Si una cosa caracteriza muy bien al capitalismo es precisamente el comercio, o como los neo-liberales prefieren decir el libre-comercio, pero eso no quiere decir que sea el comercio una condición propia del sistema capitalista. El comercio es tan antiguo como el homosapiens mismo. El comercio es una actividad cultural que acompañó y al humano desde los tiempos de las cavernas, pero al igual que muchas otras actividades culturales de la humanidad, el comercio fue prostituido por el sistema capitalista, cuando derivó en la especulación con los bienes y los servicios para maximizar las ganancias y acumular el capital. Si no fuera por los mecanismos perversos como la usura, la restricción de la demanda, el acaparamiento de las mercancías, la especulación con los precios, la estimulación del consumo, y otras perversas manipulaciones del mercado que inventó el capitalismo, todos los bienes que consumimos serían mas baratos y mas fáciles de adquirir.
E capitalismo es muy hábil en ocultar tras un muy disimulado aparataje dialéctico y un lenguaje edulcorado sus aberrantes manipulaciones, son pocas las oportunidades cuando se debela el verdadero rostro caníbal del capitalismo, y podemos visualizar con claridad las cosas, por ejemplo con las medidas que ha tomado el Ejecutivo Nacional, por órgano del recientemente creado Ministerio de Comercio con el rubro del Arroz. Las acciones que ha llevado adelante el INDEPABIS en Calabozo y el Estado Portuguesa han demostrado que la actividad comercial practicada por algunas empresas del arroz derivó en un brutal atropello contra los derechos del pueblo. Esas empresas que hoy están siendo ocupadas temporalmente en cumplimiento de lo que establece la Ley, han provocando mediante practicas capitalistas inmorales un desabastecimiento artificial del arroz blanco, negándole al pueblo un derecho fundamental como es el derecho a la alimentación.
En una sociedad todos somos productores y consumidores a la vez, producimos lo que otros consumen y consumimos lo que otros producen, el intercambio justo y equilibrado entre productores y consumidores es posible. En una sociedad en la que se practiquen los valores de la solidaridad y la cooperación ente los individuos, y donde los esfuerzos se dirijan colectivamente a la plena realización del ser humano, el comercio debe funcionar de modo que a trabes del intercambio comercial puedan ser satisfechas las diferentes necesidades del ser humano. ¿Como sera el comercio en el socialismo del siglo veintiuno? Sera evidentemente distinto al de la O.M.C.
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