El presidente Chávez anunció este fin de semana, la creación de dos corporaciones dirigidas a coordinar las actividades relacionadas con la fabricación de acero y aluminio en todas sus etapas, es decir, desde la obtención de la materia prima, hasta la fabricación de productos semiterminados y terminados.

La idea es buena. Estas corporaciones deberán tener dentro de sus atribuciones emitir las políticas y coordinar los planes de producción, comercialización, ventas e inversiones que asegure la eficacia de la cadena de producción, desde la obtención de las materias primas hasta la disposición final de los productos. Por supuesto, encajando esto, dentro de los planes generales de la nación.

En el caso del acero, el proceso comienza con la obtención del mineral de hierro por la empresa Ferrominera del Orinoco, producto completamente venezolano y el cual poseemos en tal cantidad que somos grandes exportadores desde hace muchos años..

El proceso continua con la elaboración a partir del mineral de hierro, de pellas y briquetas, en la planta peletizadora y briqueteadoras de Sidor y en las briqueteadoras recientemente nacionalizadas. Estos productos se convierten en la materia prima básica para la producción de acero primario en los hornos de la siderúrgica Alfredo Maneiro (Sidor)

De allí el acero en estado líquido es convertido en productos semiterminados (planchones, barras, palanquillas y bobinas) que a su vez se transformarán en productos terminados como: vigas, tubos, cabillas, alambres, etc.

Por lo tanto la corporación creada para el acero deberá supervisar las funciones de tres entes distintos: Ferrominera del Orinóco, las plantas briqueteadoras , Sidor y la planta de ferroaleaciones (Fesilven) así como establecer los lineamientos para la ejecución de las nuevas inversiones que se adelantan en esta materia.

A finales de los años ochenta, la CVG. tenía un estudio, presentado por la CVG Internacional, con asistencia de Ferrominera Orinoco, destinado a producir hasta 10 millones de toneladas de pellas y otras tanto de briquetas, a partir del mineral de hierro fino, muy abundante en nuestras minas. La finalidad, la exportación de mineral de hierro y de gas natural, con valor agregado. Para esa fecha el valor de las briquetas en el mercado de exportación era de unos 120 dolares la tonelada y a ese precio las plantas eran rentables. En la actualidad y a pesar de la recesión mundial y del precio deprimido de las materias primas, el precio de los prerreducidos es de unos 230 dólares aproximadamente. Valdría la pena que esa corporación recién creada, revisara y actualizara esos planes, engavetados en la CVG. por falta de inversión pública y de decisión gerencial.

En el caso de la corporación del aluminio, la supervisión recaerá sobre un proceso que parte de la producción de bauxita en los pijiguaos, entre Caicara y Puerto Ayacucho, su transporte por el río Orinoco en gabarras, su procesamiento en la planta de alúmina para obtener el material del mismo nombre, su conversión en aluminio primario en Alcasa y Venalum, la planta de fabricación del coque, y las empresas laminadoras de Guacara y Costa Rica, entre otras actividades.

Cuando se contruyeron las plantas de aluminio, el precio de ese producto andaba por los 750 y 950 dolares y eran rentables, sobre todo Venalum, Alcasa por su atraso tecnológico ya cuando fue construida, tuvo problemas con sus estructura de costos, que solo se solventaba cuando los precios del aluminio superaban ciertas barreras de mercado. En los mejores momentos del mercado el precio llegó a superar los 2000 dólares la tonelada y ambas empresas eran rentables, y en el caso de Venalum, le permitió realizar grandes inversiones para la ampliación de su capacidad, claro siempre con la ayuda del Estado.

Hata hace un año y bajo el boom de las materia primas, liderado por el precio del petróleo, el aluminio primario llegó a superar los 3000 dólares por tonelada.

La tarea que tienen estas dos corporaciones es muy importante para el futuro de las empresa básicas, por eso, cuando se designe a sus gerentes y directores, además de sus simpatías por la socialización de esas empresas, deberían tener conocimiento expreso en esas materias, esas tecnologías y esos mercados internacionales, algo que si bien puede sonar de Perogrullo, siempre es bueno recalcarlo.


Puerto La Cruz, 09 de agosto de 2009

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