8 de agosto de 2025.- Legisladores suizos de todo el espectro político instan al gobierno a cancelar un pedido multimillonario de 36 aviones de combate F-35A del gigante estadounidense de defensa Lockheed Martin, tras la decisión del presidente Donald Trump de imponer a Suiza uno de los regímenes arancelarios más elevados del mundo desarrollado, informaron Bloomberg y Tamilla Hasanova, para Calibre.az.
Según Bloomberg, en Berna se han intensificado las peticiones de retirar o reevaluar la adquisición prevista, que podría costar hasta 7.300 millones de francos suizos (9.100 millones de dólares). Esto ocurre después de que la administración Trump implementara un arancel del 39% a las exportaciones suizas, lo que provocó indignación entre los políticos, que ya se mostraban escépticos ante el acuerdo.
La compra del avión de combate ha estado bajo escrutinio durante semanas después de que las autoridades suizas reconocieran un "malentendido" con Washington sobre el coste real de la aeronave.
"Un país que nos critica en el comercio no debería recibir un regalo", declaró el diputado del Partido Verde Balthasar Glättli. Ya había presentado una moción formal en primavera para detener la adquisición, que se espera se debata en el parlamento en septiembre.
El colíder socialdemócrata Cedric Wermuth se hizo eco de esta opinión y pidió una nueva consulta pública. "La población debería tener la oportunidad de detener la adquisición", declaró en un correo electrónico a Bloomberg.
Si bien la oposición proviene principalmente de partidos de izquierda, la escalada arancelaria de la semana pasada ha expandido la oposición al acuerdo más allá de las líneas ideológicas. Muchos se preguntan ahora si la compra de aviones a Lockheed Martin sigue siendo apropiada en medio de las cambiantes circunstancias geopolíticas.
Los 36 aviones pedidos por Suiza representan aproximadamente un tercio de las entregas totales de F-35 de Lockheed Martin en 2024. La compañía ya ha afrontado un ejercicio económico difícil, con un cargo de 1.600 millones de dólares en su informe de resultados de julio y viendo al Pentágono recortar drásticamente sus pedidos de F-35 previstos para el ejercicio 2026, al tiempo que aumenta las inversiones en programas de defensa rivales.