La Revolución no tiene quien la defienda en el Zulia

Desde el punto de vista mediático o comunicacional, la revolución no tiene quien la defienda en el Zulia.

Es una verdad evidente que la política comunicacional y la comunicación política de la revolución nunca ha sido eficiente, ni eficaz. Esta debilidad siempre fue un verdadero dolor de cabeza para el presidente Chávez, quien más de una vez se quejó públicamente de esa situación. En este sentido, dentro de las regiones, la situación no es mejor. En el caso específico del estado Zulia, la comunicación política es deficiente y la política comunicacional no es clara. Los medios regionales zulianos de oposición; sobre todo los televisivos, actúan libremente en contra del gobierno nacional, regional y local. No existe ningún tipo respuesta comunicacional o mediática, ante las matrices negativas que implacable y diariamente posicionan estos medios en el ambiente comunicacional zuliano. Estos medios regionales opositores han posicionado mediáticamente varios programas que no dudo en calificarlos de nocivos. Lo mas grave del caso, es que estos programas nocivos, cuentan con una altísima sintonía, prestigio entre los usuarios, se transmiten simultáneamente por televisión y radio, gozan de gran cantidad de anunciantes, inclusive de los propios entes del gobierno bolivariano y constantemente generan contenidos sumamente atractivos para sus audiencias ávidas de chismes y otras sandeces en el ámbito político, económico y cultural. Estos programas nocivos se transmiten sin falta de lunes a viernes, con una duración de una hora. Entre los mas perniciosos tenemos “100% noticias” (con una duración de dos horas y media) y A punto, ambos de la televisora regional NCTV canal 11, en manos de la oligarquía eclesiástica zuliana; y el programa A quien corresponda, de la televisora Telecolor; entre otros más.

En estos programas estupidizantes, diariamente y con mucha creatividad, dibujan un país en ruinas, una situación económica crítica e irremediable, un país no al borde del abismo, sino ya en el abismo; sin embargo cada programa, cuenta con decenas de anunciantes, entre panaderías, carnicerías, charcuterías y otras ventas de comida. Parece que esa crisis de la que tanto hablan, no ha tocado a esas empresas; ya que anuncian alegremente abundancia de productos y mercancías, luego del anuncio repetido e insistente de escasez de productos y la ruina de empresas por parte de sus presentadores; que para colmo, también poseen empresas de ventas de alimentos, que descaradamente promocionan en sus propios programas.

No se entiende entonces, como es posible que en un país en ruina económica, esos programas de medio pelo, tengan tantas empresas dispuestas a invertir en publicidad televisiva, que es sumamente costosa; si desde el punto de vista mercadotécnico, nuestros pobres e inocentes empresarios, victimas de este régimen comunista, ante un escenario negativo, lo último que harían es invertir los pocos recursos que todavía tienen en publicidad. Por otro lado, constantemente desconocen y banalizan las informaciones emitidas desde los órganos del poder público; ponen en duda las informaciones sobre el saboteo del sistema eléctrico en el Zulia, manejan cifras inexactas de forma alegre, califican los últimos procesos electorales como un fraude o placebo, desconocen la Asamblea Nacional Constituyente, plantean dudas sobre sentencias del Tribunal Supremo de Justicia y acciones de la Fiscalía General; inclusive llegaron a plantear dudas sobre el magnicidio frustrado en contra del presidente Maduro.

Además, constantemente hacen referencias burlescas antipatrióticas; califican los apagones como una ración de patria, hacen referencias al acaparamiento y la escasez, diciendo en forma jocosa e ignara no hay papel sanitario, pero tenemos patria; no pierden ocasión para responder ante las denuncias de sus usuarios, con un odioso: vivimos en Venezuela. Lo grave de este asunto, es que este tipo estupideces antipatrióticas, han calado entre la audiencia de estos lerdos con micrófono. Igualmente se alinearon a la estrategia de promoción mediática de la crisis humanitaria, y diariamente estimulan a la audiencia a irse de este país quebrado. Adicionalmente, tienen unos anunciantes, que según ellos, a pesar de estar en una crisis tan grande, sospechosamente ofrecen sus servicios de viaje hacia Colombia, Ecuador, Perú y Panamá. Sumado a esto, los presentadores de estos programas se jactan de tener informantes en las más altas instancias del gobierno regional. En muchos casos manejan informaciones internas mucho antes que las estructuras militantes del chavismo zuliano. En verdad estos presentadores actúan libremente posicionando matrices de opinión negativa, ya que muchos de los periodistas que en teoría deberían tratar de desmontar estas matrices; y que además tienen responsabilidades de gobierno y cuentan con capacidad comunicacional, se abstienen de hacerlo, porque en su mayoría son amigos desde hace años y comparten intereses.

Ahora bien, demos una mirada interna a los medios televisivos regionales identificaos con la revolución. El medio que resalta es Coquivacoa TV, sin embargo, el 70% de su programación, incluyendo primetime, son películas infantiles y documentales de temática general importados. La mayoría de los programas identificados con la revolución, cuentan con muy poca audiencia. Estos programas presentan un formato poco creativo y desgastado, son de producción mínima, no son constantes, sus contenidos son poco atractivos, invierten casi la mitad de su espacio en reseñar las noticias de VTV del día anterior, sus presentadores carecen de esa chispa, frescura, irreverencia o pegada que atrapa al usuario. Entre todos los programas identificados con el chavismo se destaca el programa 1ero Maracaibo de Segundo Chirinos, transmitido por Coquivacoa TV. El presentador de este programa si arremete directamente y si pelos en la lengua a todos los que pretenden atacar a la revolución, además cuenta con una amplia audiencia.

Nuestra gran debilidad mediática en la región zuliana, es que no contamos con espacios o programas de calidad que se dediquen a desmontar todas las matrices de opinión de la derecha zuliana, al más puro estilo de la hojilla en sus primeros años. Debemos salir a desmentir con argumentos, a esos presentadores que impunemente manipulan y posicionan todo tipo de informaciones negativas sobre la revolución. Hay que desnudarlos ante el público zuliano, y mostrar que en el fondo son empresarios con intereses particulares, ataviados con un aire y pantomima de supuesta intelectualidad con sus palabras rimbombantes rebuscadas, que ocultan una profunda ignorancia en la mayoría de los temas que se atreven a plantear. Pero lo más importante es combatir sus argumentos débiles, subjetivos y rebuscados.

Por otro lado, Conatel tiene causa probable para activar investigaciones y sanciones, a todos estos programas y establecer las responsabilidades particulares de sus presentadores. Es incomprensible porque hasta la fecha no ha habido ninguna acción por parte de Conatel en contra de estos programas y las televisoras. Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan pausada y fina, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra… Mao Zedong.

olgafynestorm@yahoo.com


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