El gobierno chileno decretó estado de emergencia luego que se desató el caos por protestas contra el alza del pasaje del Metro

El caos se desató en Santiago de Chile por alza del pasaje del Metro

El caos se desató en Santiago de Chile por alza del pasaje del Metro

Credito: Agencias

Carabinero arremete en contra de estudiantes de bachillerato en Chile

Carabinero arremete en contra de estudiantes de bachillerato en Chile

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En Santiago de Chile, se vivió un viernes de caos por los incendios, saqueos y enfrentamientos en protesta contra el aumento del precio del Metro que llevó al gobierno nacional a declarar el estado de emergencias y a poner a un militar a cargo de la seguridad.

Las protestas comenzaron por el alza del pasaje del Metro de Santiago que en las horas punta quedó en 830 pesos (unos 1,17 dólares). Desde 2010 no se daba un alza en ese rango. El incremento no afectó los pasajes para estudiantes y la tercera edad, pero se suma, sin embargo, al alza general de 20 pesos en las tarifas decretada en enero pasado.

A través de las redes sociales bajo la consigna #EvasionMasivaTodoElDia, miles de personas -mayoritariamente estudiantes- se concertaron durante toda esta semana para derribar las rejas de entrada a las estaciones, destruir los torniquetes y sobrepasar los controles de acceso Metro.

En lo que fue definido por la Intendenta (gobernadora) de Santiago, Karla Rubilar, "como un ataque nunca antes visto a la ciudad", al menos 16 autobuses del transporte público fueron incendiados y una decena de estaciones del ferrocarril metropolitano, eje del transporte público de esta ciudad, quedaron completamente destruidas. La Policía informó de al menos 180 detenidos y 57 policías heridos.

Cerca de la medianoche, el presidente del país austral, Sebastián Piñera anunció el "Estado de Emergencia" en la capital Santiago y designó al general de División Javier Iturriaga del Campo como jefe de la defensa nacional. "El objetivo de este estado de emergencia es muy simple pero muy profundo: asegurar el orden público y la tranquilidad de los habitantes de Santiago", afirmó el mandatario.

Sin muchas señales previas, salvo algunas protestas estudiantiles, el gobierno de Piñera -que pocos días antes había dicho que Chile era una especie de "oásis" en la región, por su estabilidad política y económica- quedó enfrentado a la mayor jornada de protestas masivas en varias décadas, que se iniciaron por el alza de 800 a 830 pesos en el valor del pasaje en horario punta del Metro de Santiago, pero que en realidad esconderían un descontento social mayor en el pueblo chileno.

El estado de emergencia regirá inicialmente por 15 días y restringe la libertad de locomoción y reunión. El general Iturriaga precisó que patrullas militares saldrían a los lugares más conflictivos de la ciudad -de siete millones de habitantes- pero que inicialmente no decretaría el toque de queda. "Nosotros no vamos a restringir ninguna libertad personal por ahora", afirmó.

Miles de personas varadas

Los incidentes arrancaron en horas de la mañana y se multiplicaron al caer la noche tras un llamado a "evasiones masivas" en el pago del pasaje del Metro, que se habían repetido en varias días anteriores, especialmente por estudiantes secundarios. Pero con el correr de las horas, las protestas crecieron en cantidad e intensidad.


A las masas de estudiantes, se sumaron otros manifestantes y comenzaron a entrar como ríos a las estaciones del Metro, que transporta cada día cerca de tres millones de pasajeros. "El balance que tenemos hasta ahora es una destrucción masiva de la red de Metro, afirmó la Intendenta Rubilar.

Después que el ferrocarril canceló todas sus operaciones, miles de pasajeros debieron salir hasta la superficie para intentar subirse a un autobús, los que circulaban completamente repletos, o a un taxi. Miles de personas debieron caminar horas.


Chile

Por la noche, el edificio de la compañía eléctrica ENEL y una sucursal del Banco Chile, ambos en el centro, también resultaron incendiados, mientras en distintos puntos de la ciudad manifestantes se enfrentaron y fueron reprimidos por la Policía.

El edificio corporativo de ENEL -cuestionada por el alza en las tarifas de electricidad y una fallida política de actualización de medidores- comenzó a arder por las escaleras de seguridad y las llamas alcanzaron luego a varios pisos superiores. El fuego fue sofocado y no hubo lesionados, dijeron los bomberos.

En varios puntos de la ciudad, se levantaron también barricadas. En la céntrica Plaza Italia y el frontis palacio de Gobierno, encapuchados se enfrentaron con piedras y palos a los efectivos de las fuerzas especiales, que repelieron los ataques con chorros de agua y gas, en una verdadera batalla campa no vista desde hace tiempo en la capital chilena. Vecinos se unieron a las manifestaciones tocando sus cacerolas en señal de protesta en varios puntos de Santiago.

El ministro del Interior y Seguridad, Andrés Chadwick,anunció que el gobierno pedirá la aplicación de una severa ley de seguridad pública a los responsables de los incidentes.

Chile

Así se registró la emergencia en el edificio corporativo de ENEL.

Foto:

Ramon Monroy / REUTERS

Este jueves las protestas dejaron 133 detenidos tras acciones simultáneas en, al menos, cinco de las 164 estaciones del ferrocarril metropolitano, con daños calculados en unos 634.000 dólares.



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