Desiderátum

Ni tan calvo…

En alguna oportunidad creo haber escuchado o leído un comentario de un opositor al Comandante Chávez, quien decía que “José Vicente Rangel es el traductor de las palabras del Presidente”; en ese entonces el periodista ejercía el cargo de Vicepresidente de la República, y como buen o experimentado comunicador intervenía permanentemente por los medios de comunicación contrarrestando los viscerales ataques contra el Primer Mandatario, en particular, y el gobierno nacional, en general. Pues bien, sin que yo sea el vicepresidente de Venezuela ni traductor de las palabras de Hugo Chávez, quien habla perfectamente el idioma español y mejor “el llanero”, trataré de explicar a mi libre albedrío lo que entendí de algunas palabras expresadas por el Comandante el pasado Domingo 31 de Agosto en el Programa Aló Presidente.

Resulta que Hugo Chávez hizo referencia a la conducta desprendida de los verdaderos revolucionarios y ejemplificó con el caso del General José Antonio Páez y el Libertador Simón Bolívar; el primero nació y creció en medio de las carencias pero luego concluyó su vida en medio de las bondades de la oligarquía norteamericana y aparentemente muy adinerado; por su parte el segundo, nació en medio de las riquezas y las bondades propias del mantuanaje o “la nobleza criolla” y a lo largo de su vida lo abandonó todo en beneficio de la causa emancipadora, llegando al final de su existencia en medio de las carencias e incluso terminar en el sepulcro con una camisa prestada, es decir, murió en la más profunda inopia material, porque moralmente subió y permanece en la cúspide de la gloria inmortal. Es más, podemos parodiar al hermano colombiano Miguel Matus Caile, afirmando que Simón Bolívar “simboliza a la identidad de la historia, cual imagen de libertad, evocadora de la Patria”.

Chávez expresó (palabras más, palabras menos), que los verdaderos revolucionarios deben morir como Bolívar, “pata en el suelo”. Pues bien, apenas terminó Aló Presidente las cacatúas de la oposición, quienes están pendientes hasta de cuando el Comandante se tira un pedo para ellos inhalarlo, catarlo y determinar cual fue el alimento ingerido, comenzaron a manifestar por las radios que: “- el loco Chávez nos quiere llevar a la ruina, allí está él mismo lo dijo, quiere que todos quedemos pata en suelo, mientras le reparte nuestras riquezas a los demás países…”. Un campesino amigo nuestro quien escuchó al Presidente y luego a las cacatúas, me manifestó con cara dubitativa: “- caracha primo hermano de verdad que no entiendo al comandante, primero dijo que teníamos trillones de metros cúbicos de gas lo cual era una gigantesca riqueza para los venezolanos y después nos dice que nada de riqueza sino que debemos seguir pata en el suelo, es decir, pelando. ¿Chico y entonces para qué estudiar y trabajar de sol a sol? Yo no es que quiero ser millonario pero tampoco quiero seguir así, todos queremos mejorar un poquito y vivir mejor, si la vaina es así como el dice entonces la gente lo que va estar esperando es que las misiones le lleven todo, sin mover una paja y vamos tener un hatajo de flojos en todas partes”.

Yo preocupado por las inquietudes de mi amigo le dije: Camarada ni tan calvo ni con Dos pelucas… la cuestión no es como la pintan los de la oposición ni hay contradicción en las palabras de Chávez, lo que pasa es que él cuando se apasiona expresa algunas cosas aparentemente contradictorias para quienes le adversan, sin embargo, nosotros debemos entender por donde es que vienen los tiros; ciertamente Venezuela es un país con muchísimas riquezas, contradictoriamente con una significativa cantidad de la población viviendo en la más deprimente pobreza y unos pocos con enormes capitales o riquezas. Pues bien una revolución socialista debe resolver la situación, mas ello no implica crear otra casta de nuevos ricos o al contrario igualar a toda la población a la “categoría” de “pata en el suelo”. Lo que efectivamente necesitamos hacer es que nuestras riquezas naturales sirvan para que el hombre mediante el uso del conocimiento, es decir, la ciencia y la tecnología, las procese y genere bienestar para todos, que los medios de producción sean de propiedad colectiva y no para cada uno en forma particular. Si el Estado actúa de manera que se faciliten las formas para que todos podamos acceder a los bienes y servicios, permitiendo un nivel de vida óptimo, en todos los aspectos, para cada ciudadano, no tendría sentido la acumulación de riquezas personales. Obviamente que sería estúpido impulsar una revolución para que todo el mundo viva a la intemperie, desmirriado, harapiento y con el estómago vacío. El presidente tiene su peculiar forma de expresarse pero si detallas sus ejecutorias y política de gobierno, perfectamente entenderás que no es como nuestros enemigos políticos dicen. El hombre se quitó el sombrero y rascándose la cabeza expresó: ¡Carajo primo así entiendo mejor la vaina!

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Oscar Adolfo Alvarado

Licenciado. Vicepresidente del Consejo Legislativo del Estado Apure. Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca.

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