armamento de Venezuela que fueron concretadas durante la visita a Rusia. Hasta intentaron presionar al gobierno ruso para anular la venta, sin éxito. Washington interpuso unilateralmente sanciones contra Venezuela el mes pasado por supuestamente “no cooperar con la lucha contra el terrorismo”, un invento que les auto-justifica impedir la venta de armamento al país. El propio Putin afirmó que no habrá interferencia en el negocio con Venezuela para la venta de 24 cazabombarderos rusos Su-30 y 24 helicópteros, y firmaron el contrato sin mayor preocupación. Pero los gritos malcriados de Washington no paran. William Brownfield, honorable embajador de los EEUU en Venezuela, declaró a la prensa nacional que se sentía “sorprendido” con la venta de armas e insistió en que aún cuando cada país tiene su soberanía, es importante recordar “que no vivimos solos en una selva y tenemos la obligación de rendir cuentas en la comunidad internacional”. Sin reirse, hay que recordarle al Sr. Brownfield que en este mundo de hoy, son los Estados Unidos de Norteamérica que tienen el presupuesto de defensa encima de los 450 mil millones de dolares. Venezuela apenás llega a 1.7 mil millones de dolares. Y en este hemisferio, Venezuela ni llega a los “Top 5” países con gastos militares. Después de los EEUU, quien es el “Number 1”, viene Brasil, con 13.1 mil millones de dolares en gastos de defensa; luego esta Canadá con 10.9 mil millones de dolares; México con 6.07 mil millones de dolares; Colombia con 3.9 mil millones de dolares; Chile con 3.9 mil millones de dolares; y Argentina con 2 mil millones de dolares. Después procede Venezuela con alrededor de 1.61 mil millones de dolares durante todo éste ultimo año. Los gastos de Colombia son tres veces y medio más altos que Venezuela en materia de defensa y de Brasil, llegan a ser 12 veces más grandes.

Los Estados Unidos tienen un presupuesto militar 300 veces más grande que lo de Venezuela. En gran parte, las últimas compras de Venezuela en equipamento de defensa han enfocado en helicópteres y aviones de transporte, productos que ayudan a Venezuela monitorear los movimientos de narcotraficantes y grupos irregulares en sus fronteras. Venezuela es un país muy vulnerable geográficamente. Además de ser un país con extrema riqueza natural y energético, algo que provoca a los interéses poderosos del mundo, tiene fronteras “calientes” con Colombia, con las Amazonas de Brasil y con Guyana. También esta completamente expuesta en el mar caribe, lugar donde los Estados Unidos tiene una presencia militar muy fuerte, con más de 40.000 efectivos militares permanentamente en la región, numerosas bases militares operatives y activas, incluyendo dos a menos de 20 minutos de la costa venezolana en Aruba y Curazao, y un arsenal completo para lanzar cualquier clase de agresión.

La Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos acaba de aprobar una resolución condenando lo que ellos dicen ha sido “una falta de cooperación del gobierno venezolano en la lucha contra el narcotráfico.” Pero cuando Venezuela quiere comprar aviones, helicópteres y armamento que mejor van a equipar sus fuerzas armadas y su Guardia Nacional, Washington grita “¡peligro!” y “¡desestabilización!” e intenta impedirlo.

Nunca he dicho que el Embajador Brownfield no era inteligente, más bien, he alertado sobre su sabiduría diplomatica. Pero creo que sus últimas declaraciones fueron mal-dirigidas. En lugar de Venezuela, son los Estados Unidos que deberían darse cuenta de que no vivimos “solos en una selva y tenemos la obligación de rendir cuentas en la comunidad internacional.” Es correcto, Sr. Brownfield. Llévase el mensaje a su jefe, porque ya es ahora para que Washington rinda cuentas a los pueblos del mundo por sus multiples crímenes contra la humanidad y sus Guerras incesantes.


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Eva Golinger


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