Ante las reiteradas menciones al pasado, la visión del futuro se va diluyendo en lo coyuntural del día a día, en esa sensación sin salida que va invadiendo a quienes sufren la angustia del presente, tan cruel e inhumano, pese a lo cual el 40% de los argentinos desprendidos de sentimientos solidarios apoya, mientras el 60% que no lo hacen, aparecen fragmentados, confundidos, canibalizados, llevando a desaparecer del consciente colectivo, los intereses superiores de Patria.
Pensar, proponer, planificar hacia objetivos que lleven a una mirada compartida de futuro al pueblo argentino, fortaleciendo ese derecho de los seres humanos, los compatriotas, que tenemos el deber de proyectar la existencia, en nosotros y en futuras generaciones, con proyectos de vida que puedan ser realizados.
Esa tarea es necesaria para superar la planificación del enemigo, con objetivos bien identificados, de encerrarnos en el individualismo del éxito hoy, sin un mañana posible, que lleve a la diáspora social, impidiendo de esa manera la transmisión oral de la identidad y la memoria del pueblo, que es la socialización necesaria a la conciencia de las nuevas generaciones.
La pregunta que surge entonces es en qué fracasamos y el porqué del avance recurrente de un enemigo implacable, tenaz, persistente que desde el siglo XlX viene balcanizando la Patria Grande que nunca debió dejar de ser, desde un imperio anglosajón, primero inglés y actualmente desde EEUU y sus aliados internacionales, con intereses compartidos en la preservación de los recursos estratégicos de la región, a sus propios fines de dominación.
Como proponemos entonces los caminos que nos permitan retomar las banderas soberanas, que nos permitan sentirnos parte de una construcción de un modelo social solidario, que privilegie y consolide estructuralmente los intereses del Pueblo y la Patria, por sobre los modelos macro económicos que dominan el escenario actual del debate político, que lleva a pensar más en la moneda especulativa, que en las necesidades que deben generar derechos.
Por lo cual el primer objetivo a refundar es la concepción del Estado fuerte, como herramienta imprescindible de la preservación de derechos y superación de las asimetrías sociales, geográficas y personales de capacidades diferentes y mayores, que han sido abandonados, por un Estado al servicio de los manejos financieros especulativos, que han contaminado la vida del pueblo.
Trasladar CABA a las provincias argentinas es una propuesta que puede cambiar el rumbo del país, tanto en los mediático como en lo político, por ejemplo Viedma como proponía Alfonsín. Es una demanda desde el siglo XlX que fue planteada en 1813 por el patriota de la Provincia Oriental José Gervasio Artigas, que ya intentaba evitar el núcleo económico y político, portuario céntrico de la época, situación que se mantiene hasta hoy.
CABA creación de la Constitución Nacional de 1994, fue una ofrenda a la UCR junto a senadores por la minoría y no una decisión formulada en función de un proyecto nacional. Por esa decisión debería CABA, volver a ser parte de la Provincia de Buenos Aires, a la cual pertenece.
Refundar la Argentina Bicontinental con la Antártida incluida, debería ser en el marco estratégico de una nueva ley de Defensa Nacional, que redefina el despliegue de las FFAA hacia las periferias de nuestra Patria, principal objetivo del enemigo que pretende instalarse en el Atlántico Sur para controlar su esquema de colonización. Las FFAA argentinas, Aeronaútica, Marina y el Ejército, son esenciales en su presencia en la Patagonia Argentina, que está siendo desnacionalizada y ocupada por FFAA de EEUU.
Dicha medida preservaría desde los Glaciares a nuestras riquezas naturales, minerales y fósiles, evitando feudos extranjeros en posesiones ilegales de tierras como Lewis, que merece una nueva ley de Tierras con respaldo constitucional.
Esa ley de tierras de la cual existen ante proyectos parlamentarios, es destinada a evitar la concentración de la misma, siendo patrimonio de todos los argentinos, cedidos en pocas manos, llevando a constituir un poder paralelo a las instituciones mismas e impedir el acceso a las mismas al pueblo, necesitado de asentarse en forma definitiva, con proyectos de vidas familiares y laborales, que den tranquilidad de futuro, a quienes hoy sufren de desplazamientos, desarraigos, precariedad por una situación social y económica injusta, que somete al pueblo argentino.
Recuperar las vías navegables y los puertos que hoy son privados (de controles) por los cuales salen las exportaciones producto del trabajo argentino, canalizando el Canal Magdalena, modernizando los Puertos de Bahía Blanca, Quequén, Ushuaia como necesarios para el desarrollo de los Polos Petroquímicos y su posterior exportación.
La Argentina del siglo XXl se asentará en la I+D desde el CONICET a la energía nuclear con reactor Carem incluido y Vector Tronador, para colocar en órbita los satélites Arsat y Seacom de producción nacional, símbolos del conocimiento científico argentino, que el enemigo pretende bloquear, como al INTA, INTI, Malbrán y ANLIS, ANLAP de producción pública de medicamentos, todas herramientas que son la coraza de la Soberanía Nacional.
La Argentina caracterizada por su nivel de educación en todas las etapas de la vida desde la infantil a la universitaria y posgrados, de forma gratuita y de libre accesibilidad, que ha multiplicado la oferta educativa en los territorios provinciales en épocas de Gobiernos populares, también debe estudiar sus aspectos curriculares de formación, muchas de las cuales copian el relato de la colonización educativa, siempre apropiada por las élites vencedoras, desde Mitre hasta la formación enciclopédica liberal universitaria. Garantizar la accesibilidad hace del Estado un instrumento esencial, de seguir generando argentinos con premios Nóbel, que ya son 5, todos desde la educación pública.
La Seguridad Social es el marco necesario del abordaje de los temas referidos a la Salud, la Previsión Social y los Derechos Laborales, que en conjunto, son el blanco de ataque del enemigo, a los fines de desarmar los modelos solidarios pre- existentes, que fueron generados por un Estado de Justicia Social durante décadas, construidos por generaciones de argentinos.
Dichos ejes temáticos deben ser referidos en los respectivos planes quinquenales, que determinen caminos de cuidados, preservando la salud del pueblo argentino en cada etapa de su vida biológica, desde la niñez a los adultos mayores, protegiendo con firmeza la salud de los trabajadores, verdaderos olvidados de los planes sanitarios liberales, pese a ser los constructores de la riqueza nacional.
En ésta concepción se inscribe el Plan Nacional de Salud, que integre los subsistemas solidarios, que se consolidan al calor del trabajo, principal sostén de los sistemas previsionales y de salud del pueblo argentino.
Los programático debe responder a la planificación estratégica de la Patria, siendo ésta la única manera de construir bases sólidas, constitucionalmente estructurado con el emergente del poder popular instituyente de Comunidad Organizada, para conseguir este objetivo es necesario marchar hacia una nueva Constitución, que repare la fragmentación de 1994.
La planificación debe definir desde las hipótesis de conflicto hasta las propuestas de alianzas internacionales, en función del desarrollo industrial y científico tecnológico, basado en el trabajo argentino que produce la riqueza y debe ser protegido en los acuerdos multilaterales con el resto del mundo, BRICS, OCS, ASEAM, Ligas árabes y africanas y UE.
Nuestro espacio común de desarrollo es el bloque UNASUR y CELAC, junto al CARICOM y el ALBA, es decir la integración total de América Latina, tanto en la cooperación, financiamiento, transferencias de tecnologías, respeto a las soberanías nacionales, apertura de fronteras, Embajadas comunes, pasaportes comunitarios y mecanismos de defensa territorial comunes.
Existe una Argentina del Siglo XXl, que nos debemos como también existe un mundo Multipolar que nos está esperando a que nos liberemos de las cadenas del colonialismo, llevado a cabo en ésta etapa por personajes disonantes del sentimiento patriótico, que han entregado desde la Soberanía Política hasta la Independencia Económica, arrasando la Justicia Social, barriendo derechos y quebrando la institucionalidad republicana, generando una autocracia, respaldada por un sector minoritario de la población, de sólo el 40%, frente a un 60% que rechaza esa subordinación al EEUU, que lleva a la Argentina a su peor escenario de asilamiento, tanto de escenarios internacionales de compromiso de combate al Calentamiento Global hasta el alejamiento de la OMS, UNICEF, DDHH y siendo cómplices del genocidios israelí en Gaza y de guerras ajenas, en las cuales mueren hoy argentinos mercenarios, que acuden por necesidades económicas límites.
Terminar con los ciclos de avances y retrocesos, de endeudamientos ilícitos a desarticulación de la I+D, de privatizaciones de empresas que funcionan al servicio del Pueblo sin generar pérdidas, por esa razón apetecibles para el lucro mercantilista financiero, que hoy domina la Patria, necesita de un esfuerzo compartido de diferentes miradas patrióticas que se canalicen en forma conjunta, en la construcción de la Patria Matria Grande que nos merecemos, con un Pueblo feliz y con proyección de futuro como derecho esencial.
DÍA DE LA SOBERANÍA NACIONAL
BIBLIOTECA
Alberto Methol Ferre: Geopolítica de la Cuenca del Plata Ed. Peña Lillo
Paulo Freire: Pedagogía de la esperanza Ed. Siglo XXl
Manuel Ugarte: La nación Latinoamericana Ed. EUDEBA